Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
Por fin, después de semanas de buscarlo y no encontrarlo, se dio el encuentro entre Claudia Sheinbaum y el coordinador de los senadores de MORENA Ricardo Monreal.
La mañana de ayer se sentaron a la mesa el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal.
El tema oficial fue revisar la agenda legislativa de Ciudad de México.
Pero la lectura política fue evidente para los iniciados: el titular de gobernación mandó un mensaje implícito a los convocados para que frenaran su activismo sucesorio.
Claudia Sheinbaum con sus porras pagadas que la aclamaban en cualquier acto público que se le atravesara con el grito de ¡Claudia presidenta.
Y las recurrentes afirmaciones de Monreal de que está preparado para ser presidente de México, estaban sobrecalentando el ambiente de una todavía lejana decisión presidencial en torno a quien finalmente será su delfín y en consecuencia el candidato presidencial de MORENA en el 2024.
Era conocido que esa reunión fue buscada por Monreal desde hace varios días con la intención de “generar un ambiente de mayor camaradería”.
El zacatecano, que se ha enfocado en mantener la unidad entre los cercanos al presidente AMLO e impulsar la cuarta transformación, el domingo fue claro en sus intenciones de buscar la candidatura presidencial para el 2024.
Sin duda que el destape de Monreal movió a Sheinbaum. La Jefa de Gobierno de la CDMX ha tenido que ser salvada por el propio presidente de los tropiezos como el resultado negativo que obtuvo en las elecciones de junio pasado en las que perdió la mitad de las alcaldías o la violencia que no para en la capital del país.
Monreal sin duda que ha sido un buen gestor. Eso precisamente hace quien si quiere trabajar por y para los mexicanos.
Pero su destape fue una respuesta a la sobreprotección presidencial a Sheinbaum a quien apenas unos días antes la mencionó como “su representante” en todo lo que se hace en la CDMX.
El que ganó una batalla sin meterse al campo de los golpes fue el Canciller Marcelo Ebrard, quien sigue siendo un firme precandidato presidencial a pesar de que no ha realizado ningún activismo sucesorio.
El mensaje de Adán Augusto López fue leído de esa manera por la clase política pues se aplicó en la sentencia del maestro Reyes Heroles en la recordaba que en política la forma es fondo.
EN TIEMPO REAL.
1.- El precandidato a la gubernatura de Durango, Adrián Alanís Quiños, dejó en claro que busca ser postulado por una alianza de partidos al reunirse en días pasados con el líder perredista Jesús Zambrano y apenas el domingo en su tierra con el dirigente panista Marko Cortés.
2.- En el reparto de comisiones en la cámara de diputados a los priístas les dieron atole con el dedo. Las comisiones que presidirán los tricolores no tienen la trascendencia necesaria para influir en las decisiones claves del legislativo en su relación con el poder ejecutivo. Habrá que ver qué tanto tiene de fuerza el bloque opositor.
3.- Muy difícil se está poniendo el asunto de defender a los científicos acusados por la Fiscalía General de la República de delitos tan graves como el de delincuencia organizada. Los desplegados de apoyo a los imputados cada vez son más identificados como pequeños grupos de sus ex colegas. Y las acusaciones de la FGR se ven con mayor consistencia. Veremos qué pasa.