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CIUDAD DE MÉXICO, 18 de agosto de 2022.- El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, aseveró que la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fue un crimen de Estado, en cual concurrieron los integrantes del grupo delincuencial Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones.
Al presentar las conclusiones del informe sobre el caso Ayotzinapa, elaborado por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, Encinas refirió que existen evidencias para presumir que “autoridades federales y estatales del más alto nivel” pudieron haber alterado hechos y circunstancias para propiciar una conclusión ajena a la verdad de los hechos.
“La versión de la verdad histórica fue una acción concertada del aparato del poder, desde el más alto nivel de Gobierno, que ocultó la verdad de los hechos, alteró las escenas del crimen, ocultó los vínculos con el grupo delictivo y la participación de agentes del Estado, fuerzas de seguridad y autoridades de procuración de justicia en la desaparición de los estudiantes. En resumen, se trató de un crimen de Estado”, sostuvo Alejandro Encinas.
Reiteró que en todo momento autoridades de los tres órdenes de Gobierno tuvieron conocimiento de las actividades que realizaban los estudiantes desde la salida de la Escuela Raúl Isidro Burgos el 26 de septiembre de 2014 hasta su desaparición.
“Sus acciones, omisiones y participaciones permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes y el homicidio de otras seis personas”, aseguró.
Encinas aseguró que los estudiantes nunca tuvieron la intención de boicotear el informe de actividades de la presidenta del DIF de Iguala y esposa del edil José Luis Abarca, María Pineda.
“El grupo delictivo actuó con un amplio número de sicarios y halcones a partir de un mando central, y al menos tres células de solitarios y halcones con el apoyo de distintas Policías y agentes del estado.
“Nunca existió comunicación entre los estudiantes de Iguala y el grupo delictivo durante los hechos. Tras la salida de la central de autobuses, en ningún momento los estudiantes estuvieron juntos tras su desaparición. Nunca estuvieron en el basurero de Cocula”, resaltó Encinas.
En la detención de los estudiantes intervino la Policía de Iguala y la presencia de policías de Huitzuco en la Presidencia Municipal de Iguala, y el traslado de un autobús sin pasajeros hacia Morelos librando los 16 retenes establecidos en la ruta, en el que se presume contenía droga que fue recuperada y que presuntamente originó el despliegue de Guerreros Unidos cuando los estudiantes intentaron apoderarse de autobuses.
“Al filo de las 22:45 horas del 26 de septiembre de 2014, tras los hechos de persecución, se dio la orden de desaparecer a los estudiantes.
“Se confirmó la identificación de tres de los 43 estudiantes desaparecidos. No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren con vida, por el contrario todos los testimonios acreditan que fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, recalcó el informe presentado por Encinas minutos antes a los padres de los estudiantes.
El informe considera que es necesario continuar la búsqueda de restos en la zona del Río Balsa, la Laguna del Nuevo Balsas, en el municipio de Cocula, en la Barranca de Tonalapa del municipio de Tepecuaculco y en otros parajes.
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