Menor expectativa de crecimiento mexicano baja calificación de HR Ratings
CIUDAD DE MEXICO, 4 de agosto de 2022.- La generación de más y mejores puestos de trabajo para los jóvenes es un desafío importante en América Latina y el Caribe, donde su ingreso a la vida laboral está marcado por altas tasas de desocupación e informalidad.
La crisis por Covid 19 en los mercados de trabajo elevó la tasa de desocupación entre los jóvenes latinoamericanos y caribeños por encima de 20 por ciento, una proporción que triplica la tasa de los adultos y es más del doble que la tasa general de desempleo promedio en la región. En números absolutos, son más de 10 millones de jóvenes que buscan empleo sin conseguirlo.
Por otra parte, seis de cada 10 jóvenes que si consiguen ocupación se ven obligados a aceptar empleos en la economía informal, lo que en general implica malas condiciones de trabajo, sin protección ni derechos, y con bajos salarios y baja productividad.
Se estima que unos 20 millones de jóvenes en la región no estudian ni trabajan, debido en gran parte a la frustración y el desaliento por la falta de oportunidades en el mercado laboral.
Los problemas relacionados con el empleo juvenil demandan la adopción de políticas específicas destinadas a mejorar sus oportunidades en el mercado de trabajo.
Hay un abanico de opciones y de buenas prácticas, como por ejemplo:
El desempleo y el subempleo juvenil impiden aprovechar el potencial de la generación mejor formada y educada que hemos tenido.