Descomplicado
Los ladrones de la oscuridad
Los ladrones aparecen más rápido en las sombras. Son más impunes. Se mueven con más facilidad. Atacan de manera sorpresiva a sus víctimas, porque se sienten cobijados por la noche y por la falta de acción de las autoridades, que simplemente los dejan hacer, sin que haya consecuencias para sus fechorías.
Así están atrapados muchos capitalinos, encarcelados por la inseguridad, por los ladrones que surgen cuando cae la noche.
De esta manera, una mujer a la que llamaremos “Gabriela”, pudo observar a un ladrón que penetró a su casa con total impunidad, pasados treinta minutos de la media noche.
Era el 30 de septiembre pasado, cuando “Gabriela”, quedó perpleja al observar a un sujeto caminar adentro de su domicilio, ubicado en la calle Central, de la colonia Atlántida, en la alcaldía Coyoacán.
Aterrada, la mujer escribió una alerta desesperada en el chat de Whatss App, en el cual los vecinos están en contacto con las autoridades de Seguridad Pública capitalina.
“Alguien entró en mi casa. Enviar patrulla, urgente”, tecleó.
El C5 de las autoridades respondió de manera llana: “Se coordina apoyo al lugar”.
En los últimos días, se han incrementado las llamadas de auxilio de los vecinos de Coyoacán, para que las autoridades de la alcaldía, que tomaron protesta apenas el 1 de octubre, paren el incremento de los hechos delictivos.
El vacío creado entre autoridades de la alcaldía que iban de salida y los nuevos funcionarios, que apenas están agarrando las riendas, ha afectado a la ciudadanía, en aspectos como la seguridad y la prestación de servicios.
El exfutbolista, Manuel Negrete, buen deportista y pésimo gobernante, salió por la puerta de atrás, cuando el 1 de marzo de este año solicitó licencia indefinida para participar en las elecciones de Guerrero, su estado natal, en busca de la gubernatura, nominado por el Partido Fuerza México. Negrete pasó sin pena ni gloria en Coyoacán y le fue peor en la tierra guerrerense, porque sus aspiraciones fueron un fracaso total.
La alcaldía de Coyoacán se quedó acéfala, entre tener un “político” Negrete en retirada, un alcalde sustituto, Juan Silva Noyola (suspendido por el Gobierno de la Ciudad de México por corrupción), a un alcalde nuevo, Giovanni Gutiérrez, que apenas está estableciendo su autoridad en la zona.
Otro vecino que tenía acceso a las cámaras, en las cuales se veía a uno o varios hombres en el interior del domicilio, escribió: “Urgente, por favor, está una mujer sola. Los estoy viendo en las cámaras de la casa. Urgente”.
En un video que trascendió posteriormente en ese mismo chat vecinal, las cámaras con mecanismo infrarrojo captaron a un hombre de mediana edad, vestido con sudadera con capucha que cubría su cabeza, avanzar en una habitación de la casa, revisando muebles para ver que podía robar. Se acercaba hacia donde se encontraba la mujer.
“Gabriela” volvió a escribir en el chat: “Por favor auxilio, Yo estoy encerrada en mi cuarto. No puedo abrir a la patrulla afuera. Estoy escondida. Por favor, entren”.
Los vecinos eran testigos a tiempo real de lo que pasaba por medio del escrito de la mujer: “Que los policías pongan la sirena, que hagan ruido. Que hagan algo”, clamaban.
Los policías finalmente entraron al domicilio, alrededor de la una de la madrugada, pero
el ladrón o los ladrones pudieron darse a la fuga.
Los hampones penetraron a una casa, en donde la vía se encuentra totalmente sin alumbrado público, desde hace 6 semanas, en una zona que va de las calles Norte, a Central y Jardín, de esa misma colonia.
Los ladrones no son tontos, en zonas aledañas en donde operan bandas criminales, como Los Pedregales, los ladrones tienen pleno conocimiento de que esa área se encuentra a oscuras y aumentaron sus atracos a transeúntes y a casas habitación.
Las autoridades policiacas de ese cuadrante no cumplen con la demanda permanente de los vecinos de realizar patrullajes frecuentes y hacer sonar las sirenas para ahuyentar a los ladrones de la zona. Sólo aparecen cuando hay llamadas de auxilio. Bonita cosa.
Las mismas autoridades delegacionales avisaron a los vecinos que no cuenten con ningún apoyo a llamadas de auxilio que se realicen entre la media noche y las seis de la mañana del siguiente día. Es decir, cuando surgen mayores actos delictivos, que es en la madrugada, los vecinos están totalmente desprotegidos.
Los colonos tienen que llamar al teléfono 911 para hacer peticiones de auxilio, pero este número frecuentemente se encuentra ocupado o el auxilio solicitado tarda más tiempo en llegar, que si el apoyo partiera de los cuerpos policiacos locales.
Los continuos recortes presupuestales también han golpeado en la seguridad, al reducirse el número de elementos policiacos que se encuentran disponibles durante la madrugada.
El Comité de Participación Comunitaria (Copaco), de dicha colonia, presentó desde el pasado 30 de agosto, una solicitud ante las autoridades capitalinas para reparar las luminarias, con el folio SUAC-3008211033125. Posteriormente, una persona presentó otra petición el 14 de septiembre, con el registro SUAC-1409211070552. Ni las autoridades de la administración pasada de Coyoacán, ni las actuales, dieron respuesta y la zona sigue a merced del hampa.
Los hampones volvieron a atacar este miércoles atracando autopartes. Llegaron a una de las calles, totalmente a oscuras para robar y posteriormente salir huyendo, sin que nadie los detuviera. Atracos a transeúntes a mano armada, incursiones en casas habitación, robos de cables de cobre en registros telefónicos y de alumbrado público. Inseguridad y más inseguridad.
Los ciudadanos esperan una respuesta de Giovanni Gutiérrez, confían en él, opinan que debe notarse un cambio que no hicieron sus predecesores. En su gira en busca del voto como candidato, por la zona de la Atlántida, y las colonias Ciudad Jardín, el Rosedal y Parque San Andrés, el político perredista y antes panista, prometió soluciones reales a los principales problemas. Los ciudadanos saben que apenas inició su mandato y esperan que las cosas mejoren, que haya respuestas inmediatas a conflictos graves. Mientras esto ocurre, la delincuencia, en la oscuridad, se mantiene como la mandona.