Libros de ayer y hoy
***Serie de 10 retratos breves dedicada a mujeres de México cuya vida ejemplar es aporte imperecedero, dignas de ser memorables para su generación y la posteridad por sus contribuciones al arte, la ciencia o la cultura.
Al margen de su ideología política, todas ellas fueron y son congruentes con principios y valores inspiradores. Algunas alcanzaron la fama que trascendió a su tiempo, pero otras ameritan hacerse visibles para ser reconocidas y recordadas por su vida singular y sus valiosas aportaciones.
Mujeres mexicanas memorables (10)
Amalia García Medina, política de izquierda, feminista
Amalia García es una mujer de izquierda, feminista comprometida con las causas de la democracia, la justicia social y la libertad. Es una de las pioneras en la lucha por erradicar la violencia contra las mujeres.
–Cuando empecé no habíamos conquistado ni las cuotas de género, ni el concepto de violencia política de género, ni la paridad de género en cargos de representación política. Hemos ido ganando nuestro derecho a estar en espacios púbicos de poder, eso ha sido una gran conquista, dice al iniciar la charla.
Aunque falta mucho por hacer, esta mujer con trayectoria impresionante en la política nacional, considera que la agenda feminista debe ser asumida como una prioridad para quienes ocupan espacios de poder público, “porque la violencia contra la mujer, los feminicidios son algo insoportable”.
–Nuestra causa, agrega, es defender el derecho de las mujeres y niñas de todo el país, a vivir, y a vivir en paz, así como el establecimiento de programas de apoyo, de atención a la salud y al cuidado de la niñez.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, entre 1991 y 1994, promovió la ley que creó la primera Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, e impulsó el primer plebiscito ciudadano que dio paso a la reforma política para la elección directa de gobernantes en la Ciudad de México.
Amalia García, desde septiembre de 2024, es senadora de la República por Movimiento Ciudadano, cargo que ya había ocupado por el Partido de la Revolución Democrática, entre 1997-2000.
Fue la primera gobernadora de su estado natal, Zacatecas (2004-2010). Para llegar tuvo que vencer resistencias machistas. De los resultados obtenidos en su entidad natal se siente orgullosa.
Como diputada federal, en varias legislaturas, fue promotora de una nueva legislación penal para convertir en delitos graves la violación, la violencia familiar y el hostigamiento sexual.
Practica la rendición de cuentas y el escrutinio público a su labor, consciente de que su vida ha estado regida por el trabajo en busca de resultados.
Cuando se desempeñó como titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo en el Gobierno de la Ciudad de México, 2015-2018, impulsó el reconocimiento del trabajo de cuidado no remunerado.
No soporta el abuso, la prepotencia ni el maltrato. Ve en su futuro trabajo y más trabajo, en lo que la motiva, sus causas son: los derechos de las mujeres, la democracia y libertades del país, la defensa del medio ambiente del planeta, y la necesidad de rescatar el futuro para nuestros niños y jóvenes.
Actualmente es integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), del Colectivo 50+1, y de la Red de Mujeres en Plural.
“El aprendizaje es más que la adquisición de la capacidad de pensar; es la adquisición de numerosas habilidades para pensar en una gran variedad de cosas”, asegura.
Su Infancia
Amalia Dolores García Medina nació en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas, el 6 de octubre de 1951, es hija de Francisco Espartaco García Estrada, abogado y catedrático, quien gobernó el estado zacatecano entre 1956-1962, y de María Concepción Medina Ordaz, ambos personajes conocidos, queridos y respetados por sus paisanos.
Amalia fue la segunda hija de siete hermanos, tres mujeres y cuatro hombres, el primero fue varón. Recuerda que fue educada, junto con sus hermanos, sin privilegios, fue a escuelas públicas, si leen los zacatecanos contemporáneos este escrito saben que todos conocimos a la maestra Chole, una mujer que disciplinaba parejo a todos.
Desde muy pequeña –iba en el kínder cuando su padre fue gobernador–, acompañaba, junto con sus hermanos, a su padre a visitar poblaciones de la entidad los fines de semana. Para el licenciado García la política era servir a la gente, y eso hacía, rememora: “escuchar con toda atención, con respeto, con afecto a las personas, para dentro de su ámbito de posibilidades darles respuesta”.
Eran mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta. La familia viajaba por caminos y brechas, para convivir con la comunidad visitada, uno o dos días compartían sus alimentos, sus costumbres, su música, sus creencias.
Su padre fue un político de profesión abogado, maestro universitario, fue rector del Instituto de Ciencias -predecesor de la Universidad Autónoma de Zacatecas-; militante del PRI, simpatizante del expresidente Lázaro Cárdenas del Río, nacionalista y revolucionario, amigo de sus colegas abogados.
“Al ver su actuación en el espacio público, se me fue fijando como un espacio de servicio y de responsabilidad”, evoca la décimo mujer mexicana memorable de esta serie, quien será un cierre magnífico porque comparte sus experiencias, sus cualidades humanas, sus tristezas, virtudes y valores.
Francisco García fue un hombre racional, de amor al conocimiento, de lecturas y reflexión, y con ese ejemplo educó a sus siete hijos, “en la casa lo que había y hay en casas de mis hermanos son libros por todos lados”. Mi padre siempre tuvo una actitud prudente, cuidadosa con los hijos.
Por ejemplo: si uno de niño hacía una travesura, y mi mamá decía, le voy a decir a tu papá, eso era lo peor que podía pasar, porque llegaba mi papá, te llamaba y decía:
─Oye hija, tu mamá me dijo que hay algo que no estuvo bien, ¿qué consideras que fue? Tenías de contarle, y reviraba:
─ ¿Y tú que consideras? ¿Qué estaba bien o mal?, y uno confesaba:
─ No, pues mal,
─Y ¿qué crees que procede?
─ Pues que no me den el domingo. Y él tranquilo, sentado…uno solito se echaba de cabeza.
Cuando salieron los libros de Texto Gratuito con el presidente López Mateos, hubo una confrontación ente iglesia y el gobierno. “Mis amigas más queridas de la escuela dijeron que no me hablarían porque sus padres les habían dicho que mi padre era comunista”, recuerda.
La iglesia tenía el monopolio de las editoriales de los libros escolares. “Entonces mi conclusión en el sexto año de primaria era de que si mi papá es comunista, los comunistas son buenos, y entonces a partir de ese momento, me preguntaban y yo decía: ‘Yo soy comunista’, sin entender absolutamente nada”.
Cree que fue una gran decisión editar los libros de texto gratuitos y crear los desayunos escolares. “Mi mamá estaba emocionadísima con los desayunos nutritivos y sabrosos. En Zacatecas, como es tradición, les agregaban lo que llamamos queso de tuna, un ate de fruta, y el ‘lonche’ con la torta más rica era un bolillo doradito con cajeta, o sea queso de tuna de guayaba. Ahora los médicos dirían que era un horror por las calorías”.
Al hablar de su madre, Amalia endulza la mirada: “Además de ser una mujer muy linda, con gran presencia, le decían señora Conchita, fue una mujer muy optimista, con alegría por la vida, tuvo mucha fortaleza, fue muy decidida; nos dio ejemplo de mantener el carácter: de trabajar, trabajar, trabajar sin ceder, hasta obtener el objetivo”.
Sus padres, rememora, decían: “mis hijas no se van a meter a la cocina, ellas que hagan con su vida lo que quieran, menos amas de casa”. Así fue la crianza para las mujeres García Medina.
Reconoce Amalia que el dicho de la cocina era simbólico, pues su mamá cocinaba riquísimo. Suspira al hacer memoria: para ella la cocina no era una obligación, era para agasajarte. Llegabas a su casa, en una población muy cercana de Zacatecas, y el mejor lugar era la cocina, había siempre café, chile molcajeteado, frijoles, tortillas, y llegabas a comer delicioso y a platicar y platicar.
Hasta aquí, Amalia García ha compartido algunas de las cualidades de sus padres, que fueron para ella ejemplo e inspiración, aunque Amalia García dice desconocer si heredó o no el carácter de su madre, ella ve a su hija, Claudia Corichi García, más parecida a su abuela, en carácter y forma de ser.
Todavía reciente el fallecimiento de su madre, en 24 de enero del presente año. Cuenta que el día del funeral se acabaron las flores en Zacatecas, debido a que se volcaron sus paisanos a despedir a la señora Conchita, como le decían cariñosamente a una mujer amorosa y amistosa, querida por sus coterráneos
Amalia García vive el duelo por la pérdida de su madre: “Falleció a los 94 años. No importan los años vividos, es un ser tan querido, que el dolor y el hueco que queda es tan grande que no se consuela uno. No importa si vivió mucho. Yo tengo un hueco en mi corazón. Mi madre tan adorada”.
Los viajes y el valor de los principios
Mi padre, Francisco García Estrada fue también diplomático, relata Amalia García, “y por sus distintos nombramientos recorrimos Ginebra, Suiza, Guatemala, Filipinas, Polonia y República Dominicana.
“Eso permitió que los hermanos nos formarnos en el respeto a los distintos puntos de vista, a los distintos pensamientos, a las distintas culturas a las distintas religiones. Los nuevos aprendizajes se sumaron a la diversidad de puntos de vista que conocíamos al visitar rancherías y poblados en Zacatecas.
“Primero, mi padre fue representante de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza; después fue nombrado embajador en Guatemala, fue una época muy dura, había toque de queda nadie podía salir a la calle, estaban los militares. Nuestros amigos en las escuelas hablaban con temor de lo que estaba sucediendo.
Eso fue entrar en contacto con otras culturas, conocer otras costumbres, otra gastronomía. Todo esto nos hizo asumir que podíamos tener amistad, respeto, afecto, cariño por personas que pensaban distinto, con religiones y creencias diferentes. Empezamos a ver al mundo de otras maneras.
“En Filipinas conocimos el colonialismo estadounidense. Había soldados que regresaban de la Guerra de Vietnam en las calles, algunos de origen mexicano que no alcanzaban a comprender lo que pasaba, rechazábamos la educación religiosa que se practicaba en aquel país se practicaba, así como la invasión de la superpotencia a una nación pequeña.
“Llegamos a Polonia en un momento de mucha tensión: las tropas soviéticas habían entrado a Praga, entonces era Checoslovaquia, ahora son dos Repúblicas distintas: la Checa y la Eslovaca.”
La Suave Firmeza
A Amalia García, senadora de la República, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa hace más de una década la describió como “La suave firmeza”, y es, sin duda, una frase que la describe. Es una política que defiende sus convicciones, es fiel a ellas, “no de manera irracional”, advierte.
Las defiende con fundamento, pero sin agraviar a los demás personalmente. Sino tratando de convencer, “y si no convenzo, trato de darle solidez a las razones por las cuáles uno está abrazando una causa”.
En el contexto de su vida, considera que conocer otros países y sus realidades le ayudó a adoptar una regla para construir relaciones humanas y afecto en la diferencia. Ha sido una determinación personal evitar agravios personales en la confrontación política. Las ofensas personales son como heridas insuperables, que harán casi imposible la conciliación. En la vida pública, en la política, son un obstáculo para llegar a acuerdos.
Porque si uno se pone en los zapatos de la otra persona, las cosas las ve diferentes, y aunque uno mantenga su visión, su punto de vista, no agraviar al otro por tener otra visión es aceptar que las personas podemos convivir con respeto a las ideas y puntos de vista diferentes.
“Estos antecedentes nos fueron formando a mí y a mis hermanos a lo largo de años. Y otro hábito al que hemos concedido un valor importantísimo es a la lectura, la reflexión y el conocimiento, ya que leer, preparase, permite tener las bases consistentes, los argumentos necesarios para defender con solidez las ideas”.
Sus inicios como militante del PCM
Amalia García Medina inició su trayectoria política primero como simpatizante de las Juventudes Comunistas, y luego como militante del Partido Comunista de México, nunca persiguió puestos, sino sumarse a causas sociales.
Le tocó el Movimiento estudiantil de 1968 estando en Polonia, donde su padre era el embajador de México. Ella siempre estuvo pendiente de los acontecimientos en Francia, de la represión en México.
Meses después, cuando su padre fue transferido a la representación de República Dominicana, ella decidió comunicarle a su familia que no quería seguir fuera de México, regresaría para continuar sus estudios.
Regresó a Zacatecas, a vivir con su tío Rafael, hermano de su madre, y con su esposa, la tía Julita, así como con primos y primas. Entró a la preparatoria y encontró entre los universitarios afinidad para oponerse al PRI, el partido de Estado que absorbía prácticamente todo. Le resultaba “insoportable esa opresión política”.
Su padre, militante priísta, exgobernador de Zacatecas siendo embajador de México en República Dominicana, Francisco García, siempre la alentó a seguir su vocación con responsabilidad y en libertad, asumiendo sus propias decisiones.
Recuerda que en busca de líderes a quiénes seguir, en Zacatecas sólo se encontraban dos: un viejo líder minero: don Chon Castro y el otro era el líder campesino José Dolores López, conocido como “Lolo” López.
“Eran como misioneros, iban hablando de la justicia social y que debía haber igualdad, los encontramos y dijimos estamos con ustedes.
“Mis tíos eran extraordinarios, respetaron mis decisiones, y cuando llegaron mis padres de vacaciones a Zacatecas decidí hablar con ellos, nos sentamos en la biblioteca. Les dije: he decidido afiliarme a la juventud comunista. Y mi mamá suspiró y dijo: creí que nos ibas a decir que estabas embarazada”. Sonríe.
Su padre dijo: “Es tu decisión, nosotros la respetamos, tú tienes que ir haciendo tu camino en la vida”.
Continuó su etapa de aprendizaje con lecturas, como la revista editada por Marcué Pardiñas, “Por Qué”, hasta que conoció a Sergio Corichi, un joven maestro de Economía de la UNAM, quien llegó a Zacatecas a dar clases.
Se convertiría primero en su novio y pocos años después en su esposo. Ella rememora el acontecimiento: “sentía que me casaba con el Partido Comunista. Fue en República Dominicana, mi padre ofició el matrimonio. Como embajador tenía facultades para ello”.
El matrimonio Corichi-García se fue a radicar al Distrito Federal, donde estudió Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, pero dejó los estudios inconclusos, aunque hizo muchos amigos.
“Pablo Gómez y mi marido, Sergio Corichi, eran compañeros de la Facultad de Economía de la UNAM, creo que mi esposo era más amigo del papá de Pablo. Jugaban ajedrez. Sergio era tranquilísimo, un académico, un intelectual, él estaba en el Partido Comunista para elaborar documentos. Yo estaba en la actividad estudiantil.
“En esos años fundamos una organización de jóvenes socialistas con mucha actividad. Nace mi hija, Claudia… qué guarderías ni qué nada. Por eso defiendo mucho que hayas estancias infantiles, escuelas de tiempo completo”.
La familia se fue a radicar a Puebla donde le ofrecieron a Sergio ser el director de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla, ahí emprendería Amalia García su segunda carrera, la licenciatura en Historia.
La joven Amalia continuó su militancia en el PCM, en la dirección estatal del partido en Puebla, posteriormente fue elegida como parte del Comité Central y luego del Buró. Evoca aquellos tiempos: “activa siempre, sin parar”. Asistía a mítines y asambleas con su pequeña hija, cargando el bambineto y una bolsa de juguetes.
Una de las decisiones que tomó desde entonces fue: “la participación tiene que ser para cambiar las cosas, no sólo ver cómo se influye, no sólo oponerse a aquello que no nos guste o simpatice, sino encontrar cómo cambiarlo”.
Ofrece a Ricardo Monreal la candidatura del PRD al Gobierno de Zacatecas
Amalia García relata la historia: “Yo lo invité a que él rompiera con el PRI, él quería ser gobernador, pero el PRI decidió que fuera Pepe Olvera y entonces se armó un escándalo en el PRI zacatecano. Una hermana lo conocía pues fueron condiscípulos, con un año de diferencia, en la Facultad de Derecho. Mi padre seguía en el PRI, mi hermana lo acompañó, ella me relató que había golpes, la cosa estaba tremenda porque no nombraron a Monreal. Yo lo no lo conocía, ella me dice por teléfono, él fue mi compañero, y te lo voy a pasar, quedamos de hablar después.
“Yo estaba en la Ciudad de México, era precandidata a la gubernatura por el PRD, lo busqué, y le dije platiquemos, y lo hicimos en el Sanborns de La Fragua. Debes renunciar al PRI, le dije, y yo renuncio a mi candidatura –prácticamente era la candidata–. Me retiro, si tu aceptas, Él estuvo renuente, decía no saber, pues siempre había estado en el PRI.
“Monreal dudaba, decía es que mi papá…, hablé con López Obrador, presidente nacional del PRD, le dije: hablé con Monreal. El contexto era que acabábamos de ganar hacia poco la ciudad de México, con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
–Yo puedo declinar y que venga Ricardo Monreal, le dije y me contestó,
─ Pero, ¿por qué? Ya se está rompiendo el PRI y tú encabezas las encuestas, podrías ser la próxima gobernadora de Zacatecas.
─ El PRI tiene todavía mucho poder, podría ser que perdamos, pero si lo desfundamos y se viene Ricardo, entonces garantizamos el triunfo, re respondí.
─ Es una decisión que debes tomar tú.
─ Ya la tomé.
─ Cuando él te diga que sí, entonces me reúno con él.
“Monreal me dijo: sí rompo con el PRI, y sus seguidores y él quemaron las credenciales del PRI en la Plaza de Armas de la ciudad de Zacatecas.
“Entonces se reunieron López Obrador y Ricardo Monreal en un departamento que yo tenía en la calle de Zempoala, en la Benito Juárez, Claro que mis compañeros que habían sido precandidatos, estaban indignados conmigo, tú estabas encabezando las encuestas. No puede ser, decían. Les dije tenemos que ir abriendo espacios para que realmente el PRD impacte e influya. Fueron discusiones intensas. Finalmente dijeron está bien y todos participamos en la campaña. Ganó Monreal, se le llamó el Monrrealazo a ese movimiento.
“Gana Ricardo, y en algún momento me dijo, ¿vendrías a participar en el gobierno? Le respondí: no, tú ganaste, yo me regreso a México, y él hizo su gobierno”.
Amalia se lanza de gobernadora
Cuando estaba por terminar el gobierno de Monreal, sobre todo “un grupo de mujeres en Zacatecas dijeron queremos gobernar, y por qué no una mujer, que sea Amalia, yo ya había sido presidenta del PRD, en ese lapso de 6 años, había ganado la diputación en un Distrito uninominal de Zacatecas tocando puertas.
“Que fuera candidata a diputada uninominal en mi tierra significó un regreso a mi estado, el reencuentro con amistades, familias, paisanos, para ellos regresó la hija del licenciado García y de Conchita. En provincia todo mundo se conoce.
“Fue una bola de nieve que crecía. Habló conmigo el presidente del partido, después Ricardo Monreal, quien me dijo: Eres una gran mujer y no sé cuánto, pero aquí no se vota por mujeres y vas a perder y qué barbaridad, siendo expresidenta de partido no es aconsejable. El presidente del partido, Leonel Godoy y Ricardo Monreal, muy atentos, cada uno por su lado, opinaron que había que elegir candidato por encuesta, acepté. Les dije: “Si la pierdo no pasa nada, pero si gano…
“Se hacen las encuestas y gano, No puede ser, estarán malhechas, decían y vuelven a hacerlas, y gano otra vez. Pero como ya se habían conocido las encuestas, pues la gente en Zacatecas salió en marcha a la Plaza de Armas a defender el resultado a defender que gané, tiene que ser Amalia, decían
“Las columnas decían que no era el momento, no va a ganar, va a perder. Pero gané las elecciones. No fue fácil esa transición sobretodoporquetoméladecisióndenombraramigabinete.
–¿Eraobvio, ono?
─No era obvio para los que querían influir, los que querían seguir ahí ¿no? (risas)
Hubo una diferencia fuerte. Porque decidí que Si hacía las cosas bien pues las hacía yo, y si las hacía mal, las hacía yo.
— ¿Todo lo asumió?
─Pues claro. Y fue desde el principio. Creo que eso generó un distanciamiento.
–¿Esa determinación, de dónde salió?
–Es que el machismo existe y el patriarcado existe: Yo tuve la fortuna de que en mi casa nos dieron una gran seguridad de participar a mis hermanas y a mí. Es más, mis hermanas han tenido más presencia que mis hermanos.
La muerte de su padre
“Mi papá murió un mes antes de las elecciones a la gubernatura, y me pesó tanto, fue muy doloroso. Vio la campaña y estaba entusiasmado. Él había estado enfermo, muy grave, aunque quería seguir activo, se fue deteriorando y falleció.
“Luego de velarlo y sepultarlo, mi madre me dijo: tú tienes una obligación en esta familia, y uno cumple sus compromisos. Pese al dolor después de sepultar a mi padre, dos días después llegué al evento programado. la gente me recibió con música. Aunque uno esté con todo ese enorme dolor, hay que continuar, me dije.
“Se dan las elecciones, gano, y mi mamá me invita a su casa a todos mis hermanos y a mí. Llegamos a la comida, mi mama dijo: los invité porque su hermana ganó las elecciones, y todos: ¡sííííí! Lo voy a repetir: su hermana ganó las elecciones (y todos otra vez asienten), pero ustedes no. Yo me entero que alguno usa el cargo de su hermana para querer tener un privilegio se la van a ver conmigo, les advirtió.
“Mis hermanos siguieron con sus vidas, sus mismos bienes, su casa, sus parejas, desde que entré hasta que terminé. Mi madre fue muy clara: es ella la que ganó, ella tiene una responsabilidad, refiriéndose a mí.
“Luego sacó unas cajas con fotos y las puso en la mesa, antes de comer, quiero que veamos estas fotos. Eran fotos en blanco y negro, con mi papá inaugurando un pozo, un camino, una escuela. Esto es lo que hizo tu papá en 6 años, me dijo y subrayó: Tú estás obligada a hacer el triple. Tienes que hacer el triple, ese es tu trabajo”.
Y así fue: un hermano trabajó toda su vida en una biblioteca, una hermana y un hermano siguieron en el Poder Judicial, otros dan clases, otra siguió al frente del Instituto de Idiomas, y así la vida siguió su curso normal para todos.
Participar en política en la vida pública siempre exige que uno tenga claro por qué está uno ahí, asegura la senadora Amalia García Medina.
“Soy muy firme en mis convicciones, las fui construyendo a partir de lo que yo oía en mi entorno familiar. Mi padre tenía una visión de izquierda, congruente con una gran convicción social”.
Luego los viajes con su padre, quien fue nombrado embajador en varios países, le hicieron conocer problemáticas in situ: el estado de sitio en Guatemala; la realidad histórica y el colonialismo estadounidense en Filipinas; la invasión soviética a Checoslovaquia y su impacto en Polonia y Europa del este. Sus lecturas, los estudios universitarios de Sociología y luego de Historia.
Amalia García se autodefine: “Pertenezco a una generación anti-autoritaria en el mundo: en Estados Unidos estaban las manifestaciones y los plantones de los jóvenes contra la guerra de Vietnam; en Europa del Este las manifestaciones en contra de la URSS; en Francia, protestas contra el autoritarismo, y aquí en México, los jóvenes manifestándose querían democracia y dialogo con el presidente.
“Yo soy parte de esa generación, miles de jóvenes en el planeta comenzamos a demandar: ¡Queremos libertad! ¡Queremos democracia! Estamos hartos de los autoritarismos de cualquier signo, soy parte de esa generación”.
De las Juventudes Comunistas a Movimiento Ciudadano
Amalia García es esencialmente una política de izquierda, empezó en las Juventudes del Partido Comunista de México (PCM); pasó al Partido Socialista Unificado de México (PSUM), cuando este obtuvo el registro electoral del PCM; luego al Partido Mexicano Socialista (PMS), resultado de la fusión del PSUM y el Partido Mexicano de los Trabajadores.
El PMS se sumó al Frente Democrático Nacional en 1988, y un año después le cedió su registro al Partido de la Revolución Democrática. En la década de 1990 participó en el “Grupo San Ángel” y en “20 Compromisos por la Democracia”, colectivos ciudadanos a favor de la transición democrática en México.
Amalia García renunció al PRD en 2018, cuando se alió al PRI y al PAN, desde entonces y a la fecha ha sido diputada y senadora por el partido Movimiento Ciudadano (MC), sin estar afiliada.
¿Por qué renunció al PRD? García Medina lamentó que los objetivos y valores que le dieron autoridad y cohesión al PRD “se hayan desdibujado y fueran sustituidos por intereses que tienen que ver con el beneficio personal”.
En la carta enviada al dirigente nacional del PRD, Manuel Granados, recordó cómo fue la fundación del partido a través de figuras como Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo, entre otros, quienes compartían ideas de progreso.
“Estoy en el partido Movimiento Ciudadano como candidata externa, primero fue como diputada, ahora como senadora. MC ha generado mucha esperanza, porque Dante Delgado acuñó una frase que resultó parte de un análisis muy agudo, cuando hubo una gran presión para que se sumara a la coalición, y lo acusaban que si no sería un esquirol. Lo que dijo con PRI y PAN fue: No nos vamos a ir con el Titanic, y creo fue una frase acertada, porque el resultado fue muy magro.
“Xóchitl Gálvez tenía conciencia de que los partidos no dieron lo que debieron dar para dar una batalla consistente o sólida. Le faltó su apoyo. Ella reconoció el triunfo de Claudia Sheinbaum, consideró, con los resultados, que ya no había remedio.
“Ella aseguró que tuvo que hacer campaña sola, las camisetas, los afiches fueron aportaciones de sus simpatizantes, no participó ni en la lista de candidaturas. Estos resultados ustedes los construyeron, aseguró Xóchitl, entonces no merecen mi solidaridad. Y esto habla de la pobreza”.
Habla de que ahora no hay una oposición seria, fuerte: “Creo que Movimiento Ciudadano podría hacerlo a condición de que consolide su perfil, su visión, su proyecto del país. Si hay un contenido: es social demócrata, pero lo tiene que afinar. Si no afina esa visión perdería consistencia”, advierte y agrega:
“He participado toda la vida en la vida púbica y estar en territorio es estar en la gente, construir en territorio y en tierra es fundamental. MC hizo un trabajo formidable, tiene una presencia creativa, pero no es suficiente”, dice y espera que con Jorge Álvarez Mainez se consolide como una fuerza consistente en territorio.
Morena y la restauración del viejo régimen
Hace una pausa y dice: “Estoy en desacuerdo con lo ocurrido en el sexenio de López Obrador, siento una enorme tristeza, pero creo que no podemos rendirnos en dar argumentos, y que esto volverá a cambiar porque efectivamente luchamos años para darle paso al reconocimiento de la pluralidad legalmente, a la libertad, a la democracia.
“El que se diga que es un gobierno de izquierda que tiene causas sociales no es suficiente. Requerimos que las causas sociales estén vinculadas a un ambiente de libertad y democracia, que se reconozca la pluralidad, porque además los equilibrios permiten mejores gobiernos.
“Eso evita que haya visiones únicas que se quieran imponer a toda la sociedad. Me resulta lamentable que hayan desaparecido órganos autónomos, el INAI y otros organismos creados para tomar mejores decisiones de gobierno, como el CONEVAL, que está para dar un diagnóstico exacto del combate a la pobreza.
“¿Por qué dejar de tener esos datos? ¿Por qué desaparecer también a la instancia para medir la calidad educativa? Es irracional, desde mi punto de vista. ¿Cómo se va a medir el estado de bienestar? ¿Cómo vamos para garantizar ese bienestar?
“Hemos luchado varias generaciones completas porque la democracia signifique rendición de cuentas, acceso a la información, que no haya cifras ocultas por ningún motivo. Incluso lo que se llegó a argumentar en el gobierno del expresidente López Obrador: ¿Que no se dan por razones de seguridad nacional?
“¿Cuál seguridad nacional? Es inaceptable. Lo veo como una restauración del viejo régimen, de aquel que combatimos políticamente con un enorme esfuerzo, con vidas, y que creíamos que ya habíamos sentado las bases de una nación libertaria y democrática, y resulta que hubo un retroceso.
“Creo que López Obrador siempre ha sido una figura con una gran convicción social, pero sin ninguna identidad ni convicción con las causas libertarias ni las causas de la democracia”.
–¿Ve ignorancia o mala fe?
–No, no. López Obrador se formó en el PRI, fue presidente del PRI en Tabasco, Él es resultado de una generación y una formación política autoritaria. Entonces el viejo PRI, ese que criticábamos también desarrolló una política social. Creó instituciones como el IMSS, el ISSSTE, pero faltaba democracia. Masacraron a los estudiantes. Entonces siento que Andrés Manuel forma parte de esa identidad, que tenía una gran identificación con las causas sociales, con la política social, pero no con la democracia ni la libertad.
─ ¿Una gran ambición de poder unipersonal, de trascendencia?
–También… Bueno, todos los presidentes trascenderán, el asunto es cómo. Yo creo que él ha bloqueado el cambio, con la presentación de sus iniciativas, porque las iniciativas que votamos ahora –en el Congreso– las presentó Andrés Manuel hace un año.
─ ¿Qué pasó con todas las representaciones en la Cámara, se voltearon a dormir?
–Los partidos políticos están destrozados en México y en el mundo, están en crisis. En México, el PRI y PAN no son una alternativa, la gente votó por Morena, porque estaban hartos de la corrupción, del abuso de ambos. Lo dramático, lo que resulta doloroso es que la llegada de Andrés Manuel no fue una alternativa, en términos de democracia y de libertad.
─ ¿Fue un engaño?
–Si se avanzó en política social, fue porque él se propuso aumentar el salario mínimo, eso fue un logro importante. Desarrollar una política social de transferencias monetarias. A la gente le han resultados beneficiosas. Pero no es suficiente, porque tendrían que estar vinculadas éstas a desarrollar un verdadero sistema de salud universal de altísima calidad, que es lo que se necesita en México. Esperaría que se convirtiera pronto en una prioridad. No en este momento porque lo que hoy estamos votando es lo que dejó Andrés Manuel, es lo que yo llamo un campo minado.
Optimismo ante al gobierno de Sheinbaum
La senadora Amalia García quiere “ser optimista y esperar algo diferente” cuando en 2025 la presidenta Sheinbaum presente su Plan de Desarrollo. Y refiere:
“Hay algunas figuras en el Gabinete que me generan cierta esperanza, uno es el doctor Juan Ramón de la Fuente, fue Rector de la UNAM, gente con una gran formación académica, tiene una visión de futuro del país, es progresista, consistente. Creo que es una figura muy sólida.
“Luego está Alicia Bárcenas, es una especialista del medio ambiente y Marcelo Ebrard, en Economía, es una figura que puede poner el acento en una visión de prosperidad compartida, como la llama Naciones Unidas. Eso sería lo deseable.
“Ojalá que el gobierno se dirija hacia esa construcción de una prosperidad compartida, con igualdad, con democracia y con libertad. Pero esto no será posible con una visión solo desde el poder, la sociedad civil tiene que movilizarse. Y hay una sociedad civil muy activa en nuestro país”.
─ AMLO combatió a las Organizaciones de la Sociedad Civil
─ Sí, pero siguen existiendo, siguen reclamando
─ ¿Cómo cuáles, senadora?
─ Las madres buscadoras, los grupos defensores del medio ambiente, el formidable movimiento feminista, al cual le debemos que se haya avanzado tanto en derechos políticos para mujeres en espacios de decisión, pero todavía está la deuda pendiente por violencia contra las mujeres y los feminicidios. Esperaría que la sociedad civil, que los ciudadanos y las ciudadanas participen.
Amalia García agrega: “Tenemos una oportunidad para el país de dar un salto. Ojalá…, están los objetivos de desarrollo sostenible como una visión que ha planteado Naciones Unidas. Todos los gobiernos del mundo que se comprometieron en este rubro incumplieron, pero tenemos los próximos cinco años para hacer algo, porque estamos en una situación límite con el planeta.
“Esperaría que el nuevo gobierno en su Plan Nacional de Desarrollo presente una visión de futuro para México, y que a la visión del anterior gobierno se le cierren las puertas, y que empiece un periodo diferente.
“Percibo que la presidenta no tenía las condiciones políticas para poder parar y revertir las iniciativas que presentó el expresidente López Obrador, pero ya quedaron las reformas. Ya se debe cerrar esa etapa y a partir de marzo que ella presente el Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030. Opino que ella debe tomar la conducción, debe poner el sello de su gobierno, pensando en un México del futuro”.
La Familia
Para Amalia García ocupa un lugar importantísimo la familia, es el lugar de los afectos:
“Formo parte, además de mis hermanos, mi hija, mis nietos, de una familia gigantesca y nos reunimos todas las veces que podemos cuando voy a Zacatecas.
“La manera de unirnos es a través de la música, una buena parte de mis primos tocan la guitarra y mi hermano también. Nos reunimos y cantamos y bailamos. Y es el afecto, la solidaridad y el acompañamiento de la familia lo que nos une.
“Amalia García enviudó hace varios años de Sergio Corichi, quien falleció a causa de una diabetes. No volvió a casarse. Su círculo familiar cercano se conforma de su hija, la economista Claudia Corichi García, quien actualmente concluye un doctorado, ha incursionado en la política como diputada federal y senadora, actualmente es funcionaria de la Auditoría General de la Federación. Tiene dos nietos, un niño de 10 años y niña de 8 –ambos son su adoración–, junto con su apreciado yerno, con todos ellos mantiene una estrecha y amorosa convivencia.