Xolos muerde muy f3o a Cruz Azul
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de septiembre de 2023.- Aunque derribó a Jermell Charlo, Saúl Canelo Álvarez no lo remató y ganó por decisión unánime, en la T-Mobile Arena de las Vegas, EU.
Así, el mexicano defendió sus cinturones de peso súpermediano de boxeo de Consejo Mundial (CMB), Asociación Mundial (AMB), Organización Mundial (OMB) y Federación Internacional (FIB) ante el campeón mundial indiscutido súperwelter, quien habló mucho antes del combate y este sábado se quedó casi mudo, pues apenas respondió los ataques.
Con el púgil mexicano aún en los vestidores, Danna Paola lo impulsó entonando el Himno Nacional Mexicano, al igual que miles en la arena: “México, te amo; viva México”, terminó la joven, para dar paso a Sherie, quien también estremeció con el estadounidense.
El primero en llegar al encordado fue el estadounidense, vestido con una bata negra con gorro, brillante, que le tapaba la mitad de la cara, serio, con guantes plateados y escoltado por su equipo.
Luego le siguió Canelo, luciendo un zarape Dolce & Gabbana, dorado y con vivos purpuras y acompañado de Santa Fe Klan y Tornillo, interpretando Por mi México, original del rapero mexicano recientemente asesinado, Lefty SM.
Ambos de calzoncillo negro, sólo el mexicano con vivos dorados y purpuras, inició el primer round, de reconocimiento, apenas soltaron las manos, sin hacerse daño, pero sí levantaron el alarido del público.
Para el segundo, Saúl caminó hacia adelante y conectó un volado a los guantes, en el inicio; Jermell caminaba hacia atrás y buscaba parar con jab’s. En el siguiente, Álvarez siguió dominando, hasta se dio el lujo de conectar un recto al hígado.
Los asaltos volaban y en el cuarto, Charlo sólo se protegió de la metralla azteca, tirando apenas unos golpes, suaves, marcados. Para el 5, el estadounidense reaccionó y pegó un recto y un uppercut, pero recibió par de ganchos al hígado.
En el sexto, impulsado por un “Canelo, Canelo, Canelo”, siguió hacia adelante y terminó con un uppercut, pero en el siguiente, pegó un recto y un uppercut para que su rival pusiera una rodilla en la lona y recibiera la cuenta de protección, de la cual se levantó antes de llegar a 10.
En el octavo siguió la cacería, pero la liebre era escurridiza, al igual que en el 9 y 10. Con la oportunidad del nocaut, Canelo fue por ello, encajonando a su rival durante los últimos episodios, pero se conformó con la decisión.