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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de enero de 2023.- Sobre los resultados de la investigación del choque de trenes de la Línea 3, el 7 de enero, que dejó un fallecimiento y 106 lesionados, el vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), Ulises Lara López, señaló que fue producto de dos causas:
“Primera, la quema y corte doloso de los cables ubicados en dos registros de conexión que contienen cableado eléctrico de comunicaciones, señalización y pilotaje automático en la estación Potrero, en sus costados oriente y poniente.
“Segundo, la conducción negligente del tren número 24, que no respetó las medidas de conducción en modo de seguridad, que significa no rebasar los 35 kilómetros por hora (km/h), lo que asegura que ante cualquier eventualidad el conductor pueda responder y evitar accidentes, garantizando reacciones adecuadas, con la distancia y tiempo suficientes, en forma segura”.
Ello, luego de realizar la valuación de los daños, asegurar las cajas negras de los trenes y su contenido fue debidamente interpretado y analizado por expertos en la materia, todo ello, con el objetivo de contar con investigaciones sólidas que permitan esclarecer los hechos y llevar a cabo las judiliciaciones correspondientes.
“Es fundamental que en cada lugar esta Fiscalía ha llevado a cabo la inspección física del área, además de que se fijaron con fotografías y video. Respecto a los vagones, túneles, vías y talleres, también se realizó su inspección física, así como la fijación de material gráfico y la supervisión de las maniobras de retiro de trenes y materiales a los talleres”, añadió Lara López, en mensaje a medios.
Recordó que el viernes 6 de enero de 2023, a las 20 horas, se reportó al Puesto de Control Central una falla en la señalización al interior del túnel, afectando un conjunto de indicaciones que regulan el avance de los trenes.
“A las cero horas del sábado 7 de enero, el equipo de la Gerencia de Mantenimiento Técnico se presentó al cierre de servicio para hacer el diagnostico y detectaron un enorme daño material, causado por la quema de cables de uno de los registros, ubicados en la zona oriente de la estación Portero.
“Por lo que determinaron que la normalización del servicio llevaría el tiempo equivalente a varios turnos de trabajo. Derivado de las averías en el sistema de señalización y con el fin de no intervenir en la prestación del servicio, el Puesto Central de Control estableció, tomando como base los manuales técnicos de operación, la marcha de seguridad para la circulación de los trenes”, detalló.
Marcha de seguridad y cajas negras
Explicó que la marcha de seguridad señala que los operadores deben adoptar conducción manual restringida de los trenes, lo que significa, entre otras cosas, que deben circular a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora (km/h) en curva y 35 km/h en línea recta, además de que no podrán cambiar a otro modo de conducción sin previa autorización del Puesto Central de Control.
“Por lo que queda prohibido cambiar a pilotaje automático durante este periodo de seguridad. Específicamente a las 9:06 horas del 7 de enero, se dio el alcance del convoy 24 contra el 23, en la interestación Potrero-La Raza”, recordó.
Señaló que a agentes de Investigación, en entrevistas en el lugar de los hechos, el personal técnico del Metro les indicó que retiró la caja negra del tren 24 y que se encontraba en una camioneta al exterior del paradero, donde la localizaron y puesta en custodia por parte de la Policía de Investigación (PDI).
Posterior a la fijación fotográfica por parte del personal de Servicios Periciales de esta Fiscalía, la PDI se trasladó a los talleres del Metro, en avenida Ticomán, donde se realizó la extracción de información de las cajas negras con los registros de actividades del 7 de enero, correspondientes al tren 23, el cual recibió el impacto, con lo que se determinó que dicho convoy salió de la estación Potrero a las 09:02 y llegó a ese punto a las 09:04 horas, permaneciendo estacionado dos minutos.
Del estudio correspondiente a la caja del tren 24, el registro electrónico mostró que salió de Potrero a las 09:05 en Conducción Manual Restringida (CMR), rebasó el límite de velocidad y el sistema lo detuvo de inmediato, pero después registra un cambio a Pilotaje Automático alcanzando una velocidad de 45 km/h hasta el momento del impacto contra el tren 23; además, no existe evidencia de que el conductor realizara frenado de emergencia o alguna otra maniobra para detener el tren.
“Es de señalar que el conductor ya había hecho una vuelta de Indios Verdes a Universidad y conocía las condiciones en el tramo de Potrero-La Raza por vía uno, esto es, el establecimiento de la marcha de seguridad y la determinación de obedecer la señal de Despacho Bajo Orden (DBO), que le indica al conductor que no puede avanzar aunque tenga semáforo en verde hasta que no se autorice; incluso se asignó a un Inspector de Conductores en la estación Potrero para repetir la instrucción de CMR (conducción manual restringida).
“Asimismo, el domingo 8 de enero durante los trabajos de reparación para el inicio de las operaciones de la Línea 3, se detectaron fallas en la vía dos del mismo tramo Potrero-Indios Verdes, y se descubrió que se debieron a un corte deliberado de cables en el registro de cableado eléctrico, ubicado en el lado oriente de la estación.
“En este caso el daño mayor fue a una sección de aproximadamente 48 metros lineales, que durante su reparación representaron más de mil 200 empalmes y afectaba la señalización, comunicaciones y pilotaje automático. De no haberse intervenido, probablemente se hubieran enfrentado riesgos mayores a los del incidente del sábado inmediato anterior”, detalló el vocero de la Fiscalía.