Escenario político
“Premios” a ministros del Tribunal Electoral; AMLO los corrompió con “beneficios”
Toda persona tiene un precio, reza un refrán popular y en la política esta es una verdad evidente.
Como en los viejos tiempos, en los que el PRI aplastaba a cualquier individuo o corriente política opositores, con mecanismos jurídicos o extra legales, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha aplicado ese tipo de estrategia desde el inicio de su sexenio.
Pero ese mecanismo no sólo se aplica para los detractores de su política, sino también para favorecer con “premios” para quienes se pliegan ante sus órdenes, sin importar que esas personas deban observar el cumplimiento de la ley.
Así sucedió con la mayor parte de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que con cuatro votos a favor y uno en contra, avalaron la sobre representación de Morena y sus partidos títeres, para que alcanzará la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, con lo cual podrá cambiar la Constitución en el sentido que quiera.
Con la determinación del Tribunal, el partido de López Obrador y sus marionetas obtendrán 75 por ciento de los legisladores en la Cámara Baja con 54 por ciento de los votos obtenidos el 2 de junio. Así de burda es la maniobra orquestada por los magistrados, que fue considerada por algunos políticos de oposición como un golpe de estado.
Para que los lectores lo tengan muy en cuenta siempre, es necesario subrayar los nombres de los magistrados que cometieron la bajeza de avalar legalmente lo que puede ser el principio de una dictadura electoral, como en los viejos tiempos del PRI, si bien nos va, o el inicio de un régimen socialista, como lo desean muchos políticos morenistas.
Los magistrados del Tribunal Electoral que votaron a favor de la sobre representación legislativa de Morena y sus compinches, fueron, la presidenta de ese organismo, Mónica Soto, y los magistrados Felipe Fuente, Reyes Rodríguez y Felipe de la Mata. Sólo Janine Otálora votó en contra y mantuvo una actuación jurídica apegada a la ley.
En lenguaje directo, los magistrados fueron “maiceados” con un “premio” preparado por Morena para los que dieran un voto favorable a la sobre representación que pretendía el partido oficial
Para los magistrados del Tribunal Electoral, AMLO propuso no la extensión de sus cargos por otros dos años más, sino que les abrieron la puerta para poder buscar la reelección en 2027 por un periodo de seis años extra; incluso, específicamente se les permite que puedan aspirar a ser ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en dos años.
Ni en sus mejores sueños húmedos, los magistrados hubieran podido pensar en un regalote de ese tamaño y eso que aún está muy lejana la navidad.
Pero los magistrados del Tribunal Electoral no fueron los únicos “maiceados”. Es asqueroso (no se puede tener otro calificativo para ellos), el comportamiento de los ex senadores del PRD, Aracely Saucedo y José Sabino, que se sumaron a Morena para que este partido pudiera obtener la mayoría calificada, que ya había adelantado el siempre servil “verde ecologista”, Manuel Velasco, quien presumió que la 4 T lograría su objetivo.
Mientras López Obrador festina que podrá cambiar la Constitución a su antojo y el presidente de Morena, Mario Delgado, se desvive en elogios palaciegos para “regalarle” a AMLO la sobre representación, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa, trata de ser más moderada y sugirió a la bancada morenista en la Cámara de Diputados que no se acelere la discusión sobre la reforma al poder judicial.
Las intenciones de Sheinbaum fueron reveladas por Ricardo Monreal, quien será el próximo líder de la Cámara de Diputados. Indicó que la presidenta electa ha sugerido al grupo parlamentario de Morena que sea cuidadoso con toda la etapa procesal, que no se vulnere ninguna etapa procesal y que no se precipiten, sino que se observe estrictamente la ley.
Monreal adelantó que, a pesar de que puede darse una segunda sesión el 1 de septiembre, no quiere decir que ese día se vaya a aprobar la reforma al poder judicial. Así, se darán ‘los plazos de la publicidad, la deliberación, la discusión en lo general, la discusión en lo particular, para hacer amplio el debate, que sepan todos los mexicanos de lo que se habla con la reforma”.
La controvertida reforma busca, entre otras cosas, que más de 7,000 jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sean elegidos mediante el voto popular.
El dictamen aprobado establece que en junio de 2025 se realizará una elección para reemplazar a los ministros del máximo tribunal del país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), -que pasarán de 11 a nueve- y a la mitad de los magistrados y jueces de distrito del país. En 2027 se elegirán los cargos restantes.
Los ministros de la SCJN no elegirán su presidente, como hasta ahora. La presidencia la ocupará quién obtenga más votos y durará dos años, desde los cuatro actuales. Además, se elimina el límite de edad de 35 años y se reduce la experiencia laboral de 10 a cinco años para ser ministro de la SCJN.
También, se elimina la experiencia laboral para optar por el cargo de juez. Entre otros cambios, la reforma propone crear un órgano de administración autónomo, un tribunal disciplinario, una reingeniería profunda de los principales ejes del sistema de justicia y un esquema de justicia cívica y alternativa para despresurizar al sistema penal.
«La presidenta electa ha considerado que requiere de un mayor análisis, reflexión, la reforma electoral, porque tenemos que completarla bien. No quiere decir que no se vaya a hacer, sino [que] vamos a esperar un mejor momento. El hecho de que no se discuta en este periodo, hasta el 29 de agosto, quiere decir que automáticamente queda desechada esa iniciativa en materia de reforma electoral, tendrá que ser motivo de una nueva iniciativa en el próximo periodo de sesiones», dijo Monreal Ávila en conferencia de prensa.
Por su parte, el actual vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy, aseguró que el pleno de la Cámara de Diputados podría discutir la reforma al poder judicial el próximo 3 de septiembre, y no el 1 de ese mes, una vez que se inicie la siguiente legislatura.
Hay cosas desastrosas en la reforma, como el hecho de que los jueces no tengan experiencia, situación defendida por el presidente. Habría que preguntarle si él que tiene males cardiacos se dejaría atender por un médico recién egresado de la escuela. Seguramente su respuesta sería negativa. A él la salud de la República no le importa.
Como quiera que sea, aunque se trate de analizar de manera más amplia la propuesta de AMLO, como pretende la presidenta electa, al final de cuentas el proyecto de López Obrador se impondrá, pese a las intenciones de Sheinbaum de aparentar una posible etapa de evaluación más profunda. Ya López Obrador sostuvo que se reserva su derecho a disentir con la próxima presidenta y ella lo sabe. Es una amenaza de que él no se irá… del todo.