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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de marzo de 2025.- Medusa, la nueva serie colombiana de Netflix, que sigue a una empresaria costeña víctima de un intento de asesinato, nos introduce en un mundo donde los secretos y las traiciones se despliegan con el telón de fondo de Barranquilla.
Sin embargo, más allá de su trama llena de tensión, lo que ha captado la atención del público en redes sociales es la representación de la cultura costeña, que, para muchos, parece demasiado forzada y superficial.
«Medusa»-que se estrenó el 5 de marzo- es un thriller dramático de Bárbara Hidalgo, una empresaria de la costa norte de Colombia. Bárbara está a punto de asumir el liderazgo de un poderoso conglomerado familiar llamado Medusa, pero sufre un accidente en altamar justo antes de tomar el cargo. Aunque todos la dan por muerta, Bárbara regresa para descubrir que fue víctima de un atentado fallido.
La serie protagonizada por Juana Acosta y Manolo Cardona, ha sido criticada principalmente por la forma en que algunos actores interpretan el acento costeño. En particular, Manolo Cardona, quien tiene el personaje de investigador principal, ha sido señalado por su manera de hablar, que muchos consideran exagerada y poco natural.
El uso de expresiones populares como «mondá» parece más una caricatura que una representación genuina del habla costeña, lo que ha dejado a muchos espectadores con la sensación de que el acento no se utilizó como una verdadera representación cultural.
Este tipo de errores, aunque quizás inadvertidos, reflejan un problema más amplio: la tendencia a reducir culturas ricas y complejas a estereotipos fáciles de digerir para una audiencia global.
El resultado es una serie que, si bien podría haber profundizado más en los matices de la cultura costeña, se conforma con mostrarla en su forma más superficial. Y aunque la producción haya contado con asesores culturales, esto no siempre se refleja en los diálogos ni en la autenticidad de los personajes.
Por supuesto, «Medusa» no es un desastre. La serie logra mantener el interés gracias a su trama bien construida y sus giros narrativos.
La fotografía también juega un papel crucial al capturar la esencia del Caribe colombiano, aunque a veces la saturación de ciertos elementos culturales —como la música y las tradiciones locales— puede sentirse un poco forzada.
«Medusa» es una serie que entretiene, pero que deja una sensación agridulce en cuanto a su tratamiento de la cultura costeña.
La polémica sobre el acento y algunas representaciones exageradas, puede restarle valor a una producción que, por lo demás, tiene todos los ingredientes para ser un éxito de suspenso. Pero, esta falta de autenticidad cultural podría haber afectado su recepción, dejando a muchos con la sensación de que, al tratar de reflejar la riqueza de la región, la serie termina cayendo en la trampa de la simplificación y el estereotipo.