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CIUDAD DE MÉXICO. 4 de julio de 2022.- Aunque la Ciudad de México se precia de ser una urbe incluyente, que condena el racismo, la discriminación y la homofobia, existen espacios públicos en lo que persisten prejuicios y exclusión, como el Parque La Mexicana, ubicado en la zona de Santa Fe, acumula una serie de señalamientos por segregar y distinguir con criterios poco claros quienes puede hacer uso de alguno de 60 mil metros cuadrados.
Por medio de redes sociales y denuncias ante la alcaldía Cuajimalpa se han dado a conocer hechos en los que se presumen conductas discriminatorias por parte del personal de seguridad privada y de quienes administran el espacio a cargo del fideicomiso formado por la Asociación de Colonos de Santa Fe.
Las quejas, que se han vuelto virales e incluso han acarreado protestas de la sociedad civil, forman un amplio catálogo de prejuicios, conductas excluyentes y machistas, cuyas víctimas han sido mujeres a quienes se les ha pedido abandonar el parque o cubrirse por portar un una prenda de vestir conocida como bralette.
Además, integrantes de la comunidad LGTBQI han sido expulsados por su vestimenta o maquillaje; y prohíben la presencia de grupos numerosos de personas y hasta de perros, los cuales no pueden ingresar si son más de cuatro.
Usar alguna zona del parque para tomar fotos de la graduación de una generación de alumnos debe contar con un permiso que puede llegar a tener un costo de hasta 13 mil pesos, según testimonios recogidos en redes sociales.
Aunque en su página de internet, el Parque La Mexicana exhibe las reglas que deben de observar los visitantes, éstas se aplican de manera sesgada con el argumento de que se trata de un espacio que es administrado por fideicomiso y presumen estar facultados para restringir la admisión y el uso de un espacio público.
Recientemente a una familia que acudió acompañada por cinco perros para pasearlos por el parque, se les negó el acceso injustamente presumiendo que sólo pueden ingresar dos mascotas acompañadas por una persona.
Sin embargo, el reglamento que se exhibe al público señala que las mascotas no pueden ser paseadas sin correa y no hace mención de ninguno de los motivos del personal de seguridad privada.
En el video tomado por el propio visitante, se aprecia que por más de 40 minutos fue hostigado primero por personal de seguridad privada del parque, trabajadores administrativos y posteriormente por agentes de la Policía Bancaria e Industrial que amagaron con remitirlo junto a los canes con el juez cívico ante la negativa de retirarse del parque.