
Teléfono rojo
El fantasma del encierro de los habitantes de los países, en sus casas, vuelve a recorrer el mundo.
En la mente de todos nosotros persisten los angustiosos momentos que padecimos durante la pandemia de Covid-19, durante la cual prácticamente la pasamos enclaustrados en nuestros hogares, durante un par de años, al menos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), no sólo está planeando, sino que empuja agresivamente la finalización del Tratado de Pandemias en este momento, a puertas cerradas.
Se han reagrupado y están usando todas las herramientas a su disposición para aprobar este tratado sin darnos la oportunidad de reaccionar, advierte la organización Citizen Go.
La libertad personal y el derecho a tomar nuestras propias decisiones de salud, están en juego.
Mientras usted lee esta columna, la OMS está acelerando las negociaciones, cerrando acuerdos en secreto y acelerando su plan para finalizar este tratado en la nueva fecha límite: noviembre de 2024.
Los anti globalistas consideran que, si no actuamos ahora, podríamos enfrentar de nuevo lo peor de la crisis de Covid, como son confinamientos obligatorios, vacunaciones forzadas y restricciones para movernos de un lado a otro.
La OMS se apresura a finalizar este tratado mientras lo mantienen en la oscuridad. Por lo cual, es preciso defender los derechos de las personas y presionar a Francisca Elizabeth Méndez, representante en la ONU de México y a los representantes de la OMS a rechazar el Tratado de Pandemias antes de que sea demasiado tarde.
Organismos de la sociedad civil opuestos a los burócratas de la ONU y los globalistas, mencionan que la Organización Mundial de la Salud es una entidad supranacional fallida, costosa, no electa y sin rendir cuentas, que busca constantemente ganar más poder, pasando por encima de las democracias de los países y de las libertades individuales.
Aquí está el punto: la Organización Mundial de la Salud está de vuelta con el Tratado de Pandemias, y está más decidida que nunca.
Citizen Go sostiene que logró bloquear los planes secretos de imponer a la fuerza el Tratado de Pandemias en la Asamblea General de la ONU en mayo, pero ahora los globalistas regresaron con más fuerza, con nuevas caras en puestos clave, y todos enfocados en aprobar el Tratado antes de que nadie se dé cuenta.
El Órgano de Negociación Intergubernamental (INB) se está reuniendo en Ginebra, Suiza, y sus intenciones son claras: finalizar el Tratado de Pandemias para noviembre de 2024, sin importar el costo.
Su estrategia es ir a toda velocidad, cerrando un artículo por día y apresurándose a asegurar acuerdos antes de que el mundo tenga tiempo de reaccionar. Están movilizando delegaciones de los estados miembros y apostando a que seremos demasiado lentos para enfrentarlos.
En mayo pasado, los anti globalistas lograron unirse y bloquear el Tratado, frenando a la OMS cuando pensaban que ese organismo los tenía acorralados.
CItizen Go lleva a cabo una estrategia para advertir a Francisca Elizabeth Méndez, representante de México en la ONU, en Ginebra y a los representantes de la OMS para que rechacen el Tratado de Pandemias en las próximas sesiones.
Está aumentando la urgencia, pues la ONU considera que otras enfermedades podrían ser una advertencia de que la próxima pandemia está a la vuelta de la esquina.
La OMS declaró el último brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública global el mes pasado. Prácticamente está rogando a los delegados que hagan los cambios necesarios para aprobar este tratado, llamándolo una “oportunidad única en una generación”.
Las élites globalistas reconocieron el inmenso control que pueden ganar sobre una población aterrorizada durante el Covid y los miles de millones de euros que podrían meter en sus bolsillos, y quieren asegurar ese poder con el Tratado de Pandemias, sin importar lo que pase.
En resumen, estos son algunos de los poderes que la Organización Mundial de la Salud busca obtener, exigiendo miles de millones de euros para financiar su corrupción y sus ansias de poder.
Un mayor control sobre países, médicos, hospitales y otros grupos que influyen en las decisiones sobre la salud y de nuestras familias.
Se entraría de nuevo en una etapa, en la cual las autoridades tomen decisiones de salud en todo el mundo, reduciendo la soberanía de cada país y quitándote, nuevamente, la libertad de viajar o trabajar a las personas.
La situación es complicada, pues la OMS tendría la capacidad para declarar una nueva pandemia, sin el acuerdo de algún país, exigiendo control inmediato sobre la vida y la economía de los mexicanos.
La amenaza subsiste, sin que nadie pueda hacer algo para quitarse esa camisa de fuerza, sin que realmente se trate de una situación realmente justificada. O sea, aplicar controles, por el control mismo y sin que nadie lo evite.