Consejos tecnicos escolares, la guía para transformar la educación: SEP
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de junio de 2022.- Es necesario fortalecer la capacidad recaudatoria del Estado para enfrentar los problemas económicos, de empobrecimiento y alta desigualdad, lo cual debe acompañarse con un discurso claro: para qué se quiere aumentar impuestos, quiénes deben pagarlos y explorar nuevos mecanismos de fiscalización pública del gasto.
Así lo afirmó el investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, José Ignacio Casar Pérez, quien detalló que la necesidad de incrementar los ingresos debe perseguir la promoción del desarrollo, es decir, favorecer la condición de los servicios, mejorar la distribución del ingreso y la inversión pública con el objetivo de elevar el crecimiento.
Durante el Foro “Desigualdades y Fiscalidad”, como parte de las actividades de la 9ª Novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones, CLACSO 2022, aseguró:
La cuestión fiscal no es un tema técnico sino político y moral. Es parte del arreglo básico de la sociedad sobre cuáles son las tareas que debe enfrentar colectivamente y cómo se distribuye su costo entre sus miembros.
Combate a la corrupción costó 9 mil mdp en 2021
Mariel Miranda Miranda y Santiago Martínez Hernández, investigadores del Programa de Democracia, Anticorrupción y Desigualdades, de la asociación civil Transparencia Mexicana, expusieron que el combate a la corrupción es una manera de luchar contra las desigualdades en el país. De acuerdo con el INEGI, en 2021 este fenómeno costó aproximadamente nueve mil millones de pesos.
Dijeron que de acuerdo con Oxfam, 70 por ciento de la población considera que es legítimo no pagar impuestos si el gobierno es corrupto. Además, el Latinobarómetro 2021 reveló que 26 por ciento de encuestados en América Latina y el Caribe se las arreglaron para no hacerlo; las tres razones son: su insatisfacción con la democracia, desconfianza en las instituciones e inconformidad con los servicios públicos.
Los investigadores aseguraron que otro motivo por el cual tampoco se recaudan más es porque el Estado está capturado por actores con intereses que impiden lograr los acuerdos para reducir las desigualdades. Ejemplificaron casos de Estados Unidos y Chile en la que legisladores han detenido iniciativas para regular industrias o normar el uso de bienes como el agua, en los cuales tienen conflicto de interés.
En México, aunque los empleados de gobierno tienen la obligación de hacer públicos sus intereses, se ha detectado que 90 por ciento los oculta, 54 por ciento no presenta este tipo de declaración y 33 por ciento dice que carece de ellos. Además, los congresos censuran este tipo de manifestaciones.
Marcio Pochmann, académico del Instituto de Economía, de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, refirió que la generación de nuevos impuestos no es un problema técnico sino de naturaleza política, pues se requiere construir acuerdos para lograr mayor tributación entre los más ricos.
Expuso que en ese país latinoamericano, por ejemplo, la población cuyos ingresos son de hasta dos salarios mínimos destina 40 por ciento –a través de los precios– a pagar contribuciones, mientras que quienes perciben cinco salarios aportan el 16 por ciento.
A ello se debe agregar que en la actual convergencia política se percibe al Estado no como parte de la solución, sino como el problema central y pareciera que mientras más se retraiga, es mejor. El experto también señaló que hasta ahora las mayorías políticas han servido más para proteger a los ricos que a los pobres.