El presupuesto es un laberinto
Monsanto pierde otra vez
Monsanto tendrá que pagar 25 millones de dólares a un jubilado que demandó a la compañía por causarle un cáncer, derivado del uso del herbicida Roundup.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este martes un recurso de la empresa absorbida por Bayer. El tribunal no ha justificado su decisión, la cual puede acarrear graves consecuencias al grupo, objeto de más de 30,000 denuncias similares. Bayer afirma haber reservado 4,500 millones de dólares adicionales para hacer frente a nuevos procedimientos judiciales.
La compañía expuso en un comunicado “no admitir ningún fallo ni responsabilidad” y “sigue apoyando sus productos Roundup, una herramienta valiosa para una producción agrícola eficaz en el mundo”, agregó.
Edwin Hardeman, a quien se le diagnosticó un linfoma de Hodgkin en 2015, fue uno de los primeros en demandar a Monsanto al afirmar que su cáncer se debió al herbicida que usó en su propiedad durante 25 años y acusó al grupo de engañar a los usuarios al asegurar que el glifosato era inofensivo.
Monsanto insiste en que ningún estudio ha concluido que el glifosato y Roundup, el cual se comercializa desde la década de 1970, son peligrosos.
Sin embargo, miles de personas han demandado a la compañía por contraer cáncer de piel, luego de utilizar los químicos a base de glifosato y usados en plantas.
El gobierno mexicano decretó en 2020 la prohibición de estos fertilizantes, aunque se hará paulatinamente hasta cancelarlo totalmente en el 2024. Este herbicida se usa mayormente en cultivos de maíz y cítricos. El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) sugirió disminuir la importación este año 50 por ciento más que el anterior.
Hace décadas que ya no es inverosímil que la compañía alemana insista en que sus productos son inofensivos, simplemente porque las pérdidas monetarias para la empresa son mínimas. El glifosato sigue siendo el herbicida agrícola más usado en el mundo. Pero hay investigaciones que definen a este herbicida como un potencial cancerígeno, así como un detonador de daños graves a la salud humana y al ambiente. Asimismo, existen pruebas de que se ha reducido drásticamente la población de abejas y la fertilidad de los suelos debido a estos químicos.
Numerosos estudios científicos asocian al glifosato con disfunciones endocrinas; alteraciones metabólicas; estrés oxidativo celular, y el desarrollo de enfermedades neurológicas y crónico-degenerativas. También se ha relacionado al glifosato con la contaminación del agua y los suelos, por inhibir la reproducción de microorganismos benéficos para la fertilización de la tierra y reducir la población de insectos y polinizadores.
En México, varios organismos luchan contra esta amenaza. En el Sur, los mayas guardianes de las abejas frenaron el uso de soya genéticamente modificada por Monsanto, cultivos que afectaban colmenas y que de hecho acabaron con millones de abejas, lo cual pone en riesgo a la soberanía alimentaria mexicana, dado que 19 por ciento de la producción agrícola nacional depende directamente de la polinización de las abejas.
En 2017 se revocaron permisos a Monsanto para cultivar soya genéticamente modificada en siete estados de México. Nuestra nación es el décimo productor mundial de miel, con más de 54 mil toneladas anuales, que además de abastecer el mercado interno atienden la demanda de 33 países, entre ellos: Estados Unidos, Colombia, Alemania, Países Bajos, Francia, Reino Unido, Suiza, Bélgica, España, Arabia Saudita y Japón.
Bayer-Monsanto se aferra a seguir en suelo mexicano. Incluso demandó al Estado por pérdidas financieras después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador determinara la prohibición de sus fertilizantes para 2024. La gigante farmacéutica sigue desestimando las pruebas científicas relacionadas a su producto y la peligrosidad de este. Ahora buscan responsabilizar a México por las pérdidas monetarias millonarias que pudieran surgir tras la aplicación del decreto prohibicionista del glifosato.
En México hay una oportunidad muy grande de ser más eficientes en la producción de alimentos, ya que sólo se fertiliza el 35 por ciento de la superficie sembrada, comparada con el 70 a 90 por ciento que se fertiliza en otros países.
Desde el centro
Aumenta 25 por ciento la producción de miel en cinco estados. Con una inversión de cinco millones de pesos se atendió el año pasado a 32 mil colmenas, que pasaron de producir en promedio 800 toneladas anuales de miel a mil toneladas anuales, lo que presenta una ganancia para los productores de alrededor de ocho millones de pesos. México es el décimo productor mundial de miel, con más de 54 mil toneladas anuales. Además de surtir el mercado interno, en los últimos años las exportaciones mexicanas llegaron a 33 países, entre ellos, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Países Bajos, Francia, Reino Unido, Suiza, Bélgica, España, Arabia Saudita y Japón. Asimismo, las abejas, junto con las mariposas, pájaros, polillas, escarabajos y murciélagos, son responsables de la polinización de más de 80 por ciento de los cultivos agrícolas en el país, ya que recolectan el polen de las plantas y lo transportan hacia otra flor para fecundar los óvulos y así contribuir a la producción de semillas de frutas y hortalizas como frijol, chile, tomate, calabaza, jitomate, ciruela, mango, manzana, guayaba y café, entre otros.