Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
“A los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas”.
La anterior frase se le atribuye, de manera errónea, al expresidente Juárez. Sin embargo, más allá de su origen, ya es parte del refranero popular mexicano.
Más aún, en el gobierno anterior, el de López Obrador, se convirtió en una de las frases preferidas del tabasqueño.
Se trata de una sentencia que describe el “doble rasero” con el que se aplica la justicia en tiranías populistas como la de López.
Es decir, un claro ejemplo del gusto por la impunidad oficial para los amigos y la venganza sin piedad contra los adversarios.
Impunidad y venganza que, sin titubeos, llevó a cabo López Obrador a favor de sus amigos y contra sus enemigos.
Y viene a cuento porque, de manera pública, la presidenta, Claudia Sheinbaum, confirmó que también gusta de la impunidad para sus leales y de la venganza contra sus adversarios y, con ello, sigue “a pie juntillas” las enseñanzas de su mentor.
Y es que al tiempo que la presidenta confirmó que López Obrador tiene a su servicio a un grupo de militares que lo cuidan, descalificó de forma grosera al excandidato presidencial, Gabriel Quadri, por haber cometido “el pecado” de solicitar la pensión como adulto mayor.
Es decir, que la presidenta justifica los privilegios para los amigos o jefes, como es el caso del expresidente, quien en su casa cuenta con seguridad exclusiva de militares, mientras que a los adversarios políticos y críticos de la 4-T, como es el caso de Gabriel Quadri, “la señora presidenta” los ridiculiza en su mañanera, a pesar de que el señor Quadri tiene todo el derecho de exigir su pensión, más allá de que sea o no crítico del régimen.
Pero vamos a los hechos.
Todo empezó cuando en una de las mañaneras del pasado fin de semana, un reportero pidió a la presidenta confirmar la versión periodística de que López Obrador cuenta con seguridad exclusiva de militares en su casa de Palenque, Chiapas.
Así respondió Claudia Sheinbaum: “Sí, es una seguridad mínima de militares que también hacen otras tareas”. (FIN DE LA CITA)
En otras palabras, el clásico “sí, pero nomás poquito”.
Lo cierto es que el expresidente Obrador tiene a metros de su casa no solo un cuartel militar, con decenas de efectivos, sino que también se construyó muy cerca, un hospital de donde acuden especialistas a los chequeos frecuentes del presidente, cuando habita la propiedad.
A su vez, también el fin de semana, en la mañanera se presentó una imagen en la que aparece Gabriel Quadri en el momento que está solicitando ser inscrito para recibir la pensión de adulto mayor.
En tono de burla, la presidente dijo lo siguiente: “Si fuera consecuente [Gabriel Quadri] pues no fuera por su pensión, ¿verdad? Ahí está, inscribiéndose a la pensión de adulto mayor… Lo primero es la consecuencia. ¿No?”. (FIN DE LA CITA)
Luego que “la señora presidenta” exhibió a Gabriel Quadri como supuesto incongruente, no tardó la respuesta del excandidato presidencial, quien dijo que sólo exigió un derecho, en tanto ciudadano con derechos plenos.
Así respondió: “No lo había hecho antes ya que era Diputado Federal y no lo consideraba correcto. Y sí, estoy en contra de ese tipo de subsidios generalizados. Y es vergonzoso que el gobierno privatice el gasto público para comprar votos (…) y que desde lo más alto de un poder ya ostensiblemente dictatorial se siga agrediendo a opositores sólo por ejercer un derecho”. (FIN DE LA CITA)
Queda claro que sigue vigente el doble rasero y la doble moral en Palacio; la impunidad para los amigos, por un lado y la venganza contra los enemigos, por el otro.
Para eso quieren destruir al Poder Judicial, para perseguir a los opositores y a los críticos y, en el otro extremo, para otorgar total impunidad a los ladrones y depredadores del régimen.
¿Lo dudan?
Al tiempo