Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
@guerrerochipres
La única forma posible de garantizar la seguridad nacional es la voluntad en el trabajo legítimo, honesto, con estrategia e inteligencia policial en la investigación. Lo contrario es simulación, colusión con grupos criminales.
Esa fue la opción que tomó Genaro García Luna.
De manera oficial encabezó la lucha contra las drogas, entre 2006 y 2012 como secretario de Seguridad Pública del presidente Felipe Calderón, pero ahora sabemos que detrás del escritorio brindaba protección al cártel de Sinaloa; un pacto criminal.
El juicio de Brooklyn y el veredicto del jurado —compuesto por 7 mujeres y 5 hombres a quienes el juez Brian Cogan agradeció sus servicios— concluyó en que el ex súper policía participó y conspiró con el grupo del Chapo Guzmán para traficar cocaína a Estados Unidos.
Calificado por el fiscal Breon Peace como “traidor a su país”, García Luna cobró relevancia policial durante los sexenios de Vicente Fox y Calderón. Con el primero fue director de la desaparecida AFI, donde comenzó una lucha contra el secuestro que a principios de este milenio iba en aumento en el país. No hubo cambios, apenas ahora la incidencia ha disminuido.
La evidencia desplegada en el juicio —los millones de dólares recibidos para garantizar protección y rutas libres a los criminales— coloca en duda la honorabilidad de otras accione realizadas.
Los detalles vertidos son prueba de una realidad que dirigió el combate hacia los grupos rivales del cártel predominante en ese sexenio. Oscar “el Lobo” Nava Valencia, Jesús “el Rey” Zambada y Sergio Villarreal “el Grande” dieron testimonio de los sobornos entregados para garantizar su operación delictiva.
Dos pasajes reveladores. “Ni tú ni nosotros trabajamos para García Luna, él trabaja para nosotros”, contó Israel Ávila que le dijeron. «Hay dos tipos de corrupción, la del que se voltea para un lado y deja pasar, y otra, la de los funcionarios que forman parte de las actividades de la organización», mencionó “el Grande”, antes de aclarar que García Luna era del segundo tipo.
El ex secretario de Calderón podría recibir una condena de 20 años a cadena perpetua; el 27 de junio la dictará el juez.
Antes, una parte de la ciudadanía ya se forjó opinión.
García Luna formó parte de una clase política que ahora, desde la oposición, convoca a la defensa de un pasado que pierde legitimidad ante la evidencia del pacto criminal de uno de sus funcionarios de primer nivel.
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México