Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
¡Sinaloa, el mayor lastre de palacio!
Sólo era cuestión de tiempo.
Y es que a tres años de iniciada la gestión de Rubén Rocha Moya, el gobierno a su cargo se ha convertido en uno de los mayores lastres, tanto para el expresidente López Obrador, como para Claudia Sheinbaum, la cabeza del Maximato sexenal.
Un lastre que, de no sacudirse lo más pronto posible, podría significas el fin de la mal llamada “Cuarta Transformación”.
Lastre que no desaparecerá mientras Rocha siga al frente del gobierno estatal y sea llevado a una cárcel federal o una prisión en Estados Unidos por sus vínculos criminales.
Y les guste o no a los defensores a ultranza del mandatario sinaloense –a Claudia y Obrador–, lo cierto es que la impericia política y los nexos del mandatario sinaloense con el crimen, se han convertido en una bomba de tiempo no sólo para Sinaloa, sino para el partido oficial y todo el gobierno.
¿Y por qué el “narco-gobierno” de Sinaloa es un peligro para el Maximato “lopezobradorista”?
Porque resulta inocultable –para los mexicanos y para el mundo–, que detrás de la alianza entre Obrador, Sheinbaum y Rocha Moya, con el Cártel de Sinaloa, está la violencia incontenible en esa entidad y cientos de crímenes contabilizados desde diciembre de 2018, hasta hoy.
Es decir, que bastaron tres años de gestión de Rocha –al frente del gobierno fallido de Sinaloa–, para que se acomodaran las piezas que explican el tamaño de los acuerdos entre Morena, sus gobiernos municipales, estatales y el federal, con poderosas bandas criminales, como el cártel de Sinaloa.
Paradójicamente, “la gota que derramó el vaso” y confirmó el poder político que han alcanzado los cárteles criminales, salió del puño y letra de “El Mayo” Zambada, quien luego de ser entregado a la justicia norteamericanas, reveló la primicia de “la traición” del gobernador de Sinaloa en su captura y extradición a Estados Unidos y en el asesinato de Héctor Melesio Cuén.
Resulta que el Centro Nacional de Inteligencia del gobierno mexicano y la Fiscalía General, coincidieron en que, según las indagatorias del caso, Rocha Moya fue el responsable de convocar a la reunión que sostuvieron el ex rector de la UAS, Héctor Melesio Cuén, Ismael “El Mayo” Zambada y el hijo del “Chapo” Guzmán.
La reunión estuvo encabezada por el gobernador de Sinaloa, quien no solo “entregó” a los narcotraficantes al gobierno de Estados Unidos, sino que habría ordenado el asesinato de Melesio Cuén.
Más aún, el mismo Rocha ordenó el montaje que pretendió engañar a la sociedad sinaloense sobre un presunto asalto a Melesio Cuén –en una estación de gasolina–, que le habría costado la vida, además de que el gobernador sinaloense también mintió al asegurar que, al tiempo que se produjo la traición a los criminales y su entrega a Estados Unidos, él se encontraba en aquel país, cuando en realidad participó “en la traición” a “El Mayo”, al “chapito” y hasta habría ordenado el asesinato de Melesio Cuén.
Pero tampoco es novedad la debacle del mandatario de Sinaloa. Y es que en el Itinerario Político titulado: “¡El “narco-gobierno” de Sinaloa caerá pronto!”, del 22 de agosto del 2024, dije que sólo era cuestión de tiempo para que cayera el gobernador Rocha Moya.
Así lo dije: “En Sinaloa todos saben que Rubén Rocha Moya llegó al poder gracias a los votos del Cártel de Sinaloa.
“También saben que Rocha Moya es un “narco-gobernador” intocable, que goza del favor de Palacio y que en el sexenio por venir podría seguir siendo solapado por la espuria Señora Presidenta.
“Y por supuesto que en Sinaloa saben que Rocha no sólo participó en la entrega de Ismael Zambada, “El Mayo” y de Joaquín Guzmán López, sino que intentó ocultó el asesinato de Héctor Melesio Cuén.
“Pero lo que pocos saben, es que el “narco-gobernador”, Rubén Rocha Moya, caerá muy pronto, una vez que en septiembre arranquen los procesos judiciales de “El Mayo” y de “Los Chapitos”, en una corte norteamericana.
“Así, una vez iniciado el proceso judicial, al primero que señalarán los narcotraficantes mexicanos, ante las autoridades norteamericanas, es al mandatario estatal de Sinaloa, quien habría traicionado la confianza no solo de “El Mayo”, sino de los “Chapitos” y del asesinado Melesio Cuén.
“Y es que, según fuentes cercanas a la defensa de los jefes del Cártel de Sinaloa, la revelación de complicidades con autoridades mexicanas será de menor a mayor jerarquía política.
“Es decir, conoceremos las complicidades a nivel municipal, en la UAS, con integrantes del Congreso local y del gobierno estatal, antes de llegar “a los peces gordos” del gobierno federal; AMLO y Claudia. (FIN DE LA CITA)
Pero no es todo. En el Itinerario Político titulado: “¡El crimen organizdo ya votó por Morena!”, del 26 de mayo del 2021, advertí del peligro político electoral de la participación de los cárteles de la droga en elecciones.
Así lo dije: : “Las bandas criminales también votan. Y en la elección del 6 de junio del 2021 los barones del crimen ya decidieron su voto; sufragio que se llevará a cabo mediante métodos nada convencionales.
“En realidad impusideron “los usos y costumbres” de la mafia; la plata, el plomo, el secuestro y las amenazas. Pero, además –y por pura casualidad–, el voto mayoritario de los criminales resultará favorable al partido oficial, Morena.
“¿Y cómo sabemos que los criminales organizados votarán en su mayoría por el partido de López Obrador?
“Elemental, porque el 60% de los hechos violentos ocurridos a lo largo de la elección –crímenes, amenazas y secuestros–, alcanzaron a candidatos, precandidatos y políticos identificados con la alianza PRI, PAN y PRD.
“Sólo 17% de los ataques fueron lanzados contra precandidatos, candidatos y políticos vinculados con Morena, mientras que el restante 23 por ciento fue dirigido contra políticos de otros partidos.
“De esa manera, de los casi 100 precandidatos, candidatos y políticos vinculados a partidos –que han sido asesinados–, por lo menos 60 se identificaban con la coalición del PRI, PAN y PRD, mientras que sólo 17 pertenecían a Morena y los restantes 18, a otros partidos.
“Sin embargo, lo peor está por venir. ¿Por qué?
“Porque según fuentes castrenses, todo puede pasar en estados como Baja California, Baja California Sur, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Colima, Oaxaca, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, en donde el crimen apuesta por el control político para favorecer al partido Morena. (FIN DE LA CITA)
Y tal como lo pronostique aquel 26 de mayo del 2021, la llamada elección intermedia fue un día de campó para los grupos criminales que, mediante las urnas, atraparon el Corredor de Pacífico, su mayor zona de influencia.
Así lo dije en el Itinerario Político titulado: “¿Ganó Morena o ganó el narco?”, del 9 de junio de ese 2021: “¿Cuál fue el impacto real de las bandas criminales en las recientes elecciones estatales? ¿Es casual que Morena haya ganado todo el corredor del trasiego de drogas, controlado por cárteles criminales, aliados al gobierno, como Sinaloa y CJNG?.
“Lo cierto es que –como todos saben– en política no hay casualidades y son muchos los indicios de que el gobierno de Obrador no sólo pagó a las mafias criminales con una amnistía de facto sino que en el extremo de la debilidad del Estado, les habría entregado gobiernos estatales completos” (FIN DE LA CITA)
Sí, sólo era cuestión de tiempo para ver la caída del “narco-gobierno” de Sinaloa.
Al tiempo.