Poder y dinero
Calor 3
Sin agua, pero con el país ardiendo
Llegaron las benditas lluvias al norte del país. El agua inundó calles y casas de la sedienta Sonora y pese a ello significó alegría. De inmediato se anunció la siembra de miles de hectáreas para producir alimentos para nuestro consumo y del ganado. El vital líquido fluyo hacia ríos, lagunas y presas
Empero, la emergencia por el agua es, cada día, más evidente, pues la carencia del líquido en las presas hace que un mayor número de hogares reporten fallas en el suministro del elemento, tanto así que hasta finales de 2021 se detectó que cinco millones 906 mil hogares en el país han experimentado falta de agua.
Si bien es cierto que la cifra, reportada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) sólo representa 16.3 por ciento de los domicilios en México, lo preocupante es que esta ha crecido en 10.7 puntos porcentuales respecto a lo registrado en 2015.
El mismo organismo del sector público considera que el alcance de los daños “no se ha documentado lo suficiente, por lo que no se tienen estimaciones anuales”. No obstante la información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el 2015 reportó una cobertura nacional de agua de 94.4 por ciento, lo cual indica que sólo 5.6 por ciento de los hogares mexicanos no tenían servicio de agua en su interior, cifra contrastante con los datos obtenidos por el INSP a finales de 2021 que mostraron que alrededor de 16.3 por ciento de los hogares reportaron experiencias adversas relacionadas con la falta del agua.
Para los estudiosos del tema, la ausencia de agua es una variante que provoca la inseguridad hídrica, misma que tiene impactos perjudiciales en la salud mental, nutricional y física de las personas, así como en el bienestar económico y político de quien lo padece; sin embargo, el panorama a largo plazo es cada vez más desalentador.
Lo anterior debido a que hasta el 30 de julio no había ninguna entidad que no tuviera afectaciones por la sequía y según el Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de las 210 presas que maneja la Conagua, 114 se encontraban a menos de 50 por ciento de su capacidad, es decir 54 por ciento del total.
Al respecto, el INSP hizo un llamado a fomentar el derecho al agua, pues está relacionado con otros derechos fundamentales como la alimentación y la salud, es decir, que el derecho al agua afectará directamente la nutrición de los individuos, las enfermedades en una región, la economía, entre otros.
Para dar soluciones al grave problema, el gobierno federal anunció en días recientes un veto para surtir de agua a las cerveceras instaladas en el norte del país, con la invitación de que se muden o instalen en el futuro próximo en el sureste del país, donde hay abundancia del vital líquido. Tan así, que en épocas de lluvias y huracanes registran fuertes inundaciones.
En respuesta, pues, al problema del abasto de agua, el gobierno federal ha decidido que se aplicará una veda en el norte del país para que las empresas cerveceras no pueda abrir más plantas en las entidades afectadas por la sequía. La idea del presidente López Obrador no es frenar la producción sino fomentar que estas industrias se instalen en el sur y sureste del país.
López Obrador les dijo a los empresarios de las cerveceras que, si quieren seguir produciendo la bebida, contarán con todo el apoyo para hacerlo en el sur y el sureste, donde se ubican los ríos Grijalva (Tabasco), el Usumacinta (Chiapas) y el Papaloapan (Veracruz).
En una de sus conocidas mañaneras, López Obrador advirtió a los cerveceros que, como Estado, “vamos a intervenir, aunque a los neoliberales no les guste eso y quisieran que lo económico se situara por encima de todo”. Hasta el momento, Heineken México, el mayor productor de cerveza en el país y propietaria de la Cervecería Cuauhtémoc no ha respondido a la demanda presidencial. Veremos en los siguientes días la respuesta de los industriales de la cerveza.
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En otros temas, lo visto en días recientes en Guanajuato y Jalisco –balaceras, bloqueos, incendios de negocios, despojo de autos—no son actos aislados de violencia incendiaria. Es terrorismo puro.
Para burlar a las fuerzas del orden (Ejercito y Guardia Nacional), elementos del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), rompieron el operativo, causando un gigantesco caos que provocó miedo y pánico entre los ciudadanos que se movían por el lugar.
Las notas periodísticas señalan que en los linderos de Guanajuato y Jalisco se encontraba el máximo líder del cártel más poderoso del país: Nemesio Rubén Oceguera, quien despareció entre el humo del fuego y las balas de metralla, pero en cambio fueron aprehendidos dos capos de dicha agrupación Roberto Ruiz y Gerardo González.
El país arde en violencia e implora por agua y paz.