Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Clara Brugada y su lucha por los pobres
Desde el socialismo utópico de Tomás Moro a la realidad de Iztapalapa en la Ciudad de México la Utopía se hace realidad. El humanismo de Moro transformado, vía el ejemplo de Vasco de Quiroga, se ha constituido en la realidad del humanismo mexicano cuyo mayor ejemplo son las Utopías.
Clara, a quien conocí en la lucha urbano popular en los años ochenta, nació el 12 de agosto de 1963 en Zacatecas. Desde joven se formó políticamente en los movimientos sociales en Iztapalapa, particularmente en San Miguel Teotongo.
Se graduó como economista en la Universidad Autónoma Metropolitana. Después de años de trabajo comunitario transitó a la vida política dentro de la OIR, la UPREZ y finalmente el Frente Democrático Nacional encabezado por el Ingeniero Cárdenas.
En 1997 resultó electa diputada federal por el distrito 22 del Distrito Federal y en el año 2000 diputada local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. En el 2003, nuevamente, fue electa diputada federal, y jefa delegacional de Iztapalapa del 2009 al 2012.
Clara ha tenido el honor de ser diputada constituyente de la Ciudad de México, por lo que tiene absoluta claridad en las normas fundamentales de la capital del país.
En 2018 la ciudadanía de Iztapalapa la eligió como alcaldesa, significando a su gobierno como un ejemplo de transformación democrática desde los principios del humanismo mexicano mediante ese gran proyecto social y comunitario que son las Utopías.
Su ejemplo y compromiso con Iztapalapa y con la Ciudad de México hizo que los partidos de la coalición Sigamos haciendo Historia la hicieran su candidata a la jefatura de Gobierno de la CDMX y finalmente ganadora indiscutible de la elección con un amplio margen frente al conservadurismo del PAN, PRI y PRD.
Su carrera política se ha caracterizado por un amplio compromiso con los pobres, es ella una convencida de que por el bien de todos primero los pobres.
Los principios políticos de Clara Brugada están profundamente enraizados en el humanismo y la democracia participativa. Su gobierno al frente de la Alcaldía de Iztapalapa se caracterizó por la aplicación de políticas públicas democráticas orientadas a combatir la desigualdad social y forjar el bienestar comunitario como forma de vida.
Clara se ha mostrado siempre, desde la más profunda austeridad republicana, firme en su lucha contra toda forma de exclusión social, sustentando la administración pública de Iztapalapa en un modelo que prioriza la participación ciudadana y el empoderamiento comunitario. Un enfoque que busca transformar las estructuras de dominación preexistentes mediante la inclusión democrática y activa del pueblo en el proceso de toma de decisiones.
El proyecto líder en la innovación política es sin duda las UTOPÍAS (Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y Armonía Social). Una estrategia, fundada en el pensamiento de Tomas Moro y Vasco de Quiroga, cuyo fin es transformar solidariamente el tejido social y mejorar cualitativamente la calidad de vida de los habitantes de Iztapalapa.
Las UTOPÍAS son centros comunitarios multifuncionales que ofrecen acceso a servicios educativos, culturales, deportivos y de salud. Estas unidades están diseñadas para ser núcleos de desarrollo humano donde los ciudadanos pueden participar activamente en actividades que fomentan tanto el crecimiento personal como el bienestar colectivo.
Este proyecto busca, además, promover la inclusión social y reducir las disparidades que históricamente han afectado a la zona.
Su relación con Claudia Sheinbaum, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha sido fundamental para consolidar diversos proyectos en la capital. Ambas comparten una visión progresista y orientada al desarrollo sostenible y la inclusión social, lo que les ha permitido colaborar de manera eficaz dentro del marco de Morena.
La sinergia entre Brugada y Sheinbaum ha sido evidente en la coordinación de políticas públicas que buscan transformar la ciudad en un espacio más equitativo y accesible. Este trabajo conjunto refleja no solo una alianza política, sino también un compromiso personal con la agenda social que ambas consideran crucial para el desarrollo de la ciudad.
Clara no sólo es una figura política destacada en la Ciudad de México, sino también un símbolo de lucha y perseverancia. Su liderazgo, caracterizado por la implementación de políticas innovadoras y su colaboración estratégica con nuestra presidenta electa Claudia Sheinbaum, ha demostrado ser efectivo para afrontar los retos contemporáneos, consolidando su legado como una arquitecta del cambio social en México.