Contexto
Calor y sequias, futuro apocalíptico
La amenazante ola de calor que se extienda ya por todo el mundo no es un fenómeno climatológico pasajero que deba subestimarse, está en riesgo la humanidad misma. A los calores extremos de más de 45 grados, la falta de lluvias en diversas y amplias zonas del globo terráqueo, se sumarán la proliferación de incendios y la devastación de zonas boscosas y selváticas. El agua dulce también escaseará y su obtención será cada día más difícil y cara.
La Tierra con su milenaria sabiduría nos advierte de un futuro apocalíptico, pero no entendemos.
Recientemente la Nasa, la agencia de investigación espacial de los Estados Unidos, ha dado a conocer un mapa virtual de las zonas del planeta que registran altas temperaturas –cercanas a los 45 grados—en lugares impensables de Europa, Asía, África y la misma nación vecina. México y diversos países de Latinoamérica no están a salvo del conflicto por venir.
Vemos que, en el país, el norte es fuertemente castigado por la falta de lluvias. Entidades como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Baja California y Sonora recienten fuertemente su ausencia. No solo los hatos ganaderos y las siembras son dañados, sino también los pobladores de ciudades importantes como Monterrey, con más de dos meses sin lluvias y abasto del vital líquido.
De baja California Norte reportan ya fallecimientos por golpe de calor y sed. Nueve en las últimas horas que mantienen en alerta roja a las autoridades sanitarias. En Europa, concretamente Portugal y España mencionan ya fallecimientos por golpes de calor. Desde Chihuahua llegan noticias de temperaturas de casi 50 grados y la exigencia de que la gente se hidrate con agua y suero. Asombra la nota que informa sobre el acaparamiento de miles de litros cúbicos por parte de las refresqueras y cerveceras para producir sus bebidas.
Escuchamos desde la tribuna de la Comisión Permanente de la Cámara de diputados que el grave problema de escasez de agua en el país “se debe al elevado número de concesiones otorgadas en otros sexenios a trasnacionales”. Son más de 5 mil 600 las cuales les permiten acaparar el recurso, afirmó el senador Alejandro Armenia, mientras su par Israel Zamora PVEM destacó que “50 mil millones de litros de agua se los llevan las empresas y la industria y tan sólo mil son para consumo humano”.
Los datos de los legisladores apuntan a más: Heineken, Dos Equis, Bohemia poseen 51 concesiones, Stella Bud Ligth 32 lo que significan otros miles de millones de litros. Grupo Lala 13 permisos, Nestlé 13, Apasco 59. Las farmacéuticas se repartieron la mitad de los mantos freáticos del país. Pfizer Bayer Johnson 89 licencias. Kimberly Clark 92. Por eso – afirman los legisladores- no hay agua en México para consumo humano. Entre 12. 5 y 15 millones de habitantes no tienen acceso al agua potable según datos de la UNAM. Además, el país es el quinto mayor consumidor del líquido con 366 litros per cápita al día y el uso agrícola se lleva 76 por ciento.
A la presente canícula se suma un incremento sustantivo en el calentamiento del planeta. Sólo los ciegos y aquellos que no confían en la Ciencia no lo quieren ver. El creciente uso de los combustibles fósiles en todos los procesos de industrialización nos ha llevado a una situación ya insostenible que debe ser revertida con el concurso de todos, so riesgo de dejarle a las futuras generaciones un páramo mundial. México lejos de apostarle a las energías limpias y renovables, ha volteado al pasado y depender más del petróleo y el carbón. A lo que se ha dicho que la postura de México “mina la capacidad para combatir el cambio climático”.
Desde los mismos Estados Unidos, nos advierten que vendrán una serie de controversias y posibles multas por no cumplir con los acuerdos del recién firmado Tratado firmado entre México, Estados Unidos y Canadá (T MEC). También el mandatario de aquel país, envía un mensaje de carácter global al advertir que es necesario combatir la amenaza mundial del calentamiento global, pues una amenaza existencial, y de ahí que su país destinará dos mil 300 millones de dólares para enfrentar la amenaza e impulsar la energía eólica.
La presente ola de calor, en plena canícula, no será ni la primera ni la última en registrarse. Vendrán más y más severas. El calentamiento global es un hecho innegable e insostenible, va contra nuestra misma existencia.