Abanico
¡La dictadura de AMLO está aquí: las pruebas!
Los signos aparecen por todo el país y en todas las instituciones del Estado mexicano.
Las advertencias son visibles a los ojos de todos y se niegan a verlas sólo aquellos que, “por 30 monedas” traicionan la democracia y “venden su alma” al dictador.
Peor aún, son muchos los incautos que “se tragan la zanahoria” de que Claudia Sheinbaum es la señalada por “la mano divina”, cuando en realidad todo apunta a la construcción de un poder despótico, único y transexenal.
Se trata, como lo documentamos aquí por años, de la construcción de la dictadura de López Obrador, ese entramado autoritario y nada democrático que paso a paso se construye a los ojos de todos.
¿Lo dudan?
1.- ¿Qué es, sino un intento dictatorial, la mentirosa e inconstitucional recolección de firmas para la inexistente “ratificación de mandato”.
2.- ¿Qué es, sino seguir puntual el “Manual del Dictatorial”, la insistente y paulatina destrucción del INE?
3.- ¿Qué es, sino prueba de una dictadura, el sometimiento lacayuno de la Cámara de Diputados al poder presidencial?
4.- ¿Qué es, sino una muestra del sometimiento dictatorial, la muerte de la División de Poderes?
5.- ¿Qué es, sino un grosero culto a la personalidad del dictador, las mañanitas que le cantaron los diputados al presidente?
6.- ¿Qué es, sino un acto dictatorial, el elogio reiterado del presidente Obrador a los dictadores y sus dictaduras, en casos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua?
7.- ¿Qué es, sino una respuesta dictatorial, el silencio de complicidad de México ante la OEA, ante el golpe de Estado en Nicaragua?
8.- ¿Qué es, sino un paso decisivo de la dictadura de AMLO, La militarización sin freno en México?
9.- ¿Qué es, sino un golpe de dictador, la persecución demencial contra los críticos del dictador?
10.- ¿Qué es, sino el sometimiento dictatorial, la persecución y encarcelamiento de adversarios, como Rosario Robles?
En efecto, la dictadura de López Obrador está a los ojos de todos.
Pero tampoco es novedad. Lo cierto es que aquí advertimos del peligro dictatorial de AMLO en el Itinerario Político del 3 de abril de 2018, titulado: “La dictadura que viene”.
Por eso a continuación un extracto de aquella entrega: “En un video reciente, Andrés Manuel López Obrador dice que alguien pretende asustar a los mexicanos y hacerlos creer que si gana el 1 de julio “México va a ser como Venezuela””.
“En respuesta al mensaje de AMLO, en redes y digitales comenzó a circular un video que exhibe, de manera contundente, la forma en que Héctor Díaz Polanco, Yeidckol Polevnsky, René Bejarano y Dolores Padierna –en entre otros “morenistas” del primer círculo–, promueven abiertamente la anexión de México “al exitoso modelo chavista de Venezuela”.
“Incluso, en más de una ocasión –en distintas entrevistas–, el propio López Obrador ha dicho que en Venezuela “se vive una democracia real”, no como la democracia mexicana que, según el tabasqueño, es una simulación.
“Sin embargo, los hechos demuestran que aún en su calidad de candidato presidencial –y lejos de una eventual victoria–, todo el aparato “lopezobradorista” trabaja en crear las condiciones para dar el primer paso a una dictadura como la venezolana, en México.
“¿Y cuál es ese primer paso? Hablamos de un ataque sistemático a las libertades fundamentales; una de ellas la libertad de expresión.
“¿Lo dudan? Van las evidencias.
“1.- En días pasados Federico Arreola, propietario del Sendero del Peje, dictó “línea” para que el “pejismo” de todo el país entienda quienes son los periodistas, articulistas, columnistas y opinadores buenos y malos.
“Es decir los periodistas y críticos que según el principal empleado de AMLO, deben ser leídos o atacados. ¿No fueron esos los primeros signos de las dictaduras de Castro y Chávez?
“2.- En realidad se trata de un vulgar déjàvu de otras elecciones. Y es que basta recordar que en 2006, en los previos a la presidencial de ese año, el propio Arreola acudió a distintos medios para pedir, a los dueños de esos medios “la cabeza” de periodistas como Jorge Fernández Menéndez y Ricardo Alemán, entre otros. Hoy la historia se repite.
“3.- En el semanario Proceso –hoja parroquial del credo lopista–, los cartonistas fanáticos “del establo” Obrador, “Helguera” y “Hernández”, prestaron sus trazos para sembrar odio contra algunos críticos de AMLO. En una viñeta que siembra odio y ataca “la libertad sagrada en democracia” –la libertad de expresión–, los “moneros” dibujan a Pablo Hiriart y a Ricardo Alemán con cuerpo canino, acompañado el trazo con un reproche por criticar a AMLO.
“El odio contra el que piensa distinto, que cuestiona, critica y disiente. ¿No fueron esas las primeras señales de la dictadura de Castro y Chávez?
“4.- Cualquiera que lo desee puede hacer el siguiente experimento. Busque en redes el video en el que se demuestra que los más cercanos colaboradores de Obrador promueven convertir la democracia mexicana al modelo venezolano. Una vez localizado el video “muévalo” en Facebook o Twitter con la etiqueta o arroba de alguno de los periodistas que Federico Arreola clasificó como nocivos para AMLO.
“El resultado es asombroso. Una paliza, seguida de la distorsión o el hackeo del video. Persecución dictatorial.
“5.- Idéntico mecanismo para inducir ataques masivos en Facebook y Twitter, han sido utilizados por “botargas” de Morena para tirar páginas criticas de AMLO, de candidatos de Morena o que exhiben lo delirante de las propuestas presidenciales de Obrador.
“6.- En todos los casos el signo distintivo es la intolerancia a la crítica, al pensamiento diferente, al disenso y, sobretodo, se ataca una libertad fundamental en democracia; la libre expresión.
“7.- Lo pueden creer o no, pero el primer paso de toda dictadura es la persecución de los críticos y la cancelación de la libertad de expresión, el odio contra el que cuestiona y piensa distinto, la segregación de “malos” y “buenos” periodistas.
“¿Se atreven a decir que no estamos en la antesala de una dictadura? Al tiempo” (Fin de la cita)
Como queda claro, en tres años López Obrador ha dado forma, paso a paso, a su dictadura.
Y no se va a detener por nada.
Al tiempo.