México se la juega en 2025
Mario Delgado llegó a la dirigencia nacional de Morena en un descarte que hizo AMLO porque Agustín Gutiérrez Canet, en su afán de ser Canciller, no se dio cuenta que metía en un conflicto de nepotismo al presidente. (Así lo externa el propio Gutiérrez Canet en una entrevista concedida a la talentosa Martha Anaya en El Heraldo TV).
Ya era muy la fuerte presión de Porfirio Muñoz Ledo, quien denunciaba, entre otras perversiones que existían en Morena, que el ex embajador en Irlanda, Agustín Gutiérrez Canet, hermano del padre de la esposa del presidente López Obrador y esposo de la embajadora emérita Martha Bárcena, y que se hizo famoso cuando le consiguió una entrevista a Jorge Castañeda con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, era una muestra del trato que se dispensaba a los amigos de la 4T, es decir, que a estas alturas del sexenio, muchos tienen bola negra con el presidente por el simple hecho de diferir con algunas de sus ideas de gobierno.
Porfirio pretendía asumirse como el jefe real de Morena y de ser el poder tras el trono en la cancillería. Todo esto detrás de la débil trinchera que tenía en la cámara de diputados.
El presidente López Obrador nunca tuvo la intención de conservar su condición de ser el líder de un movimiento social, que como partido político se convirtió, para cumplir el trámite electoral ineludible, en el partido político que hoy es Morena.
Y fue en esa carambola como se coló Mario Delgado a la presidencia nacional de Morena.
Delgado, a quien ahora los corifeos de Xóchitl Gálvez acusan hasta de huachicolero, al emigrar Marcelo Ebrard a Francia, se asumió como “jefe del marcelismo ante AMLO” y así logró su candidatura a la diputación.
De esa autopromoción de Mario Delgado, nunca supo Marcelo Ebrard.
Hoy Mario Delgado tiene frías sus relaciones con Claudia Sheinbaum, y la candidata presidencial confía la información que debe llegarle de la dirigencia de Morena a Citlalli Hernández.
El colimense Delgado no sabe lo que realmente ocurre en las campañas de los 9 candidatos a gobernador que tiene Morena actualmente en juego. Situación crítica para la toma de decisiones como candidata presidencial de Sheinbaum.
Y del grupo de quienes seguramente serán diputados o senadores en la próxima legislatura, Mario apenas conocerá a un 10% de ellos, sin que eso signifique que ese 10% sean sus seguidores.
Después de todo ese historial, lleno de desencuentros, deslealtades y golpes bajos, el 3 junio, lo más seguro es que Claudia Sheinbaum como candidata electa por la votación a su favor que habría obtenido un día antes, podría esperar un tiempo prudente para pedirle al presidente López Obrador la renovación de la dirigencia nacional de Morena.
Y puede aguantar a Mario Delgado los escasos 30 días que le faltarían para ser la próxima presidenta de México.
EN TIEMPO REAL
1.- Antonio Astiazarán, que en su administración como alcalde de Hermosillo logró incrementar las ventas internacionales de la ciudad en 16.5% con respecto a 2022 hasta alcanzar los 5 mil 159 millones de dólares el año pasado, además de colocar a la ciudad en el segundo lugar a nivel nacional en satisfacción del servicio de recolección de basura (INEGI)
La otra opción es la ex emecista María Dolores del Río Sánchez, quien luego de pertenecer al PAN, pasar por las filas de Movimiento Ciudadano y decidir migrar a las filas de Morena hace pocos meses aseguraba que no buscaría la presidencia municipal de Hermosillo nuevamente, pero por sorpresa decidió dejar la Secretaría de Seguridad Pública del estado para obtener el mismo puesto que dejó en 2006. Por lo visto los hermosillenses no tienen tanto que pensar para decidir por quién emitirán su voto el 2 de junio próximo.
2.- JOSÉ TUNES YA REBASÓ A NAHLE. En Veracruz sigue creciendo la candidatura al gobierno de la entidad del aliancista José Yunes. Cada día le aparece un nuevo caso de corrupción, de nepotismo o de complicidad con el actual gobernador, Cuitláhuac García, quien trae la inseguridad en el todo Veracruz como el gran foco rojo del sureste. Así llegarán los tres candidatos al gobierno a su primer debate veracruzano.
3.- ARMENTA ADELANTE A RIVERA CON 10 PUNTOS. En Puebla, ante el despegue en las encuestas de Alejandro Armenta, candidato morenista al gobierno de la entidad, se han reunido panistas de antaño, todavía cobijados por el jefe Diego Fernández de Cevallos, como Francisco Frayle y Ana Teresa Aranda, para pedir a su dirigencia nacional que obligue al candidato de Fuerza y Corazón por México, Eduardo Rivera, a que defienda en los debates la ideología del PAN.