Juego de ojos
Marko Cortés habló en el peor momento.
El no ha visto alguno bueno porque todos al interior del Partido Acción Nacional (PAN) lo saben y por eso lo rechazan: obedece a Ricardo Anaya.
El ex candidato presidencial manejó la nomenclatura azul para hacerlo dirigente nacional con una encomienda: volverlo a hacer candidato presidencial.
Es decir, el queretano fracasó en 2018 y pretende repetir su fracaso en 2024 con un panismo disminuido aunque tal vez en alianza con otras fuerzas.
Cuanto puedan significar los también mermados partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Qué ridícula misión, qué bajo afán.
A la pérdida de gubernaturas en junio pasado, Cortés anuncia derrotas inminentes en cinco estados: Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Si este año abandonó Baja California Sur y Nayarit, para el año próximo renunciaría a Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, donde gobiernan por el PAN José Rosas Aispuro, Carlos Joaquín y Francisco García Cabeza de Vaca.
Sólo retendría Aguascalientes, donde manda Martín Orozco y seguramente irá la guerrera Teresa Jiménez porque supera en preferencias a Juan Antonio Martín del Campo.
El PRI perderá, según su pronóstico, Hidalgo de Omar Fayad y Oaxaca de Alejandro Murat.
Esta declaración golpeó la cien del panismo.
Con razón muchos cuadros importantes del PAN ni el teléfono le contestan a Cortés y lo niegan, como bien dijo el ex gobernador queretano Francisco Domínguez: “El no me representa”.
Candidatos impuestos
Pero Marko Cortés no está solo en su desgracia.
Lo acompaña el dirigente priísta Alejandro Moreno, Alito, en soledad y rechazo de muchos militantes conspicuos y aun gobernadores.
Los priístas tampoco están conformes con su dirigente, de quien esperan alejamiento de las políticas federales y, sobre todo, definición en torno a la contra reforma eléctrica.
Candidatos perdedores y ex gobernadores no recibieron el trato adecuado antes de las elecciones ni en las campañas, razón por la cual el PRI perdió ocho estados.
Y si este año no hubo buenas noticias, tampoco las habrá en 2022, cuando Alito y su consejero Rubén Moreira quieren imponer candidatos sin tomar en cuenta a las bases.
El ruido de los bólidos
1.- Los expertos en ruido han hecho un ensayo.
¿Cuánto significan en ruido los bólidos de la Fórmula 1, presentes en la capital viernes, sábado y domingo en ensayos y la carrera formal del Gran Premio de México?
Aquí le va el dato:
Siete veces el sonido emitido por los aviones regulares, incluido el 747 Jumbo, conocido como la reina de los cielos.
Pero esa multiplicación por siete de los coches de carrera empequeñece aún más cuando se compara con los cazas F-5.
Estos cruzarán, con un sonido 12 veces mayor, el cielo del Valle de México acompañados de otras aeronaves, todas salidas desde la Base Aérea Militar de Santa Lucía.
Y 2.- un reconocimiento a la periodista Lourdes Mendoza.
Emilio Lozoya debe tenerla presente como quien la cazó, fotografió y demostró al mundo la generosidad presidencial y de la Fiscalía General de la República (FGR) con ese ex funcionario, corrupto según confesión propia.
Sin ese trabajo de Lourdes, quien por añadidura ha sido involucrada por Emilio Lozoya y ella le contestó con una demanda, difícilmente el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) estaría en prisión.