Obispos de México: Un nuevo horizonte/Felipe de J. Monroy*
En el México que estamos viviendo, sin duda se deben revisar y poner sobre la mesa, soluciones diferentes a las acostumbradas y así probar, que el barco puede virar; las autoridades deberían ser capaces de ver mucho más allá de lo establecido, de romper esquemas, de confiar en lo que la gente pide, porque al verse rebasados la única manera de equilibrar la balanza, es pensando fuera de la caja.
En estos días hubo un pronunciamiento que causó un fuerte impacto, y fue el de Ceci Flores, dirigente del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, quien ante un escenario donde las mujeres en esta situación, corrían peligro, pidió a autoridades y a los grupos criminales, que reflexionaran en torno a una tregua, un pacto de no agresión a ellas que sólo están buscando a sus seres queridos.
Esto se da en medio de claras amenazas en contra de éste y muchos otros colectivos. El crimen organizado es quien decide si hay paz o se desatan los conflictos más salvajes. Todo esto frente a la incapacidad del gobierno por ofrecer soluciones que hagan frente a los problemas, por lo que en este momento, analizar una tregua no suena descabellado, lo que se busca es pacificar y quitar de las garras del crimen a todos los mexicanos que están vulnerables.
Menciono el caso, porque es una forma diferente de abordar un problema. No es sencillo solicitar una tregua a los cárteles del país, pero es que la violencia ya está desbordada, si hasta el momento lo que se ha implementado nos tiene en una etapa de violencia sin precedentes, donde la impunidad es del 98 por ciento, claro que debemos buscar nuevas alternativas.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor en una de sus mañaneras, dijo al ser cuestionado sobre la propuesta de las madres buscadoras: “Claro que es muy bueno, todo lo que signifique llamar a la paz y a que no haya violencia tenemos que apoyarlo.
Qué bueno que haya esa actitud de las madres de los desaparecidos y también que escuchen los que se dedican a la delincuencia, nada más que nosotros no podemos garantizar que no se va a actuar en contra de los que violan la ley, eso no lo podemos hacer, no puede haber impunidad”
Aunque considero que lo único que puede garantizar el gobierno actual, es la impunidad, ya dio muestras de que son bienvenidas otras formas de abordar los problemas. Hay muchos otros casos que ameritan una nueva revisión de alternativas.
Otro problema que vemos muy grave, es que hay gente que es tomada como rehén en Chiapas.
Un grupo de empleados de la Secretaría de Seguridad de esa entidad, es secuestrada por un grupo criminal, y está siendo retenida mientras se muestras videos de cómo los mantienen.
En otro estado, un coche bomba es detonado, y deja gravemente heridos a cinco elementos de la Guardia Nacional y con lesiones al menos a otros cinco, esto cerca de la medianoche del miércoles en Celaya, en el acceso a la comunidad El Sauz de Villaseñor, a la altura de la carretera Celaya-
Salvatierra, en una zona de alta incidencia delictiva.
En Chilpancingo dejan 7 cuerpos desmembrados en pleno centro de la capital guerrerense. Todo indica que pertenecía a una familia y tenían claros remitentes los mensajes. Todos estos casos tienen un caso en común, es dejar sembrado el terror en la población.
Hoy cabe hacernos la reflexión si no es tiempo de explorar nuevas alternativas a los problemas, y uno sin duda, es llamar a las cosas por su nombre; en nuestro país existe el Terrorismo, y debería ser investigado y sancionado como tal. No hay que tenerle miedo a nombrarlo, el problema ya lo padecemos los mexicanos, se trata de tener valentía para entrarle de frente y sin falsos recelos.