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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de octubre de 2024.- A ocho días del asesinato del padre Marcelo Pérez, ocurrido el domingo 20 de octubre en San Cristóbal, Chiapas, la Iglesia católica lamentó que su lucha por lograr un mundo mejor haya incomodado.
A través de su editorial de este fin de semana, titulada ¿Cuántos más como el padre Marcelo?, la Iglesia comparó la vida del padre Marcelo con la de aquellos que siempre buscan la justicia y la paz.
“La comunidad cristiana enfrenta actos de violencia solo por manifestar su fe, y son vistos como incómodos por su lucha en pro de un mundo mejor. Así fue el caso del padre Marcelo Pérez en Chiapas”, manifestó.
Al respecto, evocó el activismo realizado por el personaje bíblico Jesús, que en los relatos se manifiesta sus enfrentamientos con las autoridades de su tiempo por diversas razones, sea porque no observaba las normas de pureza, porque se rodeaba de gente excomulgada, o porque comía con personas de mala fama y tocaba a los leprosos.
Dichos descontentos por esas actividades se expresan en la actualidad con acoso y muestras de rechazo, tal como le habría ocurrido al padre Marcelo.
“Más de 2,000 años después, la persecución de aquellos que, como Jesús y sus primeros seguidores, luchan por la verdad y la justicia, no solo sigue vigente sino que se intensifica en muchas partes del mundo. La comunidad cristiana enfrenta actos de violencia solo por manifestar su fe, y son vistos como incómodos por su lucha en pro de un mundo mejor.
Así fue el caso del padre Marcelo Pérez en Chiapas, un símbolo de valentía y compromiso por la justicia”, condenó.
Por ello, cuestionó “¿Cuántos más como el padre Marcelo tendrán que sacrificar su vida por buscar la verdad, la justicia y predicar el Evangelio?, ¿cuántas madres buscadoras?, ¿cuántos defensores de migrantes, ¿cuántos luchadores sociales más?”
¿Cuántos más? Si cada vez que un sacerdote se alza por la verdad, arriesga su vida, y más si lo hace en una comunidad vulnerada por el crimen organizado.
¿Cuántos sacerdotes y ciudadanos más deben ser asesinados para que se escuche su grito exigiendo justicia y paz?”, sostuvo.
Recordó que hace cerca de dos años murieron los jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, cuya ausencia aún duele, y ahora, esta semana tocó al sacerdote Marcelo Pérez.
Denunció que es inaudito que mientras la violencia corta vidas como la del padre Marcelo y miles más, algunos legisladores pretendan dictaminar leyes de muerte y violencia contra la mujer embarazada.
“La violencia ya no se aguanta, fueron algunas de las últimas y valientes denuncias del sacerdote Marcelo Pérez, que pudieron no haber sido necesarias si, más allá de las medidas cautelares que tenía, las autoridades lo hubieran escuchado y actuado con determinación”, lamentó.
Por último, exigió que no desean “ni una muerte más a causa de la violencia. Queremos una lucha conjunta por la paz y la justicia”.