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Poder y dinero
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2025.- Fueron 409 votos de aprobación en lo general, incluyendo de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC), los que llevaron a declarar en la Constitución la protección y conservación del maíz nativo.
En los posicionamientos, Claudia Ruiz Massieu de MC destacó que el dictamen contiene varios consensos y se escucharon a diversos actores para establecer que México es centro de origen y diversidad del maíz, destacando que la reforma no prohíbe el maíz transgénico para consumo humano.
Lilia Aguilar del Partido del Trabajo (PT) recriminó a la oposición por querer poner trabas a la producción del maíz nativo para favorecer el uso de las semillas transgénicas, dando un golpe no sólo a los productores de todas las regiones del país sino a la producción de alimentos, tanto para ganado como para el uso humano.
Mientras que la diputada Ana Erika Santana del Partido Verde destacó que la iniciativa busca proteger la salud, la biodiversidad, la identidad del país y fomentar los cultivos tradicionales con semillas nativas, además de que promoverá las condiciones para el desarrollo cultural y económico con el propósito de generar empleo.
César Alejandro Domínguez del Revolucionario Institucional anunció que su bancada apoyará el proyecto, pero que debe de ir acompañado de una política de desarrollo del campo mexicano, por lo que invitó a apoyar a las productoras y a los productores agrarios, estableciendo una verdadera reforma legislativa en materia de potencializar, modernizar y tecnificar el campo mexicano.
Gonzalo Martínez del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que esta reforma impactará de manera negativa al campo y a la economía de millones de familias, que el dictamen contiene una visión ideológica que no está alineada a la realidad del país ni con las implicaciones internacionales, poniendo en riesgo a la seguridad alimentaria, ya que la producción de maíz nacional no cubre las necesidades.
Y Nashielly Zagal de Morena indicó que el uso del maíz transgénico y genéticamente modificado representa una amenaza para la seguridad de la biodiversidad y de la soberanía alimentaria en México, destacando que la reforma establece que el cultivo en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas como las transgénicas.