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CIUDAD DE MÉXICO. 19 de abril de 2023.- El sismo hipotético que se estimó en el simulacro nacional se habría sido sentido en gran parte de la zona centro de la República Mexicana y fuertemente en la Ciudad de México, en los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México y zonas aledañas a estos estados.
El Servicio Sismológico Nacional presentó un reporte del sismo ficticio como parte de las actividades del primer macrosimulacro nacional 2023 organizado por la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Según los datos SSM el sismo ficticia fue un movimiento intraplaca a profundidad, originado al interior de la placa de Cocos, la cual se encuentra subduciendo bajo la placa de Norteamérica.
La hipótesis consistió en un sismo con magnitud 7.5 localizado a 30 kilómetros al suroeste de Tierra Blanca, Veracruz. El sismo ocurrió a las 11 horas.
Cuando ocurre un sismo de magnitud considerable las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura sufren un reacomodo, lo que genera una serie de temblores en la zona que reciben el nombre de réplicas.
El número de las réplicas puede variar desde unos cuantos hasta cientos de eventos en los próximos días o semanas de ocurrido el temblor principal.
Las características de las réplicas se presentan en una tabla en el reporte.
En caso de que existieran réplicas del sismo, se incluirían en esta sección, con todas sus características, como fecha, hora, magnitud, epicentro y profundidad, en una tabla.
Cuando hablamos de la duración de un sismo, podemos referirnos a varios conceptos diferentes: Una es la duración del movimiento percibida por el ser humano, otra la duración del registro instrumental (puede ser de varios minutos, inclusive horas) y otro es el tiempo que duró el movimiento de la falla que originó el sismo (que puede ser de unos cuantos segundos).
Los sismómetros son instrumentos altamente sensibles al movimiento del suelo, esto les permite detectar con suma precisión el instante mismo del inicio de un sismo, así como su
El ser humano a diferencia del sismómetro, no tiene una percepción tan desarrollada en este sentido, en general sólo es capaz de percibir la parte más intensa del movimiento provocado por un sismo. Esto quiere decir que si ponemos juntos a una persona y a un sismómetro a medir la duración de un sismo, la persona reportará un tiempo de movimiento menor al que reportará el sismómetro, debido a que la persona sólo siente la parte más intensa del movimiento del suelo, mientras que el sismómetro percibe hasta el movimiento más insignificante que se da justamente cuando el sismo se inicia y cuando termina.
La diferencia entre lo que sienten las personas y lo que reporta el instrumento es considerable.
Por otro lado, la duración de un sismo tanto instrumental como la percepción humana varía de un lugar a otro, y no es un valor fijo. Cuando ocurre un sismo, las personas que viven en diferentes lugares no perciben la misma duración, experimentan tiempos diferentes.
Existen tres factores principales que intervienen en la duración del movimiento: La distancia al epicentro, el tipo de terreno y el tipo de construcción en donde nos encontremos en ese momento.