
Libros de ayer y hoy
Revisaba algunas de las cifras de la recaudación del impuesto predial, el
principal rubro impositivo del nivel municipal, nuestro tercer orden de
gobierno, en el país federal que es nuestro México. Es claro que tenemos más de 500 municipios, siendo más de la mitad con niveles de pobreza, incluso de alta marginalidad. Seguimos en situación crítica, ya que no rebasamos el 0.25 por ciento del PIB, lo que no ha variado desde hace mucho tiempo.
La mayoría no ha cambiado, así que, con datos del Portal de Transparencia
Presupuestaria de la SHCP, observamos que seguimos muy por debajo de
países como Argentina, Chile, por supuesto Brasil y se mantiene una
dependencia presupuestaria terrible de los recursos de origen federal,
derivados del esfuerzo fiscal del SAT y son escasos los municipios que han
participado en las actividades de Colaboración Administrativa en Materia
Fiscal acompañando a las entidades federativas. Por supuesto han sido
reacios a cumplir con sus facultades recaudatorias, particularmente en el
predial. Siendo el principal impuesto municipal.
El impuesto predial es el impuesto municipal por excelencia, que en México
ha tenido y tiene niveles recaudatorios muy pobres, incluso entre algunas
autoridades municipales, han sido reacios a implementar medidas
sancionatorias para recuperar lo que no han cobrado, sin embargo,
prefieren jugar a la concertación, e inclusive han llegado a descuentos fuera
de la Ley. Recuerdo el caso de un Presidente Municipal de Cancún, que
ofrecía descuentos a hoteleros si le pagaban directamente, el impuesto
adelantad- Le decían el Chacho y termino en la cárcel.
Durante mucho tiempo se ha hablado de qué las entidades federativas
requieren más facultades tributarias, sin embargo, debemos también
observar que las que tienen ya sea de manera directa o a través de la
colaboración administrativa, no han sido por todos los estados
aprovechadas.
Por otra parte, hemos también padecido un bajo nivel recaudatorio por parte
de varios estados, no solo en la Colaboración, también en los ingresos
propios. Lo que incluso ha inhibido se cumplan adecuadamente los
compromisos financieros con las aportaciones estatales a las universidades
públicas. Claro hay casos de excepción: Las aportaciones a las universidades de estados con mayores niveles de pobreza son menores a los otras, pero si han cumplido en mejor medida, con sus obligaciones en general. En algunos casos esto se ha debido a la falta de recursos, pero hay casos motivo de malversaciones, como se dio en Durango en la administración anterior, donde también hay funcionarios con problemas legales.
El impacto de la debilidad presupuestaria de los municipios, su bajísimo
nivel recaudatorio, la falta de planeación, un gasto público generalmente
mal programado, la presión en algunos estados de lo que llaman “el cuarto
orden de gobierno”, como en Oaxaca y Puebla por ejemplo, hace que los
municipios generalmente no tengan suficiencia para pagar los aguinaldos
de sus empleados –los que los tienen- y recurren a solicitar “prestamos de
fin de año” a los secretarios de finanzas, que, también tienen problemas.
En la Convención Nacional Hacendaria, que inicio el 05 de Febrero de 2004,
se incluyeron temas que fortalecerían el esfuerzo recaudatorio de estados y
municipios, como un impuesto estatal a las ventas finales, que no prospero
por su bajo potencial recaudatorio, y los entes subnacionales no operaron
mejor el predial, el del hospedaje. Los cedulares, solo en Guanajuato o los
ambientales, en Zacatecas.