Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de abril de 2024.- En el marco del primer debate presidencial de este domingo 7 de abril, la Iglesia católica confía en una mesa de propuestas y respeto y no un encuentro para ataques y descalificaciones.
A través de su editorial, la Arquidiócesis de México se pronunció por un debate constructivo y alejado de los ataques personales.
Recordó que el debate presidencial se centrará en seis grandes temas con los que Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez, buscarán delinear cuál es “la sociedad que queremos”, título que lleva este primer encuentro, que por primera vez contará con preguntas enviadas por los votantes al INE.
“El debate presidencial es un espacio en el que las palabras deben convertirse en propuestas y compromisos tangibles, y no en una guerra de dimes y diretes o acusaciones. La elección de quien ocupe la presidencia no debe basarse en el resultado de una guerra sucia, de golpes bajos, o estrategias que solo alimenten la división en el país”, advirtió.
Señaló que, a través de los Diálogos por la Paz, la Iglesia convocó a los tres candidatos presidenciales, en un acto de unidad y compromiso en la búsqueda de la paz y de una mejor sociedad.
Por ello, invitó a los candidatos presidenciales a ocupar este debate para privilegiar las propuesta claras, concretas, que pongan por delante el bien común, y que el voto se conquiste a partir de estrategias políticas inteligentes y necesarias, fundamentadas, que pongan al centro a quienes más sufren hoy.
“Un debate respetuoso y constructivo, alejado de los ataques personales y las descalificaciones, fortalece el proceso democrático y hace sentir a los ciudadanos que son escuchados en sus demandas, algo que es imposible cuando se cae en confrontaciones estériles.
La política no se trata de imponer una visión unilateral, sino de buscar el consenso y la colaboración. Esperamos que el debate presidencial sea un punto de inflexión que aleje este proceso de los golpes bajos y la guerra sucia y nos permita ver un juego limpio entre los aspirantes a la presidencia”, culminó.