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ACAPULCO, Gro., 07 de octubre de 2021.- A un mes del terremoto de 7.1 ocurrido en Acapulco, Guerrero, la situación para las familias afectadas en la unidad habitacional Cantaluna ha empeorado, ya que desde la fecha permanecen en campamentos fuera de sus casas, ahora no solo por temor a un segundo sismo, sino porque han iniciado los intentos de robos y saqueos.
Y es que hasta la fecha, los habitantes de este conjunto ubicado entre los poblados Pedregoso y San Isidro, están en espera de los dictámenes de personal que realizó los censos de casas afectadas, aunque aún no son concluidas todas, por lo que esperan la llegada de más servidores de la nación.
La señora Guadalupe Arenas Palemonte relató la situación a la que se vieron sometidos los condóminos después del 7 de septiembre, como fue la instalación de cinco campamentos por parte de familias cuyas viviendas tuvieron severas afectaciones.
En estos, comen, duermen y a la vez, vigilan los departamentos pues comentó, que ya ha habido robos menores e intentos de abrir las casas por parte de personas ajenas a Cantaluna, por lo que se vieron en la necesidad de crear guardias entre los mismos vecinos.
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