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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de noviembre de 2021.- Si bien la banca mexicana es uno de los sectores que más se apoyan en el desarrollo tecnológico para innovar, aún existen áreas de oportunidad en el camino hacia la digitalización en la atención de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), para ofrecer soluciones adecuadas a sus necesidades particulares y una mejor experiencia de usuario en la contratación de servicios como la apertura de cuentas y solicitud de créditos.
El reporte “Pymes, el gran reto digital de la banca mexicana”, realizado por el IPADE Business School y Bring Global, determinó que, entre los desafíos para lograr una digitalización exitosa del sector, está la necesidad de convertirse en organizaciones data driven en su toma de decisiones.
“El nivel de madurez digital con que cuentan los bancos tradicionales en México es todavía bajo, comparándolo con otras regiones donde vemos un alto índice de incorporación digital de cuentas”, explicó Rafael Ramírez de Alba, profesor del área de Entorno Económico del IPADE y quien lideró la investigación.
El estudio destaca la gran oportunidad que tiene la banca de reactivar e incentivar a las Pymes a través de modelos digitales, generando apoyos y lealtad, además de apuntalar a una recuperación económica más acelerada.
“Una oferta de productos y servicios basada en la digitalización, y enfocada al tipo de clientes Pymes, tiene una dimensión social que apunta a una mayor inclusión financiera, ya que muchas veces las Pymes tienen poco acceso a fuentes de capital por barreras en su atención por parte de los bancos, por procesos engorrosos para atenderlos”, consideró Rafael Ramírez de Alba.
Para Lars Otten, socio fundador de Bring Global, empresa dedicada al desarrollo de soluciones para los sectores bancario y telecomunicaciones, la banca mexicana tiene un gran reto en la transformación digital de sus servicios, siendo su principal problemática la flexibilidad tecnológica y un entorno regulatorio cada vez más exigente. “Ante este panorama, nuestro reciente estudio muestra las áreas de oportunidad que tienen los bancos y una serie de recomendaciones, incorporando casos de éxito en otros países”, mencionó.
“En la parte de la experiencia del cliente, es evidente la necesidad de tecnificar procesos analógicos, que hoy todavía son muy manuales y requieren, en la mayoría de los casos, la presencia del cliente en una sucursal. Automatizarlos, permitiría a la banca tradicional avanzar al mismo tiempo que avanzan las fintech, los nuevos jugadores y quienes están acelerado el proceso de transformación digital en México y en el mundo”, agregó Rafael Ramírez de Alba.
El estudio también determinó que eficientar los procesos y mejorar la experiencia de los clientes del segmento pyme a través de la digitalización traería claros beneficios a los bancos, por ejemplo, la optimización de los procesos, la reducción de costos, elevar los niveles de servicio al cliente y la disminución de pérdidas derivadas de fraudes y riesgos cibernéticos.
Asimismo, la investigación incorpora el rol de las Fintechs, como actores disruptivos dentro del sistema financiero, las cuales con una propuesta de valor innovadora están ocupando los espacios que los bancos han dejado de atender.
“La colaboración con empresas tecnológicas en el ámbito financiero ofrece oportunidades de diferenciación e impulsa la innovación en un sector tradicional que tiene necesidad de atender a sus clientes con productos y servicios nuevos en una era post COVID cada vez más digital”, apuntó Rafael Ramírez de Alba.