Historias Surrealistas
La democracia es una forma de Estado en que el gobierno está al servicio de los ciudadanos y no viceversa, dirá el profesor, Sartori. En la democracia, tanto los partidos como los candidatos elaboran propuestas, proyectos de gobierno y explican a la sociedad en las campañas la forma como positivamente impactarían en el bienestar de la sociedad.
Esto impone a los vencedores de toda elección el imperativo de la responsabilidad, es decir, la selección de los mejores proyectos para que sean evaluados positivamente por los electores, porque han de continuar su carrera política y con base en el resultado de su gestión tendrían o no el respaldo nuevamente de los votantes.
La marcha por la democracia de febrero 18, permitió representar la fuerza social y política adversas al lopezobradorismo. Se trató de una convocatoria exitosa en Ciudad de México que, se replicó en más de 100 ciudades de la República mexicana y el extranjero. La marcha es el antecedente a una elección presidencial muy competitiva en que nadie tiene la victoria consigo.
La vigorosa presencia de la sociedad civil y sus organizaciones diversas se expresaron articuladamente y, el control de la agenda pública no es más el patrimonio de AMLO.
El contraste del mensaje de Lorenzo Córdova consiste en una narrativa distinta con una oratoria profesional y de altura y, de visión de Estado.
Además, el presidente ha perdido el control de la agenda pública por la inseguridad y la violencia que ocupan la preocupación central y cotidiana de los mexicanos en amplias zonas del país, sobre todo si consideramos la narrativa que asocia al gobierno federal con la delincuencia organizada y, el rol de moderador de la Iglesia con esos grupos.
La violencia y la inseguridad son por tanto, articuladores de la principal queja lo mismo de opositores y oficialistas en la agenda pública.
La Inter campaña arroja para las oposiciones un favorable saldo por lo que toca a la expansión de la inseguridad que, en la perspectiva cotidiana es ya una crisis generalizada, lo mismo que el conflicto por el abasto de agua y su narrativa. Nos acercamos así a una campaña electoral con un alto volumen de miedo entre distintos ámbitos de la sociedad.
Del Tintero.
El turno para el oficialismo en el zócalo será al comienzo de la campaña, dado que hasta hoy, la candidata presidencial oficialista no figuró en la agenda pública al inscribir su candidatura formalmente en el INE, por ejemplo.
El guión del oficialismo continuará con el presidente como el gestor electoral de su coalición y partido movimiento, ya no para disponer de una presidencia y aparato público vigorosos, sino para cumplir el rol del presidente fuerte, asignado por el profesor, Arnaldo Córdova mucho hace y, vigente para ser aplicado al lopezobradorismo y su incapacidad de gobernar.
Facebook/LinkedIn: Daniel Adame Osorio.