Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
Tendencia de negocio sustentable suma jugadores
Impulsar una nueva era de negocios sostenibles es lo de hoy. Una donde se prioricen los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, así como considerar el bienestar y el futuro de las próximas generaciones se ha vuelto fundamental en la forma en que las empresas operan en todos los rincones del mundo.
En esta visión, la descarbonización, la gestión de cadenas de suministro y la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables son aspectos cruciales para que las empresas se alineen con un enfoque sostenible y responsable.
Surgen así diversas iniciativas y propuestas de valor para que las compañías se sumen a esta transformación hacia la sostenibilidad. Una de ellas es ChopValue, que en México es coordinada por Arturo Katz.
Su objetivo es ambicioso: para finales de 2023, planean procesar 300 mil palitos de bambú semanalmente. Con este material, crearán productos innovadores, desde porta vasos y tablas de picar, hasta muebles con diseños únicos y atractivos.
El problema de estos modelos de negocio a veces pasa por los puntos de venta, situación que podría estar solucionada con la adhesión al proyecto por parte de El Puerto de Liverpool, que dirige Graciano F. Guichard, cadena de establecimientos con presencia en 69 ciudades de la República que maneja 169 almacenes y 28 centros comerciales, con más de 5.3 millones de tarjetahabientes.
En la mira hay otros grandes jugadores como Sanborns, propiedad de Carlos Slim, y Palacio de Hierro, de Alejandro Baillères. La visión de ChopValue se expande más allá de sus operaciones actuales y está apuntando hacia ciudades como Monterrey, Tijuana, Los Cabos, Nuevo Laredo, Cancún, Guadalajara, Mérida y Puebla, además de seguir expandiéndose en la Ciudad de México.
Su impacto positivo en el medio ambiente y su crecimiento constante son motivo de esperanza y expectación para lo que vendrá. La colaboración entre empresas comprometidas con la sostenibilidad y el cuidado del planeta es un paso firme hacia un futuro más verde y próspero.
Estaremos atentos a las próximas noticias sobre los avances de esta iniciativa y cómo la industria cada vez se adapta más en beneficio de nuestro entorno y las futuras generaciones.
*** La SSPC y su gestión de riesgos
Uno de los varios legados que la Secretaria Rosa Icela Rodríguez puede dejar dentro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, es la Escuela Nacional de Protección Civil, la cual será de gran utilidad en un país propenso a desastres naturales.
Y es que la Escuela servirá para la formación y capacitación de técnicos, profesionales y especialistas en gestión integral de riesgos, en terrenos del Centro Nacional de Prevención de Desastres. Agregó que es indispensable que quienes se dedican a la protección civil estén listos para enfrentar de manera efectiva los desafíos actuales y futuros.
Además, esta edificación será otro lazo más con Estados Unidos, pues se hará con la colaboración del Gobierno de Estados Unidos, a través del Comando Norte.
El proyecto de colaboración binacional entre los gobiernos de Estados Unidos y México contempla la profesionalización del personal dedicado a la protección civil y gestión del riesgo, así como el reforzamiento de su infraestructura y equipamiento. Enhorabuena.
*** Pemex avanza en pagos
TOME NOTA *** Bien por Octavio Romero Oropeza, mandamás de Petróleos Mexicanos (PEMEX), pues salió en defensa de la empresa a su cargo, luego de que ésta haya recibido una mala evaluación por parte de Moody´s y Fitch Ratings, y es que aseguró que la empresa productiva del Estado ha cumplido puntualmente con los pagos de sus pasivos, además de que cuentan con el respaldo y compromiso del gobierno federal, en las amortizaciones pendientes de todo el 2023 y del 2024.
Desde el año pasado, la petrolera asumió el pago con sus propios recursos, pero en caso de que se atoren el director aseguró que Hacienda, a cargo de Ramírez de la O, sabrán cómo proceder, lo cual ha dado tranquilidad a los inversionistas.
Así, no está demás señalar en los primeros seis meses del año, la deuda de PEMEX expresada en pesos tuvo una disminución de 9.8%, comparada con la registrada al cierre del año previo, al pasar de 2.1 billones al cierre de 2022 a de 1.9 billones de pesos al cierre del 30 de junio.