Itinerario Político
Sheinbaum y el golpe de Estado en Cuauhtémoc
Al anochecer del domingo 6 de junio de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador montó el cólera al comprobar que su partido, Morena, había sufrido una importante derrota en su principal enclave político, la Ciudad de México. Sin duda, era el revés más importante de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ante su jefe. Ambos no asimilaban la realidad y decidieron lanzar la culpa del descalabro a una supuesta campaña de desprestigio de los “conservadores” en contra de la Cuarta Transformación.
La derrota en la capital del país fue la que más dolió al mandatario en ese proceso electoral. López Obrador se fijó entonces como objetivo recuperar las alcaldías perdidas en esas elecciones, a como diera lugar… y parece que así empieza a suceder.
Ahora, con el paso del tiempo, el poder judicial le brinda al presidente y a Sheinbaum la oportunidad de retomar el control político del corazón de la Ciudad de México, pero no por la vía electoral, sino por medio de maniobras “legales”.
Este jueves, Dolores Padierna estalló en jubiló cuando se enteró que Sandra Cuevas Nieves fue vinculada a proceso judicial. No la pudo derrotar en las urnas durante las elecciones de 2021, cuando perdió la elección por la alcaldía Cuauhtémoc, pero ahora el poder judicial le brinda una revancha.
Su esposo, el impresentable René Bejarano, conocido desde hace años como el Señor de las Ligas, mostraba también una algarabía pocas veces vista que sólo se le agrió, cuando comprobó que no todos los políticos de Morena compartían la aparente derrota de Cuevas. Ricardo Monreal Ávila, líder de ese partido en el Senado, consideró de manera directa que la acción política en contra de Sandra representó “un golpe judicial”, nunca visto en la Ciudad de México.
Y es cierto, la ciudadanía votó el año pasado para que la principal alcaldía de la capital del país fuera gobernada por la alianza PAN, PRI, PRD, pero ahora, por el laudo de una jueza, se le puede entregar esa alcaldía nuevamente a Morena en un par de meses. El poder judicial atropellará así la voluntad de los ciudadanos externada en las urnas y el partido oficial puede volver a gobernar por decreto. Bonita cosa
De manera inédita, quienes habitan la CDMX pueden observar como se fragua en los próximos días lo que algunos especialistas en derecho y observadores políticos consideran un auténtico golpe de Estado legaloide en la principal alcaldía capitalina.
La historia de lo que parece ser un atropello legal mayúsculo inició el pasado 11 de febrero, cuando a Cuauhtémoc acudieron mandos de la Policía Auxiliar, para tratar temas de contratación de elementos por parte de esa alcaldía. La reunión fue ríspida y de ella salieron los mandos policiacos, sin que nadie lo impidiera.
Al otro día, 12 de febrero, presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, por los presuntos delitos de robo, discriminación y privación ilegal de la libertad de la libertad, en contra de la alcaldesa. Dijeron que fueron golpeados incluso por la funcionaria, pero no dieron ninguna prueba contundente, a pesar de que uno de los mandos se presentó con collarín.
Los señalamientos son por demás opacos. Alegaban el robo de un radio de uno de los uniformados, situación que es incomprensible, porque los mismos policías indicaron que llamaron a sus compañeros para ser supuestamente rescatados de la alcaldía. No se sabe como es que alegaban el robo de un radio del cual precisamente hicieron un llamado de auxilio. Por tanto, el cargo de robo es insostenible.
Por otra parte, se tuvo que retirar el cargo de privación ilegal de la libertad, cuando la alcaldesa mostró los videos en los que se observa a los mandos policiacos abandonar el inmueble por su propio pie. Respecto al presunto delito de discriminación, los acusadores dicen que la alcaldesa se refirió al titular de la policía capitalina, Omar García Harfuch, como “puto”, situación que no hay manera de demostrar.
Las endebles pruebas, sin embargo, no fueron desestimadas por la jueza Elma Maruri Carballo, quien en la audiencia de ayer vinculó a proceso a Cuevas y a tres de sus colaboradores, por los presuntos ilícitos de robo, abuso de autoridad y discriminación y les ratificó medidas cautelares, como no abandonar el país, firmar en el Reclusorio Norte cada dos meses, no acercarse a las supuestas víctimas y lo verdaderamente grave: Cuevas quedó suspendida como alcaldesa durante 60 días.
Juristas ven en esto la verdadera trampa urdida, un derrocamiento o un golpe de estado legaloide, con la complicidad de los mandos policiacos, porque son precisamente dos meses los que marca la ley para que la jefa de gobierno de la CDMX pueda presentar una terna al Congreso de la Ciudad de México para elegir a un sustituto y, seguramente, todos los candidatos serán de Morena. Faltaba más.
Esos mismos juristas son los que explican que Sandra Cuevas no fue sometida a un proceso de desafuero, antes de que una jueza la sujetara a proceso, porque con la legislación actual los munícipes no cuentan con fuero ante la comisión de presuntos delitos del orden común. Extrañó la rapidez con que fue montado el proceso en contra de Sandra Cuevas, en concreto por decirle “puto” al jefe de la policía, si es que así ocurrió y por el supuesto robo de un radio que nadie ha demostrado, increíble si se compara con casos mucho más graves cometidos por autoridades capitalinas, como la ex directora del Metro, Florencia Serranía, quien por negligencia fue presunta responsable de la muerte de 26 personas fallecidas con la caída de un tramo de la Línea 12 y quien fue prácticamente protegida por la misma Sheinbaum.
Sandra Cuevas acusa a Sheinbaum Pardo de una persecución política. “Estoy preparada para todo, incluso para ir a prisión”, dijo a periodistas reunidos afuera del juzgado en donde se sigue su caso, mientras que con una sonrisa Sheinbaum afirmó que resultaba muy pretensioso que ella pueda tener control sobre la fiscalía y el poder judicial.
El proceso en contra de Cuevas dividió a Morena. Ricardo Monreal, ex alcalde en Cuauhtémoc, sostuvo que no hay precedentes de un caso similar en la capital, por lo que se dijo preocupado por el estado de derecho, ya que se debe decidir únicamente por la vía democrática la permanencia de un alcalde y no mediante “un golpe judicial”, por lo cual las acciones en contra de Cuevas son de corte político y jurídico.
René Bejarano no tardó en brincar en contra de la defensa realizada por Monreal. En su cuenta de Twitter advirtió “Vamos a tener que luchar en contra de @RicardoMonrealA y sus intereses, ya que defiende lo indefendible a una candidata de otros partidos como @SandraCuevas_. Nosotros no lo vamos a permitir. Seguiremos luchando y avanzando con el proyecto de la #4T”, fue el mensaje que acompañó a la grabación del mensaje de Monreal.
En las elecciones de 2021, la oposición ganó en nueve de las 16 alcaldías de la Ciudad de México (Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan). Este golpe sigue doliendo al presidente y a Sheinbaum.
Cuauhtémoc no es cualquier alcaldía de la Ciudad de México, ni tampoco del país. En ella está el corazón económico y político de la República. En Cuauhtémoc se ubica el Palacio Nacional, el Senado de la República, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Gobierno capitalino, no es una minucia y ahora puede caer nuevamente en manos de Morena.
Pero las cosas no paran ahí, Mauricio Tabe, alcalde de oposición en Miguel Hidalgo, sostiene que puede desatarse una persecución en contra de todos los alcaldes que no son de Morena, por medio de la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno Federal.
La invención de delitos parece ser la tónica. Rescatar la capital a como dé lugar es la consigna.