¿Cooperar desde la desconfianza?/Felipe de J. Monroy*
¡El PAN y Morena: los cárteles criminales!
Ahora resulta que el partido oficial, Morena y el opositor PAN, se disputan la jerarquía de ser el mayor cártel criminal de México.
Y es que, con esa puntería política que le caracteriza, la presidenta Claudia Sheinbaum, ignoró las masacres del pasado fin de semana y en su mañanera del pasado lunes –11 de noviembre del 2024–, prefirió ocuparse de la elección del nuevo dirigente del PAN.
Y certera, la “señora presidenta” dijo que Jorge Romero Herrera, quien se alzó con la victoria para presidir al partido azul, “es el jefe del cártel inmobiliario y lo conocemos muy bien en la ciudad de México”. (FIN DE LA CITA)
Y, sin duda que le asiste la razón a la señora Sheinbaum, ya que el exjefe delegacional de Benito Juárez convirtió esa demarcación en un jugoso negocio no sólo inmobiliario, sino para el ambulantaje y los giros negros.
Pero también es cierto que el nuevo jefe nacional del PAN pertenece al “establo político” de Ricardo Anaya, el corrupto panista capaz de vender su alma al diablo a cambio de negocios turbios. Como saben, Anaya se apoderó de la dirigencia del PAN para lanzar, desde esa posición su fallida candidatura presidencial, en 2018.
Al final de cuentas, el queretano mantuvo bajo su feudo la dirigencia del partido azul, primero a través de Marko Cortés y hoy bajo el sello de Jorge Romero, otro incondicional de Anaya.
Sin embargo, lo interesante del asunto es que al acusar a Jorge Romero Herrera como “jefe del Cártel Inmobiliario”, la “señora presidenta” en realidad “escupe para arriba” y reconoce la corrupción de escándalo en los gobiernos de Morena en la Ciudad de México.
Y es que Claudia olvida que el negocio inmobiliario, en la capital de país, es imposible sin la anuencia, la vigilancia y/o la corrupción de los gobiernos capitalinos; gobiernos que en los últimos 27 años han estado en manos del PRD y de Morena, respectivamente.
En efecto, resulta imposible el florecimiento de un Cártel Inmobiliario, sin la corrupción del GDF; gobiernos que han estado en manos de López Obrador, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Martí Batres y hoy de la corrupta Clara Brugada.
En todos esos gobiernos la industria inmobiliaria vivió una de sus peores etapas de corrupción ya que, por ejemplo, para construir un edificio de departamentos, casi el 90 por ciento de los requisitos y permisos los autoriza el gobierno capitalino, cuyos funcionarios establecieron toda una red de corrupción que encareció los inmuebles hasta el 50 por ciento, a causa de “las transas”, “los moches” y “la compra de permisos” mediante corrupción.
Y tiene toda la razón la señora Sheinbaum, cuando dijo que conoce bien a Jorge Romero Herrera. Y es que, en efecto, el grupo político del nuevo jefe nacional del PAN fue uno de los que más negocios inmobiliarios realizó en la capital del país en las últimas décadas y quienes llenaron los bolsillos de los ladrones jefes de gobierno del PRD y de Morena.
Y la siguiente joya lo explica.
Hace por lo menos 20 años, un constructor de departamentos en la Colonia del Valle amaneció con la noticia de que un grupo de activistas habían parado la construcción de su edificio; obra que contaba con todos los permisos.
–¿Quiénes son los activistas?, preguntó el constructor.
El director de la obra le dijo que quienes pararon la obra se quejaban de muchas supuestas irregularidades y que su líder era un militante del PRD.
Al final de cuentas, el constructor habló con un tal Gerardo Fernández Noroña, quien a cambio de permitir que siguiera la obra, le pidió un departamento, totalmente gratis.
Hoy viven en ese departamento, de la Colonia del Valle, las hijas de Gerardo Fernández Noroña. Y claro, como saben, el activista extorsionador es líder del Senado de la República por Morena.
Algo parecido ocurrió durante el paso de Claudia Sheinbaum por la delegación Tlalpan y por el GDF.
Sí, la preferida de AMLO convirtió la demarcación Tlalpan en un descomunal negocio personal de extorción, mientras que en el DF cobró millonadas por autorizar proyectos faraónicos que se edificaron en su gestión, al frente del DF.
Ya antes, en el gobierno de AMLO en el entonces DF, Claudia fue acusada de saquear miles de millones de pesos de “Los segundos Pisos” del Periférico, saqueo que nunca fue aclarado.
Pero esas son apenas las “insignificantes transas” inmobiliarias del PAN y de los gobiernos de Morena.
Y es que el verdadero cártel criminal es la alianza de Morena; de AMLO y de Claudia con el crimen organizado; alianza que tarde que temprano llevar presos a no pocos militantes de Morena.
Al tiempo.