Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Vacaciones, el consumidor como pieza y el Woldenberg real
En tiempos de movilización utilitaria, en este caso la búsqueda de la silla, siempre hay muchos pollos en el asador que también forman parte del mismo engranaje. Mientras los opositores atemorizados rechazaron el Zócalo de la Ciudad de México que les ofreció AMLO y deciden apostarse en el Monumento el domingo próximo, el cambio vacacional para el trabajador se inserta en un embrollo de minucias, desde luego vinculadas con los de la marcha. Dar un poco más de descanso y respiro a la fuerza de empleo se vuelve un berenjenal de situaciones, sobre todo jurídicas ante fechas de concesión y trasciende al aspecto económico de como se reflejará en los cálculos contables de las empresas. Ya el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, menciona la amenaza de la informalidad ante ese aumento de seis días y la “interrupción de la recuperación del mercado de trabajo e inversiones”. Con una idita extra al mar, un viajecito corto o un simple descanso más prolongado en casita, se convulsionará al país y a los cerebros que se han enriquecido por décadas de esa fuerza laboral. Si veinte años no son nada para el extraordinario divo Carlos Gardel, ¿que son seis días extras para las fortunas que concentran el 79 por ciento de la riqueza de México?
ANTE EL ANUNCIO DE DESPEGUE, EL CONSUMIDOR ES LA PIEZA CLAVE DE USO
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) como que no ha sido de los más lucidos en este sexenio, más cuando se presta a proteger a las grandes tiendas contra personas de la tercera edad que han sido agredidas. Es algo de lo que debe responder el procurador de ese organismo. Los cambios que se avizoran, Carlos Slim dixit, no entran todavía en la cabeza de los que ante la crisis, crearon expectativas minoritarias para estar a la altura del consumidor. Una de estas fue la creación de marca libre, empaques más pequeños, reducción en la cantidad en los envases como un mecanismo de subterfugio como el que se les da a los niños en un medicamento amargo. De por si la Profeco nunca ha dejado claro la importancia que tiene el consumidor no solo por la compra, sino por la opción preferencial de decidir. Y el hecho de que las grandes tiendas sobre todo las de venta libre, vivan gracias a esa preferencia. Estas están en manos de 80 por ciento de un consumidor proletario, pero gracias a la procuraduría mencionada, no han querido entender que ese consumidor es el que las mantiene. Ahora los avisos de cambio, alebrestan ya a empresas y a grupos económicos. El grupo de analistas Va por más, señalado en medios, ya se frota las manos con lo que puede ocurrir en eventos próximos, concentraciones masivas, bodas, festivales y todo lo que huela a consumo, porque ese consumo se disparará. Y el consumidor está ahí finalmente en su gran mayoría como un trabajador al que le quieren pichicatear seis días de descanso, como el elemento principal para que de algo sirva: consumir.
JOSÉ WOLDENBERG, EL ECLÉCTICO QUE ENSEÑA SU ROSTRO REAL
En medio de estos asuntos que impactan a las verdaderas masas, se gesta una movilización que lleva cola, presuntamente para defender a un Instituto Nacional Electoral (INE), que de popular no ha tenido nada y que entre otras cosas debe de responder por los fraudes que cometió como Instituto Federal Electoral (IFE) y como INE y el dispendio de sus consejeros. El señor Woldenberg colaborador de un medio que se enfrenta al actual gobierno, fue el primer presidente del IFE tras su creación, pero siempre ha rondado en los intersticios de ese organismo que le dio cierta relevancia. Es cercano al Movimiento de Acción Política (MAP), que avaló la cuestionada presidencia del ahora español Carlos Salinas de Gortari y que no ha cejado sus críticas contra el actual gobierno. Woldenberg siempre se mostró como un moderador político, dando cátedra a grupos avasallantes como pretende hacerlo ahora el panista Santiago Creel para virar el rostro de las escandalosas y llenas de vituperios como Téllez, Ramadán y Gálvez, también de su partido. Pero Woldenberg con esta posición desde luego exhibe lo que realmente es, un personaje más de derecha, que inserto en los grupos que más han atacado un proyecto de cambio, presentará elemento para apoyarlos. Por su pasado y su postura actual, es difícil que convenza.