Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
¿Quién perseguía a Debanhi?
¿Quién es el feminicida?
El 8 de abril pasado, a las 10:30 pm, Mario Escobar, le suplicó a su hija Debanhi que no saliera de su casa a una fiesta. Tenía un extraño presentimiento.
Dos minutos antes de que la chica, de 18 años de edad, le indicara que iba a asistir a esa reunión Mario incluso le mostró a Debanhi fotos de chicas desaparecidas en lo que va del año en el Estado de Nuevo León.
Desde que inició su adolescencia, él y su esposa tenían mucho cuidado en llevar a su hija a reuniones, pero cuando Debanhi Susana Escobar Bazaldúa cumplió la mayoría de edad, las cosas cambiaron y la chica se obstinó en que ella podía trasladarse sola. Mario Escobar dio a conocer estos detalles a la prensa, cuando empezó a surgir su desesperación por la hija a la que ya no volvería a ver.
Ahora, en uno de los casos de feminicidio más controversiales en el país, que incluso ha captado la atención de la opinión pública internacional, no hay certeza de quien o quienes pudieron causar su muerte.
En los videos dados a conocer a los medios de comunicación por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León el miércoles pasado, hay más dudas que respuestas y profundizan la incertidumbre y el enojo social sobre el caso que ha generado expectación.
En uno de los videos se observa claramente a Debanhi Escobar correr desde la entrada del Motel Nueva Castilla, en donde se encuentra la “pluma” de entrada hacia el interior. ¿Quién o quiénes la perseguían? ¿De que huía? Estas son algunas de las preguntas clave que deben ser respondidas por las autoridades.
La pretendida cronología mostrada por los videos, inicia a las 11:30 pm de ese 8 de abril, cuando Debanhi y dos de sus amigas compran una botella de licor en una tienda de convivencia, lo que puede ser lo más normal del mundo, si se considera que se dirigían a una fiesta.
A la 1:20 am se observa cuando la chica baja de un taxi de aplicación frente a la Finca Diamante, en el municipio de Escobedo, y se une a ella un grupo de jóvenes para ingresar al lugar.
A la 1:30 am, se ve correr a la chica, pero es alcanzada con un muchacho, con quien discute: Él la jalonea y ella le tira una patada. Hay manotazos de los dos lados. En seguida se observa a quienes pueden ser sus amigos reunirse en torno a Debanhi.
A partir de ahí todo se vuelve poco claro. Se observa cuando llega el mismo auto de alquiler que alquiló para voverla a recoger. Primero se le ve en el asiento trasero, luego en el delantero. A las 4:26 am, Debanhi baja del auto; a las 4:29 es captada caminando frente a la empresa de transporte Alcosa, ubicada sobre la carretera Monterrey-Nuevo Laredo. Se le nota acercarse a la empresa en la más completa soledad.
A las 4:33 (el cronómetro del video marca 4:35 por dos minutos de adelanto), la imagen capta un momento que puede considerarse como crítico, porque se le ve asomarse a través de un restaurante del Motel, que estaba desocupado. Se pierde por unos minutos y a las 4:56 am se ve como corre por la entrada del establecimiento ¿Huía de alguien? Posteriormente, se le ve nuevamente, por segundos, frente al restaurante y después correr por la barda de la construcción. Ya no es captada más por video.
Las posturas son encontradas respecto a lo que sucedió en esas horas. Ivonne y Sarahí, amigas de Debanhi declararon ante las autoridades que la chica había bebido en exceso y que se había puesto demasiado agresiva, situación que fue confirmada por el chofer de aplicación que supuestamente la trasladaría a su casa, Juan David Cuéllar, quien finalmente la dejó sobre la carretera, sola, como le pidió la chica, de acuerdo con su versión.
Totalmente en una postura contraria, Mario Escobar, el padre de la chica, encontrada en la cisterna del motel días después de su asistencia a esa fiesta, señala con contundencia que su hija fue asesinada y no es creíble la versión de que cayó accidentalmente en la cisterna, como señala la Fiscalía. Acusa directamente al taxista de acosarla.
La foto de Debanhi tomada por el taxista en la carretera, cuando ella pidió bajarse del vehículo, se convertiría en una coartada del conductor para exculparse de todo, de acuerdo con el padre de la chica.
“Definitivamente esto es un asesinato”, enfatizó y aseguró que ha recibido amenazas de muerte. “No tengo miedo a nada, no me importa que me sigan amenazando de muerte. ¿Quién? No sé, pero no tengo miedo. Gracias a Dios, en la bóveda que le hice a mi hija hay tres lugares y si necesito llegar a ese lugar para encontrar la verdad, voy a llegar, no me interesa. El cajón ya está ahí, ya tengo los tres lugares para ir a la laguna, en dado caso de que así sea. No tengo miedo”, sostuvo.
Es necesario aclarar minuto a minuto que sucedió en la fiesta a la que acudió Debanhi. Con quienes pudo haber tenido controversias y quienes pudieron haber actuado en su contra y, sobre todo, de quién huía, como se puede observar en el video grabado en el motel.
Es preciso que sigan los interrogatorios con las amigas de Debanhi y sus acompañantes y con el taxista para encontrar motivaciones ocultas en la muerte de la estudiante.
Hay dos puntos fundamentales: deben conocerse los exámenes de toxicología de la chica para determinar si alguien le pudo haber dado alguna bebida adulterada o suministrado una droga en la fiesta, sin que ella se haya dado cuenta y saber que contenía la bolsa de la muchacha, sobre lo cual se ha guardado gran sigilo y que en días pasados llevó a la conductora de Milenio TV, Azucena Uresti, a afirmar que la familia había preferido guardar secrecía sobre este tema.
Supuestamente el examen de toxicología en el cuerpo sin vida se retrasó por el tiempo que pasó en el agua de la cisterna, porque pudo haber alterado los resultados.
La Fiscalía de Nuevo León debe mantener la investigación de la muerte de Debanhi, como feminicidio, no sólo por protocolo, como marca la legislación en esa entidad cuando es asesinada una mujer, sino porque los elementos del caso configuran indicios de acoso.
Es intolerable que Debanhi haya sido dejada a su suerte en una carretera oscura en la madrugada por el taxista y sus falsas “amigas”. A un amigo no se le abandona en esas circunstancias. Ya no puede haber más Debanhis en México.