Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
Pocos son los convocados.
Pero todos sorprendidos por una dinámica sin mayores resultados, sobre todo en materia de seguridad como se supone objetivo primario.
Con la narración de ellos es posible armar una crónica y, como dijo uno de los secretarios de Estado convocados, si te acuerdas de mi no me menciones.
Por eso colocamos los nombres como si fueran de un pasado cercano pero con algunos funcionarios idos y otros todavía de presencia rutinaria.
Seis de la mañana:
-A ver (Alfonso) Durazo, ¿qué tenemos? -pregunta la voz de decisiones únicas y órdenes terminantes para todos los miembros del gobierno.
-Pues tal enfrentamiento, tantos muertos.
-Cuántos más o cuántos menos que otros días -insiste el jefe de jefes.
-Pues dos menos.
-Ah, está bueno -desestima el interrogador, quien luego se dirige a otro funcionario con acceso a las estadísticas y al recuento cotidiano:
-A ver subsecretario: ¿tú que traes?
Y Ricardo Mejía Berdeja consulta sus papeles y resume:
-Pues esto, lo otro, aquello.
-A ver tú… -y de nuevo se dirige al secretari@ de Seguridad Pública y Protección Ciudadana:- ¿qué más hay?
-No pues nada más -contesta el miembro del gabinete en espera de aprobación presidencial. Pero la revisión de datos no lo deja satisfecho:- ¿Es todo lo que tienes?
-Pues sí.
Marina marca la agenda
Ha pasado un rato.
El hombre del poder máximo parece emerger de la somnolencia, pide una segunda taza de café, revisa sus apuntes y, agachado, se dirige al secretario de Marina:
-A ver almirante José Rafael Ojeda.
-Bueno, pues hemos creado unas lanchas para controlar el sargazo porque en el Mar Caribe hay invasión de las algas.
-¿Cómo operan? -las lanchas, claro.
-Pues así y así… Son capaces de recolectar hasta 50 toneladas en un día.
López Obrador reacciona, parece emerger de sus reflexiones y reacciona entusiasmado con la novedosa información:
-¡Eso sí es noticia!
Vuelve sobre sus papeles e insiste:
-A ver las fotos.
Las despliegan en la pantalla y él las selecciona:
-Esa sí, esa no… dejen esa otra.
La conferencia de rutina mañanera toma forma a juicio del gran promotor de su imagen personal y de su gobierno:
-Encárgate de las proyecciones, Jesús (Ramírez, voz última del gobierno).
Pero no todo está listo.
-Y tú, Esteban (Moctezuma, secretario de Educación Pública)
-Bueno, pues vamos a hacer libros de texto gratuito así y asado…
-Está bien. Tienes cinco minutos para tu exposición. No más para no distraer del tema principal de hoy, a cargo del almirante.
Ve su reloj:
-¿Qué horas son?
-Faltan diez para las siete.
-Ah, pues vámonos a la conferencia de prensa.
Jaime Bonilla en Palacio
1.- Para hoy está programada una cita con repercusiones en el gabinete.
Jaime Bonilla, ex gobernador de Baja California, visitará a su gran amigo López Obrador en Palacio Nacional y, como dijo éste, será para concretar la invitación a su equipo.
Y 2.- no hubo novedad en el Senado de la República.
Ricardo Monreal maniobró y sacó la nominación de Loretta Ortiz, quien prefirió ser ministra de la Corte en lugar de manejar las enormes riquezas del Poder Judicial, incluidos los fideicomisos.
Pero, como dijimos aquí el 11 de noviembre, llega a instancias de su esposo José Agustín Ortiz Pinchetti ante su amigo López Obrador.
Todo queda en familia.
-Ya es hora, vámonos a la conferencia. Seamos breves y demos más tiempo a preguntas y respuestas. A ver Jesús: encárgate de las preguntas.
Y viene la propaganda, dos horas de propaganda gubernamental con comentarios o preguntas sembradas.