Agradecen Sebastián Yatra y Bad Gyal a Dido en 2AM
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de octubre de 2021.- Somos Aguaviva Colectiva es un grupo formado por artistas, activistas, académicos y sociedad civil trabajando a través de la música, la cultura y la acción social, con la intención de acompañar y apoyar a hermanos de la Nación Comca’ac en la tarea de resolver definitivamente la problemática de desabasto de agua potable que han venido enfrentando durante años en su comunidad, lo cual ha derivado en el estado de emergencia en el que actualmente se encuentran.
Empezó a gestarse en el 2018, cuando se dio un primer encuentro entre Rosa Barnett –integrante de la comunidad Comca’ac– y Rubén Albarrán, quien a su vez convocó a Andrea Medina y a los artistas Roco Pachukote y Lengualerta para formar un colectivo que, mediante la música, visibilizara la problemática a nivel estatal y nacional, y en conjunto con la acción social, investigara opciones viables para una solución definitiva al desabasto de agua en la comunidad.
Asimismo, en dicho año, pobladores de Punta Chueca formalizaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en Sonora, por la misma problemática de falta de agua.
Y su himno, en formato lyric video, Hax Hino Cafft (Agua llega a mi) está disponible en su canal oficial de Youtube y el 22 de octubre el audio se estrenará oficialmente en todas las plataformas digitales y el videoclip oficial en Youtube.
Además, el 24 de octubre, será parte del Festival Xepe an Cõiccos (en Punta Chueca) y el 25 de octubre realizará el Bazar Comca’ac (en Hermosillo).
El acceso al agua es un derecho humano y colectivo. La Nación Comca’ac, en el desierto de Sonora, protege, cuida y ama su territorio y toda la vida que existe en él: desierto, mar y aire. Por disposición oficial, en la década de los años 50, su pueblo fue reubicado, de la Isla Tiburón a los asentamientos de Punta Chueca. Desde ese entonces no han contado con acceso al agua potable.
En los últimos 10 años, los gobiernos en turno han brindado soluciones temporales, como la instalación de una planta desalinizadora, que ha dotado de cierta cantidad –muy limitada– de agua para los pobladores, sin mencionar la baja calidad de ésta; es decir, dichas soluciones han resultado ser ecológicamente dañinas y bio/culturalmente inviables, pues han traído efectos nocivos al medio ambiente y a la salud de los pobladores.
Desde 2012, México reconoció en el artículo 4 de la Constitución Mexicana el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento de agua y el derecho a la salud. En nuestro país existen derechos individuales y, después de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, se empezaron a reconocer también los derechos colectivos, en el entendido de que los pueblos no son simplemente individuos juntos. El agua es un derecho colectivo… es un derecho de la humanidad.
Sumado a ello, la Declaración Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas a la Libre Determinación, puntualiza el acceso al agua como un derecho; el cual, el gobierno mexicano ha incumplido hasta el día de hoy.