Avalan comisiones convocatoria para renovar presidencia de CNDH

CIUDAD DE MÉXICO, 7 de octubre de 2024.- Las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia del Senado de la República aprobaron por unanimidad el proyecto por el que se emite la convocatoria para la elección de la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para el periodo 2024-2029, la cual también abre la posibilidad de reelección Rosario Piedra Ibarra.

En reunión de las instancias legislativas que presiden los senadores Reyna Celeste Ascencio Ortega y Javier Corral Jurado, respectivamente, se dio trámite y aval al proyecto para emitir la convocatoria que tendrá que aprobar la Junta de Coordinación Política para someterla a consideración del Pleno. 

El proyecto de convocatoria fue turnado al citado órgano de gobierno que preside el líder de Morena Adán Augusto López Hernández par su aval de los coordinadores y será devuelto a las comisiones unidas para que emitan la convocatoria para la elección de la presidenta o el presidente de la CNDH.

Javier Corral aseguró que los senadores no llevarán a cabo un proceso de simulación en esta selección de la titularidad de la CNDH, pues será transparente, genuina, abierta, honesta y franca.

Por Acción Nacional, Ricardo Anaya Cortés señaló que Rosario Piedra Ibarra no ha estado a la altura del cargo, ya que su gestión fue un “absoluto desastre, por lo que hago votos” para que el Senado nombre el mejor perfil, una persona con todas las credenciales, a prueba de cualquier injerencia del poder, porque se necesita una Comisión fuerte y con autoridad moral.

En entrevista posterior, el panista Ricardo Anaya Cortés recordó la elección de hace cinco años atrás y señaló que fu ilegal y un fraude debido a que en la designación de Rosario Piedra votaron 116 senadores y la mayoría calificada implicaba 78 votos, cuando solo reunió 76. 

“Lo que mal empieza, mal acaba; empezó tan mal que vean nada más cómo acabó. Nunca en la historia le habían renunciado dos consejos consultivos a una Presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y su gestión fue un absoluto desastre.