El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
La historia de México 1 (uno)
Leer a los maestros, de su puño, y letra, sobre nuestra historia y compartirlo, es un privilegio. Es traerla aquí y ahora. México y sus revoluciones.
Lo agradecemos a don Virgilio Arias Ramírez, escritor excelso
Y también cuando hablamos de un hermano— ayuda recíproca continua–, un colega periodista, editor, retratista y pintor. Un padre de familia y esposo ejemplar.
Nos referimos a Juan Manuel Rodríguez González que murió ayer 24 de enero –nació el 2 de febrero de 1937—en su natal Aguascalientes. En donde ejercía su profesión de licenciado en periodismo.
Editó en El Día secciones especializadas. Y mantenía un diario informativa, en donde dio cabida a nuestra columna sin faltar un día.
Fue el pintor de todos, todos, los presidentes del Club Primer Plana, que ya engalan los muros de nuestra nueva seria.
Recordamos Bety y yo a su familia, con quien manteníamos fuerte y sincera amistad. Su esposa Guadalupe Calderón Tristan y sus hijos a quienes siempre admiramos María Elena, Guillermina, Juan Manuel, Ricardo, Yésica, Elizabeth, Yasmín y Olaf.
A ellos y al gremio periodístico, que tanto quedó a deberle, nuestra nuestro profundo, sí profundo pesar.
Tenemos un enorme retrato nuestro pintado por Juan Manuel en lo que suponía nuestro hogar. Mide, presumimos metro y medio de altura por uno de ancho. Cuerpo entero frente a la casa Montejo de Mérida, Yucatán, propiedad de nuestros consuegros Goff Ailloud.
Fuimos grandes amigos. Casi hermanos periodistas.
Dejemos el comentario de otro gran colega, José Antonio Aspiros Villagómez que nos informó a la par que don José Luis Uribe Ortega, presidente del Club Primera Plana:
“Lamentable noticia, de la cual me enteré esta mañana. Descanse en paz nuestro compañero Juan Manuel Rodríguez, autor de los retratos de los presidentes del Club, correspondido por ello con una pequeña placa de reconocimiento que se colocó en nuestras instalaciones, y quien se postuló a la presidencia en 2007 junto con Aurelio García Oliveros como secretario, pero lo bloquearon hasta con la rasurada del padrón de 27 o 28 socios, algunos de los cuales a la fecha mantienen felizmente su membresía.
Qué bueno que nuestra mesa directiva actual reconoce y recuerda al colega hoy fallecido”.
Y añade:
“ El amigo Alfredo Barba Chávez ‘Abacha’ me avisó temprano del fallecimiento en Aguascalientes del apreciado colega Juan Manuel Rodríguez y me pidió que te avisara porque no tiene tu número telefónico, pero ya te has de haber enterado por la esquela que mandó el Club.
También me pidió que escribiera algo sobre él, pero la realidad es que no conozco su trayectoria y sólo recuerdo que él pintó los retratos del líder de la Fstse (que le llevamos de obsequio) y de los presidentes del Club, y que cuando él mismo se postuló para el cargo, «el sistema» no lo dejó llegar y para ello hasta rasuraron el padrón de socios.
Una de tantas crisis y desaseos que me ha tocado ver desde mi ingreso al Club hace 21 años. Salud”.
Nadie escapa a su destino. Todos somos polvo y volvemos a serlo. Nacer, vivir y morir. CRG
El licenciado don Virgilio Arias Ramírez, Secretario General del Club Primera Plana y Vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, nos permite leer la historia de las revoluciones en México que escribió y gentilmente nos envía.
Nosotros empezamos con el epílogo para despejar la incertidumbre. Posteriormente los pormenores.
Sobre la toma de la Bastilla, el rey Luis XVI preguntó:
¿Es una rebelión? Y la respuesta fue:
No, es una Revolución.
En la ciudad de Paris, reinaba en ese entonces un clima de miedo y pobreza como consecuencia de las malas cosechas, lo cual provocó graves problemas de alimentos.
Y aumenta la protesta de pobres y mendigos, cuando la reina María Antonieta dice: “si no tienen pan, que coman pasteles”.
Bajo esta circunstancia el martes 14 de julio de 1789 se puso en
marcha la Revolución Francesa.
Según muchos historiadores, este fue el momento decisivo en
el que Luis XVI perdió la batalla en París y su poder absoluto con un pueblo hambriento.
Enseguida, miles de hombres se dirigieron a la Bastilla
Finalmente, la rendición fue una gran victoria popular, los actos heroicos se convirtieron en el símbolo del triunfo y la se Revolución inicio con una nueva era de libertad.
Luis XVI preso en la Torre del Temple es llevado a la Plaza de la
Revolución y pasado por la Guillonita el 21 de enero de 1893 y María Antonieta (que estrenaba 300 vestidos cada año), corre la misma suerte en octubre del mismo año.
Por qué las nuestras.
En México la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, fue una acción bélica realizada en la Ciudad de Guanajuato, virreinato de la Nueva España, el 28 de septiembre de 1810, por los insurgentes comandados por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende.
El pavor desatado hizo que el intendente, Juan Antonio Riaño, pidiera a la población acuartelarse en la Alhóndiga de Granaditas, granero o depósito de alimentos construido en 1800.
Tras varias horas de combate, Riaño fue asesinado y los españoles que ahí se habían refugiado deseaban rendirse, hasta que los insurgentes lograron entrar derribando las puertas incendiadas por el minero Juan José Reyes “El Pípila”, para después masacrar no solo a la guardia que lo defendía, sino también a las numerosas familias de civiles ahí refugiadas.
El hambre y la sed de venganza acumulada durante tres siglos era muy grande.
La Revolución de Ayutla surgió por el despotismo ejercido por Antonio López de Santa Anna, y que la Iglesia aparecía con gran poder económico.
Es importante mencionar que un factor clave para la Iglesia era: el apoyo del ejército, en conjunto defendían los fueros, y privilegios que habían heredado de la Colonia.
Su poder económico estaba sustentado en la cantidad de tierras que poseía: dos terceras partes de tierras del país, que además no eran cultivadas y esto provocaba escases de alimentos.
Las leyes surgidas con la Revolución de Ayutla, muy importantes fueron:
La ley Juárez.
Ley Lerdo
Y Ley Iglesias.
La primera publicada en 1855, buscaba la igualdad, es decir, abolir todas las concesiones y fueros que se habían otorgado en la época colonial para determinados grupos y corporaciones.
La segunda se publicó en 1856 y tenía como fin primordial la abolición de la propiedad comunal para ser individual bajo el argumento de que pudiese contribuir con la economía del país.
Quedaban exceptuados templos, palacios episcopales, edificios que estuviesen destinados al servicio etcétera, ratificado en el artículo
27 de la constitución de 1857 y que es precedente para el mismo número del año de 1917.
La Revolución Mexicana, con el Plan de San Luis, se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les habían arrebatado los hacendados, quienes decían:
“Si quieren tierra, que siembren en maceta”.
Las revoluciones lo cambian todo y en México, la situación era desesperada, la población estaba empobrecida porque no había
trabajo mas que en las grandes haciendas o las minas.
Fundamentalmente hacía falta alimentos, por ello con la frase de “La Tierra es de quien la Trabaja” de Emiliano Zapata, pronto se integró un ejército de civiles sin tierra, que se fueron a la lucha. Dejaban a su familia con la esperanza de una vida mejor.
Finalmente, como hemos visto en estas hipótesis, muchas revoluciones en el mundo, históricamente se han dado por circunstancias diversas, pero en todas aparece como uno
de sus factores principales, la pobreza de la población y el hambre por falta de alimentos.
Suponemos que los mayas tenían razón, su calendario solar, les permitía mover los cultivos y evitar la crisis alimentaria.
Hay estudios, nos explica el chiapaneco Virgilio Arias Ramírez, que señalan que esa carencia se iniciará más o menos en el año 2040, por lo que resulta necesario tomar en cuenta los atisbos de
la crisis mundial de: granos, leche, carnes y legumbres.
México debe prepararse y un camino es, volver la vista a la madre tierra, es decir, cultivarla no maltratarla con incendios. Ni talar sus bosques o contaminar sus ríos.
Mañana, el principio de la historia, con pormenores.