Obispos de México: Un nuevo horizonte/Felipe de J. Monroy*
“¿Claudia Sheinbaum, de verdad estás de acuerdo en que demuelan mi casa y las de mis vecinos? Esta idea salió de tu equipo de campaña y mandaste a tu empleado a atacarme. ¿Crees que en verdad que esto te suma? ¿Qué se vale hacerlo? ¿Así Claudia quieres tratar a las y los mexicanos que no pensamos como tú? Esto es autoritarismo y abuso de poder. Síganle, mándela demoler, aunque todo esté en orden y sea legal. Ya miles de mexicanos me han escrito para abrirme la puerta de su casa”.
Contundente, así fue el video de respuesta de Xóchitl Gálvez Ruiz, hacia las presiones del morenista Víctor Hugo Romo y del propio Movimiento Regeneración Nacional para que su casa fuera demolida, por supuestas irregularidades en su construcción, situación que fue condenada hasta por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, que observó claramente la pifia de una acción política tan rupestre.
El 12 de septiembre, en un comunicado, Morena exigió la “clausura, resguardo y demolición de la construcción ilegal en donde habita Xóchitl Gálvez”, ubicada en Sierra Santa Rosa 62, colonia Reforma Social. Así de directo. “Trataron de destruir mis orígenes, mis empresas, a mis clientes y ahora ¡mi casa! No se quieren llevar mi bicicleta al corralón”, respondió la senadora de la bancada panista en su cuenta de X (Twitter).
En la historia de la política mexicana no se tiene precedente de un partido oficial, que para frenar a un candidato de oposición, use la burda maniobra de pretender demolerle su casa. Es una muestra de primitivismo de la ralea más baja. ¿No mejor la quieren dejar desnuda?
El equipo de campaña de Claudia Sheinbaum actuó de manera impulsiva, quizá porqué observa que la coordinadora para defender a la Cuarta Transformación no levanta vuelo.
La reacción de miles de personas en las redes sociales, que ofrecieron sus casas para darle asilo eventualmente a la senadora, que encabeza al Frente Amplio por México, fue advertida en Palacio Nacional, al grado de que el mismo López Obrador mandó un jalón de orejas a su partido.
En su conferencia mañanera, afirmó: “están hablando de la destrucción de la casa que se construyó, supuestamente sin papeles, sin permisos, quieren destruir la casa de quien es representante del movimiento. No. Ni quemar libros, ni utilizar la picota y el marro para destruir nada y vernos como adversarios a vencer, no como enemigos a destruir. Nosotros padecimos mucho eso. Yo era el peligro para México”.
La senadora Gálvez no creyó en la bonhomía presidencial y respondió; “señor presidente, dejé de andar de perdona vidas, si tiene algo contra mí, denúncieme, investígueme. La esperanza de los mexicanos ya no le pertenece a su movimiento, esta ya cambió de manos y ahora nos pertenece a nosotros”.
Y claro, habiendo línea y reprimenda, de por medio, Morena negó lo que ese partido había dicho por escrito horas antes, como si su comunicado nunca hubiera existido o el público no supiera leer.
La polémica sobre la casa de Xóchitl partió de un problema viejo entre ella y Romo, ambos delegados en diversas épocas en Miguel Hidalgo, cuando la hoy senadora demolió varias construcciones con irregularidades, aprobadas por Romo, primero perredista, y luego saltimbanqui al morenismo. Al parecer, de ahí, como una venganza mal armada, surgió la idea para pretender demoler la casa de Gálvez, alegando irregularidades que no están claras para nadie.
Y así siguen las cosas en torno al crecimiento de la que será la candidata presidencial del Frente para 2024, quien, por el momento busca más adhesiones a su causa.
Ese es el contexto del movimiento llamado Xóvenes Xingones, en el que se agrupan jóvenes del país adheridos a la propuesta de Gálvez, según explica su representante.
Helena Flores Durón, sin cargo oficial, porque se trata de una organización ciudadana, pero en realidad creadora y coordinadora del Movimiento Nacional de Xóvenes Xingones, afirma que en 2024 los jóvenes harán la diferencia, pues integran la mayor proporción del padrón electoral.
“Por eso necesitamos sumarnos para que los jóvenes del país se enteren para hacer un cambio el próximo año”, enfatiza.
La encargada de la agrupación de jóvenes, similar a los Xochilovers, movimiento surgido cuando el presidente le cerró las puertas de Palacio Nacional a la senadora, considera que Gálvez “ve por las necesidades de las minorías, de todos los jóvenes, por eso apoyamos voluntariamente porqué queremos que ella nos represente”.
Expone que el Gobierno Federal actual no toma en cuenta a los jóvenes, ni a los adultos, ni a los niños, “porqué todos lo estamos viendo, cada vez se quitan más recursos, lo que está pasando con los libros de texto, por ejemplo, nos quieren llevar al socialismo y eso nadie lo quiere aquí”.
Destaca que son más los funcionarios que trabajan por un “hueso” o por lavado de cerebro, pero muchos jóvenes son conscientes de que lo que quieren es progresar, ir al futuro, ser un país progresista, no regresar al pasado.
Flores Durón expone que su movimiento es apartidista, porqué la misma Xóchitl lo es, porqué aunque forma parte de la bancada del PAN, ella no milita en ningún partido.
“No hay un solo peso de un partido, es trabajo completamente espontáneo, orgánico. Los jóvenes se financian a sí mismos para comprar sus camisetas o calcomanías, con las cuales promueven su movimiento”, enfatiza.
Asegura que ese movimiento, formado apenas hace dos meses, no realiza mítines, sino reuniones. Irán a las universidades, a los centros deportivos, a los antros, a las asociaciones civiles, a todos los lugares en donde hay jóvenes.
Realizarán reuniones para analizar el cambio climático, se vincularán con ambientalistas, con mujeres, con la comunidad LGBT y más, con jóvenes preocupados por la salud, por la educación, por todas las causas que pueda sacar a México adelante y en torno a las cuales no se hace nada, sino todo lo contrario.
“Nos registramos, creamos grupos en Whatsapp, tenemos actividades en todos los estados de la República. Deseamos llegar a todos los municipios, a los pueblos, a la sierra”, comenta.
Informa que se encuentran en todas las redes sociales, como @xovenesxingones para quien desee sumarse a este esfuerzo por un mejor México. Expone que no es Xóchitl la que hará un cambio, sino todos los mexicanos.
Helena considera que su llamado es también para los beneficiarios de Jóvenes Construyendo el Futuro, por parte del actual Gobierno Federal, porqué los programas sociales continuarán, pero se ampliará con preparación en tecnología e idiomas, a fin de que los muchachos no sólo reciban dinero, sino que puedan conseguir un trabajo.