Abanico/Ivette Estrada
¿Quién manda en México?
Créame: la pregunta no es ociosa ni aislada.
Tiene plena vigencia por la renovación o ratificación de presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), inútil desde noviembre de 2019
Por órdenes expresas de Andrés Manuel López Obrador, el zacatecano Ricardo Monreal Avila fue retado a demostrar su control senatorial en 2019.
Y lo hizo, aunque con enormes cuestionamientos de procedimiento, al sacar la elección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de ese organismo.
De esa forma el tabasqueño anuló uno de los principales órganos responsables de vigilar al gobierno y garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los mexicanos.
Por el contrario: colocó en posición clave a una activista cuya servidumbre al régimen la llevó al extremo de meterse en temas prohibidos para la comisión, los electorales, en 2022.
Culpó, entre otras cosas, al INE de represiones de registradas… ¡hace 62 años!, cuando no existía ese organismo ni su antecesor, el IFE.
ACUSACIONES FALSAS
Fue muy cuestionado su ridículo.
De inmediato el Instituto, en aquel tiempo autónomo bajo la presidencia de Lorenzo Córdova, mostró su extrañamiento y ella fue convocada por los diputados, ante quienes intentó justificar:
“Acabamos de emitir una recomendación precisamente porque la impunidad no empieza ahora La impunidad lleva años en este país.
“Lleva atropellos, ejecuciones extrajudiciales y por eso la recomendación que hicimos para lo del iNE, porque hubo una masacre terrible el 7 de julio de 1952 de más de 500 ciudadanos mexicanos que se manifestaban en forma pacífica y lo único que pretendían era que se respetara el al voto y hubo fraude electoral”.
Ella es quien está lista para ser ratificada.
Con serias dificultades:
Si en 2019 el control senatorial de Ricardo Monreal fue puesto a prueba por Andrés Manuel López Obrador, hoy la tarea corresponde a Adán Augusto López y pasa por la obediencia de claudia Sheinbaum.
DOCUMENTOS FALSOS
1.- Pero atrás hay mucho más fondo:
Su madre Rosario Ibarra colocó la banda a Andrés Manuel López Obrador en 2006 en aquella pantomima de la presidencia legítima y su hija Rosario Piedra Ibarra sigue en el ánimo del tabasqueño.
Y él la quiere mantener al frente.
Aquí vienen las dudas:
Ayer Claudia Sheinbaum la postuló como adalid de los derechos humanos, pero atrás está la influencia de su antecesor y mentor.
¿De quién sería la decisión?
Ya quitaron el primer filtro a doña Chayo: uso de documentos falsos -¿hacen falta más cartas y desmentidos como el del obispo Raúl Vera?-, rechazo de organizaciones civiles, pésimo desempeño en el período por expirar, ocultamiento de recomendaciones, incapacidad administrativa…
Aun así la colocaron como tercera finalista sin tener justificación al lado de Paulina Hernández Diz y Nashieli Ramírez.
Veremos, pero el objetivo del régimen morenista es acabar con los molestos contrapesos y los órganos autónomos, cuyo descabezamiento será la próxima semana.
Y 2.-magnifica iniciativa del diputado capitalino panista Ricardo Rubio de tipificar como delito la “violación del uso del suelo”.
Si no se respeta el territorio urbano, ¿entonces para qué sirven los marcos regulatorios y los planes de desarrollo de las alcaldías?