
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de septiembre de 2021.- Frente a conductas negativas hacia animales, como el abandono, maltrato y descuido, el líder de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, consideró necesario reforzar el marco jurídico actual para fortalecer su protección.
El morenista promueve una reforma para elevar a rango constitucional la protección, preservación y conservación de los animales que forman parte de la biodiversidad del territorio nacional.
Aunque los vínculos estrechos entre las personas y las especies no humanas son una realidad cada vez más palpable, busca que la protección de las especies animales no humanas se convierta en una política de Estado.
Es decir, que se constituya en una base fundamental para regir el actuar de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno y los diferentes ordenamientos jurídicos de el país en la materia.
Se trata de instituir esta protección como una política pública que conlleve a objetivos y compromisos del Estado mexicano en esta materia, a través de reformar el párrafo quinto del artículo cuarto de la Constitución Política.
La disposición constitucional relativa a que “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar se erige como una concepción estrictamente antropocéntrica, basada sólo en la protección y mejora de la calidad de vida de las personas”.
La iniciativa busca establecer el término “protección de los animales”, con el objetivo de poner mayor atención en el animal como ser físico individualizado y sintiente, con la finalidad de reforzar su cuidado.
Tradicionalmente, los animales se consideran como cosas o bienes, ubicados dentro de la categoría de objetos del derecho; mientras que nuevas voces los sitúan en la categoría de sujetos del derecho, considerando su capacidad de sentir, puntualizó el senador Monreal Ávila.
Por ello, arguyó que el Estado debe velar por la protección de las especies animales no humanas en el contexto de una nueva generación de derechos, agregó el legislador, pues no existe justificación para que no puedan ser sujetos de una protección especial, a partir de la capacidad de sufrimiento y de goce que tienen como seres sintientes.
“El hecho de que los animales de compañía, de trabajo o silvestres no puedan representarse a sí mismos o no alcancen los niveles de desarrollo del ser humano, no significa que sus intereses no deban ser tomados en cuenta”, justificó.