Visión financiera/Georgina Howard
Se pone intensa la lucha por la candidatura de Morena
Las últimas semanas se ha tornado más intensa e interesante la lucha por la candidatura de Morena para la Presidencia de la República en 2024. Y es que de un escenario que dibujaba prácticamente una sola opción para la postulación, hemos pasado a un escenario con nuevos jugadores con posibilidades reales de conseguir la candidatura y de una ruptura anticipada en las filas del partido del Presidente.
Enfrente Morena y AMLO tienen a una oposición sin figuras que puedan ser por sí mismas competitivas y otras que rayan en una patética nostalgia de viejas glorias y que dependerían casi totalmente del voto duro de los partidos coaligados.
En este adelantado proceso de selección de quien puede suceder a Andrés Manuel López Obrador como primer mandatario vemos una desgastada ya Claudia Sheinbaum que trae a cuestas el haber sido ubicada como la favorita del Presidente casi desde el primer minuto del sexenio y además la derrota sufrida por la Jefa de Gobierno en las elecciones intermedias de 2021 en las que perdió ante la alianza PRI-PAN-PRD nueve de las 16 alcaldías de la Ciudad de México.
Así, en ese contexto que entra a la competencia, con el empuje propio de quien fresco inicia una carrera, el secretario de Gobernación Adán Augusto López, paisano y compadre de AMLO, quien poco a poco cobra mayor visibilidad y relevancia en la búsqueda de la postulación presidencial morenista y mucho más a últimas fechas tras la gira nacional que comenzó con el pretexto de “amarrar” el voto de los congresos estatales en favor de la reforma que aprobó el Congreso de la Unión para mantener a las fuerzas armadas en labores de seguridad pública hasta 2028 y pasar a la Sedena el mando y la administración de la Guardia Nacional.
Así, mientras Sheinbaum se toma selfies con personajes como el piloto de F1 Sergio El Checo Pérez o acepta mesurada invitaciones a dar conferencias y aprovecha para dar entrevistas y mantenerse el ojo público, el titular de la Segob echó toda la carne al asador y se lanzó a darle la vuelta al país y conseguir apoyos no sólo en su partido sino hasta en la oposición.
Mientras tanto, tal parece que López Obrador pretende administrar los tiempos y costos de la anunciada ruptura del senador Ricardo Monreal al lanzarle a la totalmente impresentable y genuflexa gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que en su show del Martes del Jaguar presenta audios de grabaciones producto del espionaje telefónico que, truqueados o no, son absolutamente ilegales y por las que ya debería estar siendo investigada por la Fiscalía General de la República.
Pero como alfil de Palacio Nacional, la gobernadora de Campeche, goza de total impunidad y ya le aplicó esa receta al líder del PRI Alejandro Moreno para quebrar la alianza opositora y obtener su apoyo para las reformas de la Guardia Nacional y la político-electoral y con la que ahora pretende forzar la salida de Ricardo Monreal de Morena poniéndole el estigma de supuestamente haber conspirado contra su partido con el dirigente nacional priísta.
Y que decir del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien sin duda se ha desempeñado con altos estándares de eficiencia y que durante toda la primera mitad del sexenio fue visto como el apaga fuegos y él resuelve todo en el gabinete de ElOeje.
Pues ahora, ante su búsqueda de reconocimiento y popularidad ha llegado al al grado de usar el triste, por decir lo menos, recurso de pintar e la cara de calavera para obtener la atención de los medios durante una celebración multitudinaria por el Día de Muertos en el Paseo de la Reforma.
Así las cosas tal parece que en la recta final de la carrera por la candidatura presidencial de Morena hay dos finalistas y el presidente López obrador de era elegir entre su fiel e incondicional hija política y su compadre y tirado para adelante secretario de Gobernación. Habrá que esperar…
@nojeda