Nuevos dictadores
¡Sin democracia y sin seguridad: “fracaso”!
Parecen “niños jugando a la guerra”.
Y claro, por esa misma razón, “todas sus ocurrencias” provocarían la carcajada del respetable, de no ser porque esos “niños jugando a la guerra” tienen el poder absoluto en México y en sus manos está el futuro de 130 millones de mexicanos.
En otras palabras, resulta que, si se llevan a cabo “todas las ocurrencias” y “disparates” de la “señora presidenta”, más temprano que tarde México y los mexicanos estaremos en el peor de los mundos.
Y no, no se trata de ninguna exageración, sino de la enseñanza cotidiana de la terca realidad que, por décadas, nos ha mostrado el tamaño de la estulticia de quienes hoy dicen “gobernar” a México.
Y es que tanto Claudia Sheinbaum como sus lacayos, siguen a ciegas y sodas las líneas trazadas por el mandamás de Palacio, para instaurar –a los ojos del mundo–, una tiranía que más temprano que tarde llevará a México y a los mexicanos a la ruina.
En efecto, los niños que en Palacio “jugando a la guerra”, no entienden que sin seguridad y sin democracia no hay futuro posible; no habrá inversión, no habrá desarrollo, no habrá ciencia y tecnología no habrá educación de calidad, no habrá prosperidad y menos bienestar.
Peor aún, en sus “juegos de guerra” los niños de la 4-T no sólo proponen viejas fórmulas probadamente fallidas –de los populistas Echeverría y López Portillo–, sino que acuden al engaño vulgar, la mentira falaz y a la vulgar desmemoria social.
Y es que cual niños en su “juego de guerra”, los gobiernos de Morena suponen, creen o imaginan que, negando la realidad, esa realidad no existe más y, por tanto, ningún mexicano será capaz de ver la realidad.
Pero hay muchos que tienen claro el peligro que significa ese perverso juego infantil del gobierno de México.
Sí, uno de ellos se llama Donald Trump, quien el próximo 20 de enero será el nuevo presidente norteamericano y, porque entiende bien quien es Claudia Sheinbaum, no la invitó a su toma de posesión.
¿Y eso qué significa? Poca cosa, que el mandatario de EU sabe que México no es un país democrático y que es uno de los más inseguros del mundo. Por tanto, su gobierno no confiable y tampoco su presidenta.
¿Pero cuáles son las ocurrencias que serían de risa loca, de no ser porque se trata de verdaderas atrocidades políticas?
1.- En su informe por 100 días al frente del poder presidencial, “la presidenta” aseguró que México “es cada vez más justo, más libre y más democrático”.
Sí, declaración que ofende a las familias de más de 210 mil vidas perdidas por la violencia, a familias de casi 10 mil feminicidios, a los más de cien mil desaparecidos, a cientos de madres buscadoras, a miles de desplazados y millones de mexicanos que viven “con el Jesús en la boca”, a causa de la violencia, en más de la mitad del territorio nacional.
Además de que está a los ojos del mundo que la democracia mexicana murió cuando acabó la división de poderes y cuando el poder centralista sometió a los poderes Legislativo y Judicial.
2.- En el mismo informe, Sheinbaum aseguró que “México será una potencia científica”. ¿Sabrá la “científica presidenta”, cuántas décadas requiere un país para ser una potencia científica? ¿Entenderá que, más allá de buenas intenciones, se requieren décadas de educación de calidad? ¿Tendrá claro que sin democracia y sin seguridad, no hay ciencia que valga?
3.- En el mismo evento dijo: “Con Estados Unidos coordinación sin subordinación”, en alusión a las amenazas del presidente electo Trump.
Está claro que no se trata más que de “retórica engañabobos”. ¿Por qué? Porque en los hechos, tambo López Obrador, como Claudia Sheinbaum se han “doblado” ante el poder norteamericano.
Pero el verdadero mensaje, como ya se dijo, es que Trump sabe que la democracia mexicana está muerta y que México es el país más inseguro. Por eso el previsible que el mismo 20 de enero clasifique a los cárteles criminales mexicanos –socios de los gobiernos de Morena–, como grupos terroristas.
Y frente a esa situación vendrá el caos político, económico y social
4.- Pero, además con “bombo y platillos”, la presidenta anunció el llamado “Plan México” que, según sus palabras, llevará a México al “lugar 10 de las potencias del mundo”.
Se trata de una nueva estulticia, ya que el citado plan tiene, como eje central, “la sustitución de importaciones”. ¿Y eso que significa?
Que el Estado apoyará la producción nacional de bienes y servicios, al tiempo que elevará los aranceles de los productos importados.
Se trata del mismo “sueño engañabobos” de Echeverría y López Portillo, que ya probó ser un fracaso total y que provocó una carestía sin freno, escases de miedo y una mayor hambre y pobreza.
5.- Pero acaso la mayor aberración son las cifras alegres de la supuesta inversión extranjera. La presidenta anunció 227 mil millones de pesos de inversión foránea, lo que no llegará ni “Yendo a bailar a Chalma”. ¿Por qué?
Porque ninguna inversión llega a un país sin seguridad y sin democracia. Peor aún, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presumió que Amazon concretará en México una inversión de 5 mil millones de dólares.
¿Pero qué creen? Que esa misma información se dio en la mañanera de AMLO, el 26 de febrero del 2024. Es decir, engaños, mentiras y falacias.
Así los “niños de Palacio” que no entienden que, sin democracia y sin seguridad, no hay sociedad que sobreviva.
Al tiempo.