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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de mayo de 2022.- Fue una pelea difícil para Saúl Canelo Álvarez, le faltó defensa y ataque, y perdió por decisión unánime (115-113) ante Dmitry Bivol, quien aún luce el fajín semipesado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Luego del Himno Nacional Mexicano desde la garganta de Carín León, mientras el púgil mexicano lo entonaba y saludaba desde el vestuario, el de EU y sin el de Rusia (por la guerra en Ucrania), el primero en llegar al encordado fue el ruso, entre abucheos, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.
Y luego, el campeón indiscutido de los súpermedianos, por sus cuatro títulos de la división, luciendo un zarape y calzoncillo rosa mexicano con blanco, Dolce & Gabbana, impulsado por el aliento del público, The Final Countdown de Europe y México Lindo y Querido a ritmo de mariachi.
Tras la presentación, sonó la campana, Dmitry soltó, de inmediato, algunos jabs y Saúl respondió tratando de golpear a los lados, potente, pero también se topó contra la guardia de su oponente, quien soltó más los puños.
Ya en el segundo round, ambos abrieron la guardia, un poco y el mexicano recibió un recto y el ruso un uppercut, pero sin contundencia y la campana les dio descanso de un combate que empezaba a crecer.
Canelo, en el 3, en una combinación, conectó el rostro de su oponente con upper, pero el ruso respondió con un uno-dos, que le tocó la misma zona del cuerpo y antes de terminar, Álvarez le repitió la dosis.
Para el cuarto episodio, Bivol lució mejor con combinaciones rápidas, incluso marcó en el rostro al azteca, quien al final se recuperó y le sacudió la cabeza con un uppercut, con poderío.
Luego de una combinación de Dmitry, sin respuesta, Saúl se encendió por la sacudida y con los brazos, lo llamó a seguir atacando, pero la campana terminó el peor round para el mexicano, el quinto.
Tras el sexto, con dominio del ruso, el público alentó a Saúl en el 7, tibiamente, se notaba la preocupación, pues no encontraba los espacios entre la guardia para golpear, es más, al final un par de goles lo aventaron contra las cuerdas.
En el octavo, los puños y las rodillas de Álvarez tocaron la lona, pero no contó como caída, porque fue por un jalón de su oponente. Para el noveno, inició al frente, movió mejor la cintura para esquivar las combinaciones e incluso, conectó, al menos un gancho al hígado y en el rostro, pero le faltó fuerza.
En el 10 y 11, el mexicano siguió sin encontrar el camino a la victoria y en el cierre del combate, en el 12, Bivol terminó más fresco, intentando combinaciones y parecía claro que no perdería su fajín, y no lo perdió.