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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de julio de 2024.- Al considerar que la impartición de justicia no puede de cero y el contexto que vivo el país no permite la improvisación, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia advirtió que la reforma al Poder Judicial será un retroceso en la defensa de los derechos humanos.
Lo anterior, durante las actividades de este lunes del encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia, convocado por el Poder Judicial, realizado en instalaciones de la UNAM.
“Lo peor que podemos hacer es acelerar un diagnostico o bien hacer pensar que la solución es remover a quienes estamos enfrentando este reto, como parte de un sistema, pero no es el sistema en su conjunto. No podemos caer en la salida fácil, no podemos empezar de cero, el contexto tan complejo que vive nuestro país no permite la improvisación.
Norma Piña acusó que ello no beneficiará a los justiciables, sino al contrario, supone un retroceso en la protección de los derechos humanos de las personas, poniendo en riesgo la continuidad de la impartición de justicia en nuestro país.
“Lo peor que le puede pasar a México es caer en la incertidumbre”, dijo.
Ante este panorama, afirmó la presidenta de La Corte, la existencia de un Poder Judicial federal autónomo e independiente, así como ajeno a los vaivenes de la política, es un requisito indispensable para la defensa de la democracia.
Durante su intervención como parte del encuentro, Norma Piña llamó a tener un diálogo que ponga en el centro las necesidades de las víctimas, que se centre en las necesidades de las y los usuarios del sistema de justicia.
Además, reconoció que “se necesita una reforma, y la misma tiene que incluir cambios en la judicatura federal, es cierto, es perfectible, pero no puedo dejar de señalar que para que realmente se ofrezcan soluciones que atiendan las principales necesidades que hemos detectado a través de este encuentro nacional, es indispensable considerar el problema de manera integral”.
En ese sentido, enfatizó que los problemas de justicia tienen muchos años sin resolverse, lo cual calificó como una crisis urgente que cada día se acrecienta más.