Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de agosto de 2022.- En México, los niveles de consumo y desperdicio de agua son muy altos, pero, por el contrario, su reutilización, reciclaje, tratamiento y ahorro son limitados. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, en nuestro país, el consumo de agua se divide en 76 por ciento destinado a la agricultura, 14 por ciento va para el consumo humano, 5 por ciento se utiliza en la industria y otro 5 por ciento es para la producción de energía.
Cifras de la UNAM señalan que, en México, 40 por ciento del agua potable para uso humano se desperdicia debido a fugas y sistemas de distribución deficientes; mientras que en el sector agropecuario hasta 60 por ciento de su consumo resulta en pérdida a causa de la falta de tecnología para riego, fugas y otros factores. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, el planeta Tierra verá un déficit de agua fresca para 2030 de 56 por ciento, por ello, es importante tomar acciones que reviertan el estrés hídrico en el que se encuentran muchas ciudades de nuestro país y el mundo.
Esteban Guáqueta, Gerente de Marketing de Nalco Water de Ecolab para Latinoamérica, advirtió que se debe trabajar en conjunto con la sociedad y las autoridades para, primeramente, crear reflexión en todos los involucrados sobre la importancia del agua y posteriormente acelerar las acciones que reduzcan el consumo, reduzcan el desperdicio y fomenten el tratamiento, el reciclaje y la reutilización del líquido.
“Ahora que tenemos mucho más visible la distribución del agua disponible para el consumo, sabemos que solo el 1 por ciento del agua del mundo es agua fresca. La pregunta ahora es: ¿Estamos dando el verdadero valor al agua? El entendimiento de la criticidad de la administración del agua está incrementando y en la medida que le damos el verdadero valor, debemos entender también los riesgos de no hacer nada. Cuidar los activos, entrar en mercados cada vez más regulados y los riesgos financieros en un ambiente en donde la reputación también está en juego es la base de los planes de acción. Sabemos que estamos facilitando la eficiencia operativa de las empresas y la productividad en las más de 40 industrias en las que estamos presentes y creemos firmemente que es posible la transición a una economía sostenible, mediante la oferta de soluciones, tecnología y protocolos que facilitan el ahorro y evitan el desperdicio de recursos vitales como el agua e incentivan contribuciones positivas”.
Dentro de la industria, el agua tiene diversas aplicaciones, por ejemplo, como vehículo energético, de transporte, disolvente, en operaciones de lavado, disipador de calor, etcétera, sin embargo, su impacto negativo en el ambiente está más relacionado con las descargas de agua residual industrial no reguladas, que con la cantidad de agua que consume. Las descargas industriales fuera de la normatividad mexicana generan 340 por ciento más contaminación que las municipales, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y para 2050, el sector industrial aumentaría su demanda de agua hasta 400 por ciento, si no se modifican los procesos y las políticas de consumo, de acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
Para 2030, Ecolab busca lograr un impacto positivo a nivel global en el agua mediante la restauración de por lo menos 50 por ciento del líquido extraído para sus actividades, lo que representa 40 por ciento de aportación por unidad de producción de toda la empresa a nivel global, mediante la obtención de las certificaciones “Alliance for Water Stewardship (AWS)” en las operaciones localizadas en cuencas hidrográficas de alto riesgo. El avance hasta 2021 es de 72 por ciento.
En México, las acciones de Ecolab en sus plantas de Lerma y Cuautitlán se reflejaron en reconocimiento para ambas instalaciones por promover el uso responsable del agua, lo que convierte a la empresa en referente global para la administración del líquido gracias a la generación de impactos positivos y significativos en las comunidades donde se ubican.
Este proyecto logrará, en primer lugar, que en los centros operativos de Ecolab localizados en el Estado de México se reduzca el consumo de agua 20 por ciento anualmente hasta llegar a cero en 2024, a la par que detonará inversiones en tecnología para recortar en casi 20% sus emisiones para 2030, además del aprovechamiento de aguas pluviales y residuales.
“Los líderes industriales están tomando acción para entender los riesgos en toda su cadena de valor. Digitalizar el agua permite entender, con datos basados en ciencia, las acciones que se deben tomar para garantizar un futuro sustentable de los recursos. Water Risk Monetizer es una herramienta tecnológica que permite a las empresas entender el verdadero valor del agua que se está utilizando y su efecto en la salud de las personas y ecosistemas. Esto permite que los líderes puedan crear casos de negocio que sean la base de crecimiento e inversión de sus industrias con el valor real y futuro de la gestión de uno de los recursos vitales como es el agua.
En Ecolab buscamos conservar 300 mil millones de galones de agua al año, lo que equivale a las necesidades de agua potable de mil millones de personas. En 2021, se registra un avance en esta meta de 72 por ciento, que equivale a 215 mil millones de galones ahorrados. Ese tipo de acciones son las que realizamos para generar impacto y cambiar a modelos de negocio sustentables”, finalizó Guáqueta.