Agradecen Sebastián Yatra y Bad Gyal a Dido en 2AM
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de septiembre de 2024.- Con un historial lleno de himnos emocionales, José Madero presenta un álbum sellado por su renovación sonora y capacidad para elaborar una tesis nueva sobre aquello que nos hace humanos: el dolor, el erotismo, la belleza y, sobre todo, la valentía emocional que requiere verbalizar nuestros miedos y deseos, mostrándonos como seres complejos, pero dignos de toda experiencia.
Dichos elementos dan vida a Sarajevo: una sinfonía en 12 partes, cuya principal característica es la experimentación sonora, ya que incorpora elementos del rock industrial de los 90 (como ritmos programados o guitarras altamente distorsionadas) a su característico estilo”, añadió Universal Music, en un comunicado.
El inicio de esta aventura se da con Hablemos del Campo, pieza que instala en el mood del disco, pues aquí conviven todas las inquietudes temáticas de José (la historia central es la toxicidad magnética de una pareja).
Después viene Cum Laude, una power ballad que fue lanzada como sencillo y uno de los puntos más álgidos en esta narrativa, por el impulso de converger la inseguridad con el perfeccionismo.
Día de Mayo presenta a un personaje que ruega por ayuda sin estar dispuesto realmente a recibirla, pues en ocasiones el vértigo, sin ser conscientes de ello, es parte del mismo disfrute de la desventura.
Entonces aparece Rey Ahogado, track que incorpora al astro venezolano Lasso para formar un dueto donde ambos artistas realizan un manifiesto sobre la entrega emocional que hace el artista con su obra y como ésta es recibida por las masas.
Suspira Sobre Mí funciona como un rompimiento estético, ya que la instrumentación recuerda al indie pop de los dosmiles, mientras la letra cuenta con un espíritu más animado frente al resto del álbum: aquí el agradecimiento se rinde ante el amor y su capacidad para sacarnos de la oscuridad.
La siguiente parada en el camino es Gardenias ‘87, composición que “escapa del cliché amoroso, tomando tintes góticos al hablar de sangre y desechos. Evité usar frases típicas como ‘eres todo para mí’”.
Después, Dafne, track elegido para acompañar el estreno de Sarajevo. Esta composición sorprende por su construcción, misma que arranca con suaves notas de piano, para escalar en intensidad pop, hasta construir un ritmo tan dinámico como apasionado, mostrando el poder que conlleva encontrar a la persona ideal con la cual compartir el amor.
En Érase Una Bestia, el romanticismo es sustituido por la manifestación del deseo carnal; para luego seguir con Baila Conmigo, donde la apuesta sonora busca un equilibrio entre la alegría de la electrónica bailable y el poderío del género industrial.
Nueve Vidas sigue la travesía al cuestionarnos a los cuántos intentos sabremos cómo funciona la vida, para luego dar paso a Luciérnaga, una de las piezas emblemáticas del disco, pues en ella, José logra construir una denuncia sobre la violencia machista que azota nuestro país, con una furia precisa que nos lleva a reflexionar el lugar que habitamos.
Y Noble Gas, un cierre de enorme crudeza y nitidez, una suerte de oda a la desesperanza que deja con ganas de más, al tiempo que construye una invitación a repetir el álbum, con tal de encontrar una respuesta en este destino musical llamado Sarajevo.