Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Cambio climático impactará economía
Con la “bomba” glacial que en estos momentos provoca los peores desastres del siglo en los Estados Unidos, no cabe duda de que los siguientes años el enemigo a vencer en el mundo es el cambio climático. En Europa, también lo padecen, sin excepción de país alguno ni de sus habitantes, los efectos de un frío intenso que pronto se agravará por la guerra de Rusia contra Ucrania.
Simultáneamente un equipo de científicos acaba de adelantar el efecto devastador que espera a millones de personas en el Mediterráneo Oriental y el Oriente Medio a causa de las elevadas temperaturas que siguen en aumento.
América Latina no está a salvo de las catástrofes naturales que, a través de huracanes, sequías, incendios e inundaciones, elevarán la pobreza extrema y el número de las tragedias. Y México es una de las naciones que más corren peligro.
La Maestra María Cristina Sánchez Ramírez, investigadora de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, advierte de lo que espera a México en caso de no actuar rápidamente. En su Breve panorama del cambio climático. Avances y compromisos de la COP 27, establece hechos que son, y lo serán más, demasiado inquietantes. Cita:
En el sitio oficial México ante el cambio climático (MACC) se describen los impactos que ha sufrido el país, los cuales dejan al descubierto la pobreza y la desigualdad con la que se enfrentan las poblaciones debido a las condiciones socioeconómicas; a la vulnerabilidad de los ecosistemas naturales; a las características geográficas y climáticas, que han provocado que sus consecuencias sean más visibles para la población tanto en su vida diaria, como en las formas de subsistir económicamente.
Con base en sus fuentes, la investigadora explica que, en los últimos 50 años, las temperaturas promedio en el país han aumentado aproximadamente 0.85 grados centígrados por arriba de la norma climatológica. Se espera que entre 2015 y 2039 el promedio de la temperatura anual haya aumentado 1.5 y 2 grados centígrados en el norte del país. El aumento de la temperatura promedio en 1 grado centígrado podría tener impactos económicos al reducir el crecimiento del PIB per cápita nacional entre 0.77 por ciento y 1.76 por ciento.
Los niveles de precipitación también se han visto afectados en el país. Estos cambios producen pérdidas económicas y vulneran a la agricultura y la ganadería. Se proyecta que entre el 2015 y 2039 podría disminuir la precipitación anual entre un 10 y 20 por ciento aumentando las sequías intensas y prolongadas principalmente en el norte del país.
En cuanto a la agricultura, los cambios tanto en temperatura como en precipitación provocarían un bajo rendimiento en cultivos de maíz, caña de azúcar, sorgo, trigo, arroz, soya (5 a 20 por ciento en las próximas décadas y 80 por ciento para finales de siglo). A finales del siglo, estados como Jalisco, Estado de México, Nayarit, Morelos, Michoacán, Guerrero y Colima, podrían perder entre 30 y 40 por ciento de sus rendimientos de producción de maíz de temporal.
Las sequías no son el único problema, otra afectación del cambio climático es el aumento en la intensidad de ciclones tropicales que afectan al 60 por ciento del territorio nacional con lluvias torrenciales que provocan inundaciones y deslaves. De 1999 a 2017, 91% de los recursos de declaratoria de desastre en México fueron destinados a eventos climáticos.
Durante este periodo, por cada desastre geológico, como los sismos, hubo una ocurrencia de 13 desastres relacionados con el clima y su costo fue 10 veces mayor. Los océanos también han experimentado diversos cambios, pues ha aumentado su temperatura global y se ha registrado la elevación del nivel medio global del mar en 19 cm de 1901 a 2010. En México las zonas que presentan más riesgos son las llanuras costeras del Golfo de México, del Pacífico y la Península de Yucatán.
Un caso que muestra la realidad sobre la desaparición de poblaciones que colindan con los mares en México, está documentada en la investigación que nuevos datos de elevación triplican las estimaciones de vulnerabilidad global al aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras difundida por Central Climate, el cual señala que para el año 2050 más de la cuarta parte del territorio del estado de Tabasco quedará bajo el agua. El segundo estado con mayor riesgo es Campeche (Pie de Página, 2019).
Lo anterior es ya una realidad, pues el periódico El País (2022) en el artículo titulado El pueblo mexicano que se está tragando el mar, describe la situación de emergencia que viven los pobladores de la comunidad de pescadores de El Bosque, Tabasco, que al estar ubicada en la desembocadura del río Grijalva y el Golfo de México, está rodeado de agua y es uno de los primeros lugares en territorio mexicano en el que el aumento al nivel del mar ha arrasado con 40 casas y la escuela, por lo que sus habitantes piden ser reubicados (El País, 2022).
México es un país megadiverso, que ha sido afectado por el cambio climático al provocar la transformación y degradación de los ecosistemas como los bosques tropicales, manglares y a las especies, como se destaca en el Reporte de Impacto Económico del Cambio Climático en México elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) a través de los siguientes datos: Hay 2 mil 583 especies que están en peligro o riesgo de extinción; 67 por ciento de los bosques mexicanos están fragmentados, por lo tanto, hay una reducción en la calidad y cantidad de los hábitats silvestres; la fragmentación más severa de los bosques está localizada en los estados del sur de México, incluyendo Veracruz, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Michoacán y Chiapas; los manglares mexicanos al cubrir 742 mil hectáreas, de las cuales el 55 por ciento se ubica en la península de Yucatán ayudan a mitigar el cambio climático, debido a que, a mayor superficie de manglar, mayor almacén y captura de carbono mediante la conversión de CO2 a carbono19.
Sin embargo, en 2016 la tasa estimada de deforestación de manglar generó alrededor del 10 por ciento de las emisiones globales de carbono por año.